Las empresas de medicina privada decidieron suspender anoche, al cierre de esta edición, la protesta que habían anunciado para hoy y mañana en todas las clínicas médicas del país, lo que habría afectado a 4,9 millones de afiliados a la medicina prepaga. Los empresarios tomaron la decisión luego de que fueran citados por el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, para una reunión que se realizará el viernes a la tarde.

El motivo de la protesta era “el importante atraso de aranceles del sector”, según definieron los empresarios en un comunicado, firmado por cuatro cámaras empresarias y suscrito por otras tres. “Debemos tomar esta medida ante la falta de respuesta y la imperiosa necesidad que tenemos de completar el pago de la paritaria del corriente año, acordada en un 26%, y los incrementos de precios de los insumos médicos”, había explicado ayer a la tarde a Clarín –antes de que se decidiera levantar la protesta– Néstor Gallardo, presidente de la Asociación de Entidades de Medicina Privada (ADEMP).

Las cámaras empresarias había recibido además la “presión” de Defensa del Consumidor de la Ciudad, que ayer había dictado una medida preventiva que ordenaba a las prepagas y las clínicas a proveer el servicio a sus afiliados o, en caso contrario, podrían recibir sanciones.

El conflicto no es nuevo. A mediados de este año, las clínicas cerraron un acuerdo con el sindicato de la sanidad por una suba salarial de 26 por ciento en dos etapas: 16 por ciento en agosto y 10 por ciento en diciembre. Entonces, como ocurre cada año, las prepagas presentaron su pedido de autorización ante el Gobierno nacional para aumentar las cuotas en esos porcentajes y en esos meses. Justifican el pedido al decir que, de esa forma, compensarían no sólo la suba de remuneraciones, sino también el encarecimiento de insumos y servicios. El viernes los funcionarios del Gobierno escucharán cara a cara los reclamos de los empresarios.

La situación es similar a la que se planteó en agosto pasado. Para fines de ese mes, las clínicas habían anunciado un paro, que fue suspendido cuando se autorizó un aumento en las cuotas de los afiliados de las prepagas, de 9,5 por ciento. El anterior aumento había sido del 8 por ciento en mayo pasado.