Prendiéndole una vela al juez Griesa

Por Daniel Fernández Canedo

Ningún funcionario lo va a decir públicamente, pero sólo una decisión del juez Thomas Griesa para restablecer el amparo (aunque sea por 24 horas) y permitir el pago a los bonistas que entraron a los canjes de deuda en 2005 y 2010, evitaría que la Argentina vuelva a caer en default.

 

Funcionarios de Economía dejaron trascender (tienen totalmente prohibido tener contacto con los fondos buitre) que los abogados argentinos, en forma absolutamente informal, tantearon a los buitrespara ver qué voluntad tenían para que sean ellos, en la reunión con el juez del próximo martes, los que pidieran la restitución del “stay” para permitir el pago sin que hubiese embargos.

El tema es central y constituye una guerra de nervios en la que el Gobierno dice que ya pagó (depositó US$ 539 millones) pero que el juez frenó el pago y los buitres temen que si el juez dicta el amparo dilataría sus posibilidades de cobro.

Los más esperanzados apuestan a que el juez le abrirá al Gobierno la posibilidad de realizar un depósito judicial de US$ 300 millones como forma de darles a los buitres alguna señal de que la Argentina está dispuesta a cumplir con el fallo del juez y que a partir de enero, con la financiación de bancos internacionales, los buitres terminen cobrando en bonos que puedan ser cambiados al instante para totalizar un pago de US$ 1.600 millones.

Después vendrá la discusión sobre el resto de la deuda que no se presentó a los canjes y que se calcula entre US$ 13.000 y US$ 15.000 millones, montos estos sobre los cuales, se supone, la oposición política tendrá algo que decir ya que la deberán pagar las futuras generaciones de argentinos.

En el fallo en que fijó el pago a los fondos buitre, el juez de Nueva York sostiene que eso es lo justo “después de 10 años de litigio” y, aunque no lo dice el juez, diez años en los que el Gobierno, por falta de vocación, de conocimiento, o por desidia no logró generar una solución y ahora debe prenderle una vela al polémico juez Griesa (los bancos le cuestionan que se haya metido con el sistema de pagos del Bank of New York) para que habilite el pago a bonistas y la Argentina, aunque con características “muy” distintas a las de 2001, vuelva a caer en un default.

La Presidenta aseguró que la Argentina no entrará en default porque, dijo, quiere “pagarle al 100% de los acreedores”.

Habrá que esperar, por lo menos, hasta el martes, para comprobar si el Gobierno aleja un poco al país del abismo.

Ayer los mercados, una vez más, volvieron a subir con fuerza apostando a que habrá una solución viable, aunque sea para ganar tiempo hasta principios del año próximo y evitar, según creen los funcionarios) una nueva ola de juicios.

Evidentemente, o apuestan fuerte, o tienen información privilegiada de la que la mayoría de los argentinos carece mientras se sigue en la cornisa.

Comentá la nota