El reconocimiento del Gobierno de su derrota en la provincia de Buenos Aires no alteró la hoja de ruta del espacio Unidad Ciudadana (UC), que encabeza Cristina Kirchner. La ex presidenta aguardará hasta el lunes, cuando la justicia electoral daría a conocer los números del escrutinio definitivo, para hacer un pronunciamiento público.

En el comando de campaña de UC evitaron ayer el triunfalismo. Confiados desde la madrugada del 14 de agosto en que los números definitivos colocarían al kirchnerismo en el primer lugar, esperarán la confirmación oficial para pronunciarse.

Todavía no decidieron cómo será la intervención. Pero cerca de Cristina Kirchner no descartaron que la ex mandataria encabece un pequeño acto o, incluso, ofrezca una conferencia de prensa.

"Hasta que no esté el número oficial no vamos a decir nada. Vamos a hacer un pronunciamiento cuando esté el número", confirmó a LA NACION uno de los intendentes más próximos a Cristina.

Los guarismos finales que manejan los apoderados de UC serían más favorables para la ex presidenta respecto de los que blanquearon ayer en Casa Rosada. Esperan quedar un punto arriba del ex ministro de Educación Esteban Bullrich. "En cada acta que revisamos siempre recuperamos más votos que Bullrich. Esperábamos quedar un poco más arriba antes de la elección, pero lo importante es ganar", aseguró uno de los responsables de campaña.

Además de los votos "recuperados" en el recuento, el orden de la elección cambiará porque entre el 5% de mesas que faltó escrutar en el conteo provisorio la mayoría son de distritos del conurbano -Merlo, José C. Paz, Hurlingham-, donde venció el peronismo.

 En el kirchnerismo insisten en que hubo una "manipulación" del conteo. "El Gobierno armó una foto el domingo a la noche para mostrar que estaban arriba cinco puntos. Si nosotros hubiéramos hecho esa operación, iban a pedir que interviniera la ONU", ironizó un dirigente de estrecha confianza de Cristina.

Con los números puestos, la ex presidenta volverá a escena. Alejada de los primeros planos, Cristina dedicó los días posteriores a las elecciones primarias para mantener reuniones políticas. Anteayer recibió en el Instituto Patria a trabajadoras de Pepsico. Las ex empleadas le pidieron apoyo para el proyecto de expropiación de la planta que la multinacional cerró el 20 de junio en Vicente López.

A la espera de que regrese el clima de campaña, el kirchnerismo perfila la estrategia del voto útil para octubre. Subterráneamente comenzó el trabajo para erosionar apoyos en el espacio Cumplir, de Florencio Randazzo, y enfilar a más jefes comunales detrás de la ex presidenta.

Esta semana, dos intendentes de Cumplir llamaron a votar por la boleta de Unidad Ciudadana: Ricardo Alessandro, de Salto, y Ricardo Casi, de Colón. UC confía en que esa fuga se profundizará en las próximas semanas. El salto alcanzó ayer a la lista de concejales de Randazzo en Hurlingham. Ayer renunciaron a sus postulaciones y anunciaron su respaldo a Cristina Kirchner.

Piden sanción para un fiscal electoral

La Cámara Nacional Electoral (CNE) dispuso "llamar la atención" y "dar curso a una denuncia penal" contra el fiscal con competencia electoral de Córdoba Enrique Senestrari, a raíz de declaraciones de ese funcionario del Ministerio Público, quien se pronunció contra el gobierno de Mauricio Macri. Además, la Cámara resolvió "requerir la actuación de la procuradora general de la Nación, Alejandra Gils Carbó", jefa de los fiscales, para que analice eventuales sanciones e incluso su "apartamiento". "Yo lo digo sin ningún tipo de cargo de conciencia, ojalá se termine de caer el gobierno de (Michel) Temer (...), (Mauricio) Macri y (...) todos los políticos que están haciendo estas cosas", había dicho el fiscal, según la transcripción que reprodujeron los camaristas Santiago Corcuera y Alberto Dalla Via "El fiscal, al representar a toda la comunidad, tiene la obligación de actuar imparcialmente", enfatizaron los jueces en su fallo.