Un grupo de más de 60 diputados de distintos bloques políticos volverá a presentar este miércoles el proyecto de ley que habilita la interrupción voluntaria del embarazo. La iniciativa, que viene presentándose desde 2007 pero perdió estado parlamentario, fue elaborada en conjunto con más de 300 organizaciones nucleadas en la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito, y es encabezada por la diputada Adela Segarra (FpV).

El proyecto busca reconocer el derecho de toda mujer a decidir la interrupción voluntaria del embarazo durante las primeras 12 semanas de gestación -no más, según fundamentos médicos-, y a acceder a su práctica gratuita en el sistema de salud público y privado, sin autorización judicial previa.

En tanto, sólo se podría abortar fuera de este plazo si el embarazo fuese producto de una violación, si estuviera en riesgo la salud de la madre, o si existiesen malformaciones fetales graves.

Pero además, la Campaña promueve una fuerte intervención del Estado que va más allá de su propuesta legislativa y que se resume en el lema “Educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar, aborto legal para no morir”.

Entre los más de 60 diputados que avalan la iniciativa hay cuatro entrerrianos: los oficialistas Carolina Gaillard, Jorge Barreto y Liliana Ríos, el radical Fabián Rogel

“Hay que separar este tema de las cuestiones filosóficas, ideológicas y religiosas y vincularlo con el derecho” que cada mujer tiene “sea rica o pobre, a decidir sobre las posibilidades”, de interrumpir el embarazo, fundamentó Rogel en diálogo con la agencia Apf.

“Es un tema que atraviesa muchas cuestiones ideológicas, filosóficas, algunas de fe. Algunos lo manipulan como si esto fuera una batalla”.

Se calificó como “una persona de fe”, pero consideró que “hay que separar este tema y vincularlo con el derecho que toda mujer tiene que tener, sea rica o pobre, a decidir sobre las posibilidades o no, en determinadas circunstancias, de practicar este tipo de cirugía”.

“Considero que los diputados y senadores de la Nación no son los titulares de los derechos de las personas, en este caso de las mujeres”, sostuvo, y añadió: “Nosotros estamos para ser el canal entre el pueblo como representante y esos derechos computados”.

“Desprendiéndome de cuestiones religiosas, que no tienen nada que ver, y teniendo siempre una trayectoria militante al lado de los derechos de los más débiles, es que hemos acompañado este proyecto”, manifestó.

Luego hizo hincapié en “la necesidad de que la sociedad argentina” y de que “todos puedan decidir la posibilidad de que hacer frente a la interrupción del embarazo”.

“No puede haber una condición ni de cinismo, como hay hoy, ni de posibilidad económica. Ese debate es absolutamente cínico e hipócrita y es el que nadie quiere transparentar. No puede ser esta una decisión bajo el condicionamiento económico o de las posibilidades de realización. Eso no puede ser un condicionamiento. Si a esa situación nosotros le tiramos cuestiones ideológicas políticas o filosóficas o de fe, estamos haciendo un cóctel donde es muy difícil establecer una cuestión de verdad”, advirtió Rogel.

“Creo que estamos hablando de un derecho, de la posibilidad de la mujer a tomar una decisión y los representantes del pueblo estamos obligados (si no molestan, no agraden y no lesionan el interés de los demás) a transformar esto en un derecho mediante una legislación”, aseveró.

Confirmó finalmente que asistirá a la conferencia de prensa el miércoles.

El debate anterior

El primer debate sobre el aborto en el Congreso de la Nación se produjo el 1º de noviembre de 2011 en la Comisión de Legislación Penal de la Cámara de Diputados, en el marco de una importante movilización ciudadana donde no faltaron incidentes entre “pro” y “anti-abortistas”, separados por una gran valla que dividía la avenida Rivadavia frente al Palacio Legislativo.

En esa oportunidad, las firmas no alcanzaron para emitir dictamen y desde entonces, no hubo más que trabas y el debate sigue esperando. Hay quienes aseguran que el tema “no está en agenda del Poder Ejecutivo”, aunque el propio jefe del bloque oficialista en el Senado, Miguel Pichetto, mostró voluntad para abrir el debate.

El tema quedó afuera del nuevo Código Civil, aún pendiente de sanción, ya que éste regula “las consecuencias” del nacimiento de una persona. “Si nace vivo, uno tiene que regular la filiación, la sucesión, las relaciones familiares y patrimoniales”, había explicado el presidente de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti.

El nuevo Código Penal, otro de los debates fuertes de este año, tampoco contempla cambios en cuanto a los abortos no punibles, que se permiten sólo en caso de violación.

En la Argentina se calcula que abortan clandestinamente más de 500 mil mujeres al año, “lo que demuestra que la penalización de esta práctica resulta inútil”, sostienen los legisladores en los fundamentos.

Agregan que “el aborto clandestino es un problema de salud pública por ser la primer causa de muertes maternas, es un reclamo de justicia social ya que las principales víctimas son las mujeres pobres y de respeto”.

Además, los diputados aseguran que el proyecto “se inscribe en el reconocimiento de pactos y convenciones de derechos humanos y sus protocolos facultativos, que nuestro país adhiere, para garantizar el derecho a la vida”, publicó Parlamentario.

El proyecto encabezado por Segarra lleva las firmas de Manuel Garrido, Juan Carlos Zabalza, Laura Alonso, Margarita Stolbizer, Victoria Donda, Claudio Lozano, Alcira Argumedo, Carlos Heller, Nicolás del Caño, Néstor Pitrola, Ramona Pucheta, Carla Carrizo, Gladys Soto, Juliana Di Tullio, Diana Conti, Adriana Puiggrós, Araceli Ferreyra, Andrea García, Virginia Linares, Alicia Ciciliani, Mara Brawer, Miguel Bazze, Víctor De Gennaro, Carlos Raimundi, Ricardo Cuccovillo, Horacio Pietragalla Corti, Mónica Gutiérrez y Fabián Peralta, publicó Parlamentario.

También adhirieron Héctor Recalde, Roy Cortina, Jorge Rivas, Elida Rasino, Eduardo Santín, Gloria Bidegain, María del Carmen Bianchi, Edgardo Depetri, Omar Barchetta, Antonio Riestra, Gabriela Troiano, Silvia Scotto, Fabián Rogel, Leonardo Grosso, Mario Oporto, Gastón Harispe, Remo Carlotto, Enrique Vaquié, Herman Avoscán, Juan Carlos Junio, Pablo López, Liliana Ríos, Verónica Magario, Ana Gaillard, María Eugenia Zamarreño, Josué Gagliardi, Jorge Barreto y Liliana Mazure.