Preocupa en Moquehuá los efectos de las fumigaciones con agroquímicos

Preocupa en Moquehuá los efectos de las fumigaciones con agroquímicos

Un relevamiento sobre las fumigaciones con productos químicos, revela un grave problema ambiental de fuerte impacto en la salud de la comunidad.

Un trabajo de alumnos y alumnas de 2º A y B de la Escuela Media de Moquehuá reveló la enorme preocupación en la comunidad sobre los efectos del mal uso de agroquímicos (considerados como agrotóxicos), que afectan a las personas que los manipulan y que habitan las zonas pobladas.

A través de una encuesta en formato de video, los alumnos relevaron a diversos actores de la comunidad. La investigación fue presentada en la feria anual de la institución en Moquehuá y el viernes 25 de noviembre, antes de la exhibición de la película "La Tierra Roja” en el Parque Cielos del Sur, en una actividad organizada por Eco Chivilcoy y la agrupación política "Patria Grande”.

En el final del trabajo y a modo de conclusión, expresan que "pérdida de embarazo, malformaciones genéticas, mutaciones, cáncer, leucemia, afecciones respiratorias severas son solo algunos de los problemas de salud cada vez más recurrentes. Las modificaciones en el medio ambiente no demoran mucho tiempo en advertirse en el hábitat e, irremediablemente, en nuestros cuerpos”.

Y destacan que "En la República Argentina, existe una controversia creciente respecto de los efectos tóxicos a largo plazo de la exposición humana a agroquímicos de aplicación periurbana aérea o terrestre. El extensivo problema de la dispersión de pesticidas en el aire afecta a una diversidad de comunidades a través de todo el país”.

 

Datos de las entrevistas

La primera entrevista es al productor Alberto Abel Berazategui, quien ante la pregunta si los agroquímicos son nocivos para la salud, respondió: "Prefiero no contestar. Yo creo que usado como corresponde no crea problemas. La prueba es que conozco gente de mi edad, de 70 años, que está desde hace 55 y tienen una salud de fierro. Los puedo nombrar. Además, el daño para la gente puede venir en las semillas o en el pan. Decir que no hay que fumigar porque trae problemas a la salud…”.

"Otra cosa. Ustedes están al tanto que no se puede fumigar cerca de las poblaciones, no?” (pregunta el productor)

- Sí (responden los alumnos)

- Y la gente que vive del campo, qué hacemos? O hay que dejar que se extingan? Quién las manda a hacer esto (la entrevista)?

- Es un proyecto (alumnos)

Bueno, pregúntenle eso, qué hay que hacer con la gente del campo, que tienen los mismos derechos que todos. Acá el problema es el glifosato. Es un agroquímico que le rompió el negocio a todos los demás, entonces, hay muchos intereses. Y, ojo, yo no soy hincha del glifosato de Monsanto, que es una empresa que se tragó el mundo, pero el glifosato no es lo que dicen. Controla la maleza y a los ocho días ya no está, no tiene poder residual, cuando entra en contacto con la humedad se degrada. Es mi idea.

En otro testimonio, una vecina opinó que "hace no mucho tiempo que se tomó conciencia” respecto a este problema, "como si fuera algo natural (la fumigación), lo hacen en los campos en las afueras del pueblo. Era algo normal”.

Remarca luego que las fumigaciones "no debería hacerse tan cerca del pueblo, no sé cuál es la distancia. Hay que seguir peleando, protestando, porque si nos quedamos callados... Con el tiempo, hay muchas cosas que suceden en nuestra salud y nos vamos a dar cuenta que vienen de esta situación que se vive desde tanto tiempo”.

Y respecto al lavado de bidones, señaló: "Acá, a una cuadra, hay un galpón donde se hace el lavado. Las napas de contaminan… si esto pasa cerca, se supone que también a otras escalas. Nosotros comemos y respiramos todo lo que pasa acá (lavado de equipos con agroquímicos)”.

"En Moquehuá hay muchas enfermedades relacionadas con el hipotiroidismo. En mi familia, la mayoría de las mujeres y en casos particulares, también”, añadió.

Otro entrevistado es un ex empleado de la firma Andreoli, Germán Canullo, que tuvo que ser transplantado de la médula, según señaló, a raíz de su exposición a los agroquímicos. "Estoy en contra de su uso. Hay que tomar muchas medidas de seguridad, por ejemplo usar máscaras, guantes… Sufrí una intoxicación por usarlo mal. Me tuvieron que hacer transplante de médula”.

Consideró que si se siguen usando mal estos elementos, "vamos a terminar todos envenenados. De a poco, nos vamos intoxicando todos”.

 

El proyecto

La docente a cargo del curso Laura Razzari, profesora de Historia, es además es concejal del Bloque Feminista. Expresó que la problemática del uso de los agroquímicos "parece que sigue siendo natural, porque hay quienes andan dando charlas en el sentido que es posible amortiguar los efectos con buenas prácticas, cuando sabemos perfectamente que no hay buenas prácticas que eviten la contaminación y la muerte”.

Respecto al surgimiento del proyecto, señaló para el informe que, en las horas de Historia, trabajan respecto al proceso de colonización, del siglo XV al XVII. "Normalmente atravesamos contenidos históricos con alguna perspectiva que les permita hacer un análisis, como la situación de las comunidades aborígenes, el acuífero guaraní y los agrotóxicos”.

De acuerdo a los testimonios, los alumnos se encontraron con información muy disímil a la que habían venido investigando, que es el uso de los agroquímicos como un nuevo proceso de colonialismo. "Hablamos de lo que hoy en día exportamos, que es la fertilidad de la tierra. Salieron a ver si los adultos con que conviven pensaban de esta manera”, expresó y agregó que los chicos "volvieron desolados, porque se encontraron con la ausencia de la conciencia”.

Luego, añadió que "para algunas personas es más importante la producción, el negocio que la vida de las personas que sufren la fumigación” y acotó la "tendencia perversa de la Ley Coll Areco que está ahí, trabada y esperemos que no prospere, porque de ser así van a poder fumigarnos a diez metros de nuestras casas y a 200 metros por aire y no van a haber controles”.

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