La Presidenta habilitó a Scioli a "peronizarse" para captar votos

Por Mariano Obarrio

Llegó el tiempo de la "peronización" del kirchnerismo. El gobierno de Cristina Kirchner le dio luz verde al candidato presidencial del Frente para la Victoria, Daniel Scioli, para que se muestre junto al peronismo histórico en la campaña con miras a las elecciones primarias del 9 de agosto.

El plan es captar el voto del PJ al que la Presidenta no llega y que puede caer en manos de su rival del Frente Renovador, Sergio Massa, y en menor medida del precandidato de Cambiemos Mauricio Macri.

"Cristina Kirchner y La Cámpora descuentan que Scioli tiene asegurado el voto kirchnerista duro con la presencia de Carlos Zannini en la fórmula y muchos candidatos camporistas. Ahora hay que sumar el voto que puede juntar él y no Cristina", dijo a LA NACION un funcionario de la Casa Rosada.

"Se necesita ampliar la escala de acumulación de votos", aseguró otra fuente de Balcarce 50.

Un alto funcionario del Poder Ejecutivo comentó a LA NACION que "Massa se está robando muchos votos peronistas y Macri un poco". No consideran que la elección esté ganada, pese al discurso oficial que busca instalar esa sensación de virtual victoria.

Por ese motivo, Scioli quiere enviar el mensaje al PJ de que se le otorgará mucha participación al peronismo y sus gobernadores en un eventual gobierno suyo. Sin descuidar a Cristina, que está bien vista en la Patagonia y en el norte del país.

En función de esta nueva estrategia, Cristina bendijo que Scioli encabezara junto con Zannini el acto de la agrupación Gestar en Parque Norte, el viernes último. Se trató de una foto peronista junto a 13 gobernadores, decenas de intendentes y cientos de dirigentes justicialistas.

Tampoco fue casual que en las últimas 48 horas Scioli se haya mostrado en Mendoza junto con el gobernador Francisco "Paco" Pérez; en Corrientes junto con el secretario de Deportes de la Nación, Carlos "Camau" Espínola, y en Chaco, junto con el mandatario Jorge Capitanich.

En su campaña paralela, Karina Rabolini, esposa de Scioli, se cruzó en Córdoba con el gobernador José Manuel de la Sota y en San Luis con el jefe político de esa provincia Alberto Rodríguez Saá. A ambos les deslizó: "Somos todos peronistas y espero que en el futuro estemos todos juntos trabajando".

No hubo respuestas, pero la invitación quedó planteada para luego de las primarias.

En la Casa Rosada aseguran que la habilitación a Scioli a desplegar un "abrazo peronista para todos" contempla sumar a De la Sota, a Rodríguez Saá, al candidato a gobernador pampeano Carlos Verna, enfrentado con la Presidenta, y al gobernador reelecto de Río Negro, Alberto Weretilneck, también distanciado de la Casa Rosada.

Un ministro comentó a LA NACION que la peronización se demuestra también en que el tradicional escudo del PJ volvió a la boleta presidencial. En 2011 el "escudito" no estuvo en la de Cristina Kirchner; sólo figuraba el sello del Frente para la Victoria. En la boleta de Scioli el histórico símbolo está del lado derecho.

En la Casa Rosada preocupa Massa. En la provincia de Buenos Aires, presentará como candidato a gobernador al ex mandatario peronista Felipe Solá, que aspira a disputarles votos a los precandidatos kirchneristas, Julián Domínguez y Aníbal Fernández.

En el Gobierno se lamentan de que, en Jujuy, Massa hace campaña en favor del radical Gerardo Morales junto con el defensor del Pueblo, el peronista Carlos Hakim, nombrado por el bloque de senadores kirchnerista. Y que en Tucumán, el peronista Domingo Amaya, que coqueteó con Massa, es el candidato a vicegobernador del radical José Cano. "Massa tiene peronistas y roba voto peronista, Scioli tiene que recuperarlos", señalaron en la Casa Rosada.

Recuerdan que la Presidenta siempre fue "abierta" a la hora de sumar apoyos para ganar elecciones, pero gobernó en forma "concentrada". En 2007, su candidato a vicepresidente fue el radical Julio Cobos y, en 2011, Amado Boudou. Ahora Scioli es parte de la "apertura" para atraer votos a los que el kirchnerismo no llega..

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