No sólo por la caída de la imagen de Mauricio Macri y la necesidad de revertir la tendencia en el año electoral. En un escenario de tensión social en aumento, el Gobierno decidió intensificar la asistencia en el Conurbano, mostrar “presencia y cercanía” en los barrios e intentar generar una recuperación del consumo, a partir de la inyección de fondos y el apoyo a empresas en dificultades. Lo resolvió el Presidente luego de hablar con María Eugenia Vidal sobre la situación en ese territorio sensible de la provincia. La gobernadora le describió un panorama preocupante en algunas zonas del Gran Buenos Aires.

“María Eugenia planteó la necesidad de una mayor presencia nacional en el Conurbano, la situación es difícil y es donde más cayó Mauricio. Vamos a hacer todo lo que sea para levantarlo”, dijo a Clarín un alto funcionario de la gobernación bonaerense. El propio Presidente tomó nota, del mismo modo que el jefe de Gabiente, Marcos Peña, advirtió sobre el retroceso que registraron las encuestas en los sectores golpeados por la pérdida del poder adquisitivo y la baja del consumo.

“El escenario es complejo, no hay plata. Cayeron fuerte las changas, que es plata negra y en mano, es una economía potente que no se ve y ese circuito está roto”, coincidieron desde el Ministerio de Desarrollo Social, a cargo de Carolina Stanley. El descontento por el paro docente y el clima social agitado por las protestas potenciaron las preocupaciones.

Macri instruyó a los ministros, en especial a los del llamado gabinete social, que intensifiquen la presencia y la asistencia en las zonas con mayores urgencias del Conurbano, con intervención de otros organismos como ANSeS y PAMI, y también actividades culturales.

“Nos pidió que en conjunto demos contención a los sectores más complicados pero también fomentemos el desarrollo. Que estemos encima de los distritos, que cuidemos a los trabajadores y a las empresas con problemas, que veamos cómo se pueden poner en marcha”, confirmó a este diario uno de los ministros abocados a esa tarea, que incluirá reuniones de seguimiento con los intendentes. “Estamos trabajando para profundizar la ayuda, con una radiografía de la situación para darle mejor destino a los recursos y los servicios del Estado. Un laburo más fino, punto a punto con la gente”, contaron en La Plata.

En un primer relevamiento en conjunto entre Desarrollo Social de Nación y Provincia marcaron en rojo 36 distritos, entre ellos La Matanza, Merlo, Moreno, Almirante Brown, Quilmes, Berazategui, José C. Paz, Florencio Varela, Lanús y Pilar; y más allá del Conurbano, Mar del Plata, Bahía Blanca y La Plata.

El incremento de la entrega de alimentos en diciembre -270 mil módulos para la provincia-, el aguinaldo social y el plus de la AUH habían calmado en parte las urgencias, aunque hace rato que eso quedó atrás. La implementación de la nueva ley de Emergencia Social volverá a llevar algo de alivio a partir de mayo, cuando se efectivicen los primeros cobros, según estimaron en la Casa Rosada: “El 80% irá a la Provincia. Será una inyección de plata importante”.

Aun así, para Vidal las acciones no deberían agotarse en la contención social, un diagnóstico compartido por funcionarios del Gobierno nacional. “Va más allá porque es un tema económico, de consumo. El de clase baja sufre siempre y tiene ayuda, ahora se agrega que los de clase media y media-baja están afectados”, planteó un dirigente de confianza de la gobernadora, y agregó: “Están bien las medidas macro que se tomaron para encarrilar la economía. Ahora, la gente no lo va a notar. El consumo tiene que reaccionar”. En la Casa Rosada admitieron como otro error los “precios transparentes”, que frenaron las compras con tarjeta. En La Plata también apuntaron que la obra pública en el Conurbano se aceleró, aunque sin el efecto esperado: lo explicaron con que implica un 25% a 30% del total, y la privada todavía “se está despertando”. Desde el Ministerio de Trabajo de Nación, en tanto, darán prioridad a la Provincia con el apoyo a las empresas en crisis y programas de transformación productiva y capacitación.

A su vez, Macri y Vidal buscarán acelerar anuncios para el Conurbano. El primero será la presentación del SAME en la Provincia, ya en funcionamiento en algunos municipios. Lo apurarán para esta semana. También procurarán presentar inversiones (como la del jueves pasado en la planta de Peugeot-Citroën en el Palomar) e inauguraciones.

“Este año va a haber muchas finalizaciones de obra”, prometieron en Interior, con una planilla que marca para el Gran Buenos Aires 462 en ejecución, otras 34 por iniciarse y 76 en proceso de licitación en agua y saneamiento, vivienda, obras hídricas, escuelas, hospitales y espacio público.

“Estamos haciendo foco en la Provincia. La mayoría son obras de fondo, enfocadas en la disminución de la pobreza estructural. Pasaron 30 años de peronismo y cuánto falta por hacer de cloacas y agua potable”, marcaron cerca de Rogelio Frigerio, también a cargo de la nueva edición de Procrear que en buena medida recaerá en el distrito.

Se trata de uno de los ejes discursivos en los que insiste Macri: contraponer las “soluciones de fondo” a los “atajos” atribuidos al kirchnerismo. En Balcarce 50 y La Plata no ocultan la preocupación por la efectividad de la consigna si se demoran los resultados concretos y la recuperación del consumo. Y faltan poco más de siete meses para las elecciones.