Preocupa la falta de galpones para el secado del tabaco

Preocupa la falta de galpones para el secado del tabaco

El rendimiento del burley en Misiones este año supera ampliamente al alcanzado en años anteriores lo que genera buenas expectativas en los productores, pero también desnudó falencias en la infraestructura de las chacras, especialmente en materia de galpones para el secado de las hojas.

Advierten que muchos productores están secando el tabaco al aire libre o lo están apretando más de la cuenta en los galpones.

“El tabaco dio tan bien este año que ahora no alcanzan  los galpones para secarlo”, comentó Gustavo Piñeiro, presidente de la Cámara de Tabaco de Misiones (Catam). De ese modo el dirigente resumió el principal problema que están enfrentando una buena parte de los productores de burley de la provincia de cara a un año que promete ser mucho mejor que los anteriores. Fuentes del sector y del Gobierno provincial reconocen que el problema es en parte por falta de previsión y en parte atribuible a demoras en la llegada de fondos del FET destinados a mejorar las chacras.

Se estima que durante el acopio que se realizará en los primeros meses  del año próximo, se entregarán alrededor de 34 millones de kilos, casi el doble que el año pasado, cuando apenas se logró llegar a los 18 millones de kilos. La cifra estimada para el año próximo supera las predicciones más optimistas, que preveían un volumen de 30 millones de kilos.

Ocurre que no solamente la mayoría de las plantas lograron cumplir su ciclo en campo sin sufrir los efectos negativos del clima, cosa que no ocurría hace al menos tres años, sino que también se logró un buen rendimiento por planta, con hojas grandes y pesadas.

Productores explicaron que el tabaco producido este año pesa casi el doble y ocupa casi el doble de espacio en los galpones. Claudio da Silva, productor de la zona de Itacaruaré, indicó que ya ocupó todo el espacio que tenía en sus galpones y solo llegó a colgar la mitad del tabaco que tenía en campo. Después siguió cosechando, pero no le quedó otra que colgar el tabaco al aire libre, a merced de los caprichos del clima.

“Cuando seque un poco más el tabaco, voy a apretar un poco el que ya tengo colgado dentro del galpón, para hacer más lugar, hasta que pueda empezar a enfardar”, indicó Da Silva, reconociendo que en eso de “apretar” el tabaco dentro del galpón se corre riesgo de que se dañe.

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