Preocupación en el Gobierno por la ola de secuestros extorsivos

Preocupación en el Gobierno por la ola de secuestros extorsivos

Tras la liberación de un chico de 10 años que estuvo dos días cautivo en un hotel de Constitución, la ministra Bullrich dijo que se trabaja para "frenar esta cantidad" de hechos; este año suman 104 casos

El secuestro y la posterior liberación de un chico de 10 años que estuvo cautivo casi 36 horas en un hotel de Constitución, por el que su familia estaba por pagar 150.000 pesos de rescate, encendieron la preocupación del Gobierno sobre esta modalidad delictiva, que ya suma 104 casos en lo que va del año.

"Los secuestros son una de las peores metodologías hacia la gente. Estamos convencidos de que estamos llegando a los núcleos donde se están cometiendo estos delitos y vamos a lograr frenar esta cantidad de secuestros que ha habido. Estamos trabajando en conjunto con la provincia y con la ciudad de Buenos Aires en la parte preventiva", dijo ayer la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich.

Después de la liberación del menor, que había sido secuestrado dos días antes en la villa Zavaleta, en el sur de la Capital, el jefe de la Policía Federal, comisario general Néstor Roncaglia, sostuvo en declaraciones a Radio 10: "Todo secuestro extorsivo es grave, pero cuando hay un menor de por medio es más grave aún. Estos hechos son cíclicos, aunque ahora hay más difusión y la gente los denuncia más. Lo que sí pasa es que estos casos causan conmoción social y mucha preocupación en la ciudadanía".

Se trata de la primera vez que autoridades de alta jerarquía de la administración nacional opinan a través de los medios de comunicación sobre una modalidad delictiva que parece no tener freno en el área metropolitana. Eligieron para hacerlo un caso que tiene características particulares: parte de la banda que protagonizó el secuestro era conocida de la familia de la víctima.

No fue, como en la mayoría de los recientes casos, un rapto al voleo, donde la víctima es capturada cuando circula en su auto o llega a su casa, como ocurrió en las últimas horas en Parque Leloir, partido de Ituzaingó, donde un comerciante textil de 53 años fue secuestrado cuando llegaba a su vivienda por varios delincuentes que lo liberaron tras el cobro de unos 10.000 dólares de rescate.

En declaraciones a Radio Mitre, Bullrich dijo que el del chico no fue un secuestro extorsivo común, sino "una extorsión", porque los delincuentes sabían que "la familia tenía ingresos suficientes". Según informaron a LA NACION calificadas fuentes de la Policía Federal, por ese caso hubo dos detenidas: una travesti peruana y una paraguaya conocida de la familia de la víctima, que fue quien admitió ante los investigadores dónde tenían cautivo al menor.

El chico fue raptado el lunes, a las 20, en la villa del barrio de Barracas, donde su madre tiene un local gastronómico, una parrilla. "La mujer solía comentar en público que recaudaba entre 1000 y 1500 pesos por día, lo que seguramente hizo que los secuestradores eligieran a su hijo como blanco", reveló a la agencia de noticias Télam un detective.

Gran incertidumbre

El fiscal federal Carlos Stornelli, que ayer a la madrugada encabezó el operativo del rescate del menor, afirmó que durante los dos días que duró el secuestro hubo "al menos 30 llamadas extorsivas" y que el hecho de que una de las captoras fuera conocida de la familia les provocaba "una gran preocupación por la integridad física del menor".

Una calificada fuente de la Policía Federal explicó a LA NACION que cuando se dirigían al hotel Valencia, donde estaba cautivo el chico, en Bernardo de Irigoyen al 1300, pensaban lo peor. "Como una de las personas que cuidaba a la víctima era conocida de la familia, el niño corría muchos riesgos", agregó el informante.

El comisario mayor Raúl Brítez, jefe de la Dirección General de Antisecuestros, Búsqueda y Trata de Personas de la PFA, confirmó a la agencia Télam que el chico fue mantenido "sedado mientras estuvo en el hotel" y reveló que en los dos días que duró el secuestro los captores "entregaron al menos dos pruebas de vida, consistentes en hacer hablar al nene por teléfono".

El detective consultado dijo que los delincuentes habían llegado a exigir 600.000 pesos de rescate, pero la familia del niño acordó un pago de 150.000 pesos, dinero que fue secuestrado por los investigadores.

Según se explicó, la madre del chico fue a la madrugada al primer sitio acordado para el pago, una esquina del barrio de Barracas donde la mujer dejó la bolsa con el dinero al lado de un tacho de basura. El fiscal Stornelli dio la orden de "cortar" el pago y los efectivos de la Policía Federal detuvieron a una travesti que se hace llamar Daiana, que se acercó a levantar la plata del rescate.

Con las dos personas detenidas no se terminó el caso. Los investigadores sospechan que hay otros dos delincuentes que participaron del secuestro y que todavía no fueron identificados.

Una ola que golpea en el área metropolitana

La Capital y el conurbano son el epicentro de los hechos; la mayoría, al voleo

Temperley

Un escribano y su esposa fueron tomados cautivos el lunes, cuando regresaban a su casa después de cenar. Los liberaron tras un pago de $ 150.000

Belgrano

Un comerciante de 26 años fue raptado el domingo cuando circulaba con su auto por Ugarte y Amenábar. Mientras sus captores negociaban el rescate, intentó escapar y le dispararon por la espalda, en San Martín

Lomas de Zamora

El 13 de este mes, el secretario de un juzgado de Familia fue víctima de un secuestro exprés cuando iba en su auto; lo liberaron en el partido de Lanús

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