Preocupación entre los nuevos intendentes del conurbano por la herencia que recibieron

Muchos se encontraron con serios problemas financieros y de infraestructura

Fueron protagonistas de un impacto y ganaron municipios del conurbano dejando atrás a históricos caudillos y dirigentes de peso. Pero ahora, en sus primeras horas de gestión, los nuevos intendentes se enfrentan a un arranque en el que se mezclan las pocas certezas que pudieron obtener en sus transiciones con los problemas iniciales de la administración. Gustavo Menéndez (Merlo), Juan Zabaleta (Hurlingham), Nicolás Ducoté (Pilar), Leonardo Nardini (Malvinas Argentinas), Néstor Grindetti (Lanús) y Mariano Cascallares (Almirante Brown) asumieron en sus respectivos distritos y buscan aclimatarse rápido a la herencia de los ex intendentes Raúl Othacehé, Luis Acuña, Humberto Zúccaro, Jesús Cariglino, Darío Díaz Pérez y Daniel Bolettieri, el reemplazante interino de Darío Giustozzi.

La llegada al poder de Gustavo Menéndez (Frente para la Victoria), en Merlo, estuvo marcada por el enfrentamiento frontal con Raúl Othacehé. Ya instalado como nuevo jefe comunal, Menéndez explicó a LA NACION la situación con la que se topó: "Encontramos una deuda de más de $ 400 millones y cero peso en la caja. A los municipales se les deben los sueldos de noviembre. De alguna manera vamos a abonarles, posiblemente con la declaración de la emergencia económica que nos permita no pagarles a proveedores para afrontar la deuda con los empleados". Menéndez contó que encontró empleados municipales "muy bien predispuestos", pero también "muchos ñoquis que fueron pasados a planta permanente".

Sin datos oficiales se manejó otro nuevo intendente elegido por el FPV, Juan Zabaleta, de Hurlingham. "Algunos equipos nuestros se sentaron a conversar con los de Acuña, pero no fue muy productivo", contó a LA NACION sobre la transición.

Zabaleta tuvo su primer día completo de gestión el jueves y lo usó para recorrer el hospital municipal y el polideportivo. "En el hospital encontré la guardia sin médicos y muy mal el piso de terapias. En el polideportivo, los vestuarios parecen los baños de Constitución en la década del 70. Ya hay un refuerzo de médicos y albañiles trabajando en el hospital. La semana que viene arrancarán los arreglos en el polideportivo." El intendente agregó que heredó "$ 10 millones de deuda con proveedores y 13 millones con la empresa de recolección". Y subrayó: "El municipio tiene $ 17 millones en el banco, por lo que faltan siete millones para pagar sueldos y aguinaldos, pero con la coparticipación llegaremos".

En Pilar, a pesar de una transición tranquila, con encuentros periódicos entre el mandatario que se fue, Humberto Zúccaro (FPV), y el que asumió, Nicolás Ducoté (Cambiemos), la situación que encontró el nuevo intendente es crítica. "No tenemos para pagar los sueldos. Veremos cómo podremos arreglarnos, deberemos solicitar auxilio financiero de la provincia y de la Nación", advirtió Ducoté. "Sabemos que la deuda ronda los $ 280 millones, pero hay información todavía dudosa", señaló, y agregó: "Todavía no pude determinar cuánta gente trabaja en la municipalidad. Los próximos días serán de inventario".

Pocos datos

"No hubo datos oficiales certificados", explicó Leonardo Nardini (FPV), quien asumió como intendente de Malvinas Argentinas en reemplazo de Jesús Cariglino. En sus primeras horas de mandato contó que encontró "mucho personal aglomerado en distintos lugares tratando de no ser identificado", y aclaró que analizarán "caso por caso, con un censo pormenorizado". Confió en "llegar bien a pagar sueldos y aguinaldos con la coparticipación".

Un detalle relevante para la gobernabilidad del nuevo intendente de Malvinas Argentinas está en el Concejo Deliberante. "Cuatro concejales cariglinistas acompañaron la designación del nuevo presidente del Concejo", dijo Nardini, quien indicó a LA NACION que espera contar con el apoyo de esos ediles en su gestión.

Néstor Grindetti (Cambiemos), intendente de Lanús, también entró a la municipalidad con poca información. "Teníamos datos gruesos, si bien nos abrieron las puertas y me reuní cuatro o cinco veces con Díaz Pérez", aclaró Grindetti. "Encontramos una caja que alcanza para pagar salarios y nada más", indicó.

El flamante intendente agregó que está preparando un plan de contingencia "por una crisis de electricidad e inundaciones". Prometió "operativos especiales durante tres meses" para atender los cortes de energía que prevé y los problemas que pueden traer las fuertes lluvias.

Mariano Cascallares (FPV) asumió en Almirante Brown después de ocho años de gobierno de Darío Giustozzi y su delfín, Daniel Bolettieri. Protagonizó una transición tranquila con las autoridades salientes, si bien cuando las enfrentó en las PASO fue muy crítico. "Aprovechamos la transición para armar un nuevo presupuesto, de 1620 millones de pesos, que se aprobó el miércoles y que tiene un fuerte énfasis en la descentralización del municipio", destacó Cascallares. "Pero Brown no escapa a las generales de la ley, tenemos problemas financieros importantes", admitió.

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