Alberto Fernández buscará tener de primera mano un panorama de estos días de aislamiento social obligatorio en una zona con profundas dificultades. También deberá escuchar planteos y contener las inabarcables necesidades y diagramar la coordinación en salud, asistencia social y seguridad ante el avance del coronavirus. El Presidente recibirá esta mañana a los intendentes del conurbano bonaerense, acaso el territorio más sensible por la potencial propagación de la enfermedad en los barrios populares y el impacto económico de la cuarentena.

El encuentro será en la Quinta de Olivos, con la presencia del gobernador Axel Kicillof y unos 25 jefes comunales del primer y segundo cordón. Alberto F. lo confirmó en la entrevista con Telefé y tanto dirigentes peronistas como de Juntos por el Cambio confirmaron asistencia, en un escenario de incertidumbre. "Hemos citado a todos los intendentes para ver exactamente qué es lo que necesitamos desplegar para que todo sea atendido", procuró transmitir tranquilidad el jefe de Estado. Entre la Ciudad y el Gran Buenos Aires se concentra el 70% de los casos de coronavirus.

"Nos pidieron que llevemos información de la infraestructura sanitaria del municipio y qué posibilidades de ampliación tenemos en cuanto a instituciones, lugares en los que se puedan ubicar más camas. Vamos a escuchar y aportar lo nuestro", dijo a Clarín un intendente del sur. Peronistas, kirchneristas y de Juntos por el Cambio se mostraron en las últimas horas cruzados por preocupaciones similares. En cuanto al sistema de salud, en crisis aun antes de la irrupción de la pandemia, la cantidad de camas de terapia intensiva encendió alarmas en la mayoría de los distritos.

Ante la eventual proximidad del pico de personas con el virus en el país, durante el fin de semana comenzaron los relevamientos de instalaciones en los municipios, cifras que quedarán sobre la mesa en la reunión en Olivos. Las autoridades incluyeron clubes -el Ejército ya montó una base en el predio de Quilmes, por caso-, pensiones de equipos de fútbol, hoteles de los gremios e incluso albergues transitorios, como alternativas para sumar camas. Alcaldes consultados por este diario indicaron que podrían afrontar la convocatoria de médicos y enfermeros. La mayor dificultad, y uno de los pedidos cantados al Presidente, será el equipamiento de alta complejidad y los respiradores.

En buena medida esos sitios se usarán para atender casos menos graves y descomprimir el sistema de salud. En algunos distritos buscarán apurar la instalación de hospitales modulares de emergencia o terminar la ampliación de Unidades de Pronta Atención (UPA). En una de las intendencias con mayores urgencias evaluaron la reapertura de un centro de salud, pero la Provincia lo descartó por considerarlo inviable técnicamente.

La profundización de la crisis económica será otra cuestión sensible en la reunión con el Presidente. "Comida y seguridad van de la mano", graficaron con crudeza en municipios con altos niveles de pobreza, situación endémica en la mayor parte del conurbano y profundizada en los últimos años con el combo de inflación, recesión, aumento del desempleo y caída de las changas. "Si conseguimos contener con los alimentos se puede contener el resto. Pero hay que tener en cuenta que esta vez el mal humor social viene mezclado con el aislamiento", plantearon en una de las gestiones peronistas.

El Gobierno viene anunciando mejoras en la asistencia social, desde la duplicación por este mes de la AUH a bonos de $3.000 para beneficiarios de planes sociales y jubilados que cobran la mínima, la suspensión de las cuotas de abril y mayo de los créditos de la ANSeS y este lunes medidas de "alivio" para monotributistas y trabajadores no registrados. Aun así los intendentes advirtieron por eventuales desbordes y plantearán la necesidad de refuerzos en la seguridad por parte de la Policía Bonaerense o las fuerzas federales. "Con la municipal no alcanza", alertaron.