Telefónica busca convertirse en accionista mayoritario de Telecom Italia’. Este título, que varios medios europeos usaron para informar sobre la posibilidad de que el grupo español avance en el capital de la operadora italiana, trajo inquietud al gobierno argentino.

Ocurre que mas allá del resultado que esta saga europea tenga, seguramente traerá consecuencias para la filial local de Telecom Italia, donde el grupo europeo es dueño del 68% de Sofora Telecomunicaciones, sociedad controlante de la operadora local. El restante 32% es propiedad de la familia Werthein. A su vez, Sofora controla Nortel Inversora, dueña de 54,4% de Telecom Argentina. Otro 45,23% se distribuye en oferta pública, aunque la firma lleva a cabo un proceso de recompra de acciones. Y otro 0,03% es propiedad de accionistas Clase C.

La mayor preocupación de los funcionarios argentinos se vincula a la posibilidad cierta de que Telefónica pueda incrementar sus tenencias en Telecom Italia. Hoy, el grupo que preside César Alierta forma parte, junto a los bancos Mediobanca e Intesa Sanpaolo, y la aseguradora Generali, del consorcio Telco, dueño del 22,4% del capital de Telecom Italia. A su vez, Telefónica posee el 46% de Telco, del cual sus otros accionistas pretenden salir antes del 28 de septiembre, cuando vence el plazo del pacto que firmaron en 2007 para hacerse del control de la operadora italiana.

Telefónica elevaría su participación en Telco hasta el 70% antes de octubre para luego quedarse con el total de esa sociedad en marzo, momento en que se disolvería el holding.

Analistas internacionales estiman que si el acuerdo se concreta, Telefónica ganaría tiempo para examinar el nuevo plan de negocio que el CEO de Telecom Italia, Franco Bernabe, propondrá en la reunión del consejo prevista para el 3 de octubre y que tiene que ver con la necesidad de reducir la deuda de 29.000 millones de euros.

Si esta operación culmina con éxito, los entes reguladores argentinos tendrán problemas para justificar la existencia de competencia entre las filiales locales de ambas operadoras.

En este sentido, fuentes oficiales consultadas por El Cronista reconocieron estar siguiendo “muy de cerca” las negociaciones que se llevan a cabo en Europa. En este sentido, admitieron que un eventual aumento accionario de Telefónica en Telecom Italia “sería malo en términos de competencia en el mercado argentino”.

Es que desde octubre de 2010 rige para ambas filiales un acuerdo que firmaron con el Gobierno para evitar prácticas de monopolio en el país teniendo en cuenta que ambos compiten en el mercado local de las telecomunicaciones. En ese momento, ambas empresas se comprometieron a adoptar una serie de medidas a través de las cuales no hay ni control, ni influencia sustancial, ni intercambio de información entre sus filiales en Argentina. El acuerdo, que está vigente, también determina que Telco no puede formar parte de la toma de decisiones en Argentina.

Este convenio fue el corolario de una investigación iniciada por la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia (CNDC) en 2007 para determinar las consecuencias que tendría en el mercado local el ingreso de Telefónica de España en Telecom Italia. También la Comisión Nacional de Comunicaciones (CNC) y el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, dieron el visto bueno al acuerdo.