“Prefiero decir que no, que hacer demagogia con la necesidad de la gente”

“Prefiero decir que no, que hacer demagogia con la necesidad de la gente”

El secretario de Obras Públicas Carlos Katz le dijo a La Vanguardia que la comuna no tiene fondos propios para encarar planes de viviendas y cargó contra la gestión anterior: “a mucha gente en vez de darles una solución, les regalaron un problema”. 

La obra pública, desde que se tiene memoria, ha sido la base en la que se han sustentado la mayoría de las administraciones municipales en el territorio bonaerense. Sin embargo, la mala praxis política, la corrupción, y el desvío de fondos hicieron en algún caso que  muchos de esos proyectos quedaran a mitad de camino. Paralelamente, otros temas como la inseguridad o la salud pública invirtieron ese orden de prioridades para los gobiernos. Por eso, no es extraño cuando los principales esfuerzos del intendente Reino apuntan a mejorar la estructura de la seguridad y la situación del Hospital local. En ese contexto, quien conduce hoy la secretaria de Obras Públicas, el arquitecto Carlos Katz, debe lidiar con la pesada herencia recibida y con fondos que  ya no llegarán a discreción. En una entrevista con La Vanguardia, el funcionario consideró que “estamos satisfechos con lo que pudimos hacer en este breve tiempo, pero conscientes que todavía falta mucho por mejorar para dar respuesta a la demanda que los vecinos merecen. En casi todas las áreas de nuestra Secretaría pudimos poner en marcha trabajos. Y en todas aspiramos a poder mejorar y consolidar mecanismos de gestión más estables. Eso requiere reasignar y ampliar recursos, ya sea equipamiento y maquinaria, insumos y personal, para poder alcanzar una gestión sustentable en el tiempo”, explicó.

-¿Todavía siguen apareciendo irregularidades en el manejo y las compras del área en la anterior gestión?                                                                                                                                 -No soy quien para determinar si una acción u omisión administrativa debería calificarse como irregularidad. Sí es cierto que siguen apareciendo expedientes de contratos de obras públicas que por lo menos presentan desprolijidades, ante lo cual hago lo que creo que corresponde, que es girarlo a la Asesoría Legal para que evalúe y determine los pasos a seguir. Yo no soy abogado ni fiscal, así que trato de concentrar la mayor parte de mi tiempo en gestionar y pensar obras a futuro, me esfuerzo en recuperar obras que quedaron por la mitad por falta de fondos y trato de atender demandas de los servicios públicos que a mi criterio deben mejorar mucho. -¿Es posible pensar en planes de vivienda en esta coyuntura?                                                      -La concreción de planes de viviendas no depende de la Municipalidad. Me animaría a decir que casi ningún municipio cuenta con recursos económicos para encarar grandes planes de viviendas. Eso dependerá de lo que la Provincia, a través del Instituto Provincial de la Vivienda, y la Nación a través de distintos programas, bajen a cada distrito. Nuestra obligación es generar condiciones para que esos planes puedan ser ejecutados en nuestra ciudad. Eso requiere planificar dónde y cómo hacerlos, estar en condiciones de darles servicios básicos y generar mecanismos de control sobre lo que se construya. A eso sumemos la imperiosa necesidad de que se establezcan reglas transparentes y razonables para definir quiénes serán los beneficiarios de esas viviendas. La experiencia pasada es muy mala a mi criterio, salvo el PROCREAR que tuvo buenos resultados. Andar regalando terrenos, en muchos casos inundables o sin servicios, construyendo viviendas masivas que ni siquiera se llegan a terminar y generan usurpaciones y conflictos, no es mi modo de imaginar una política de viviendas. -¿Cómo se resolverá el déficit habitacional?-Con una política transparente y una planificación adecuada. Con una línea de base, que es garantizar servicios básico y factibilidad hidráulica. Con una gestión de tierras que nos permita contar con opciones para los distintos programas que puedan llegar a Balcarce. No es lo mismo un PROCREAR, que apunta a un determinado usuario, con proyectos y gestión de obra a cargo del beneficiario, que un plan de viviendas colectivo donde es el Estado el responsable de gestionar, controlar calidad de obra y gasto para luego entregarlas. La línea de base es la misma para todos como dije. Pero las líneas de gestión deben estar estratificadas y pensadas para casa caso. Hay mucha demanda de vivienda, desde distintos sectores de la comunidad. Pero queremos dar respuestas serias. Se han repartido casi todos los terrenos que tenía el Municipio, y en eso casi que tenemos que empezar de cero. Y a mucha gente en vez de darles una solución, les regalaron un problema. Terrenos que se inundan, calles sin abrir, servicios que no llegarán nunca. Nosotros no vamos a hacer eso. Prefiero decir que no, que no cuento con una solución inmediata que hacer demagogia con la necesidad de la gente. 

-¿Los caminos rurales y la resolución de 26 puntos críticos fue el gran logro de estos cien días?   Fue uno de los desafíos  que nos encomendó el Intendente. Yo creo que el logro estuvo en poner la maquinaria en movimiento, en mostrar que estamos trabajando y que tenemos buena fe y voluntad para encarar el tema. Si es por la cantidad de kilómetros de caminos por atender, todavía estamos lejos y por eso yo no hablaría de logros. El logro será el día que hayamos consolidado un sistema sustentable, y con participación de los contribuyentes. Y no andar corriendo atrás de las emergencias. Igual, estamos contentos con lo hecho en 100 días. Recuperamos varias máquinas que estaban rotas, nunca faltó combustible y contamos con un gran aporte de los empleados del corralón. Pero vamos por más.

-¿El servicio de recolección puede seguir funcionando cómo está?                                               -Sí, no creo que sea un servicio que genere quejas en la población. Sí deben destacarse dos cuestiones: una es que la ciudad creció más allá del área que cuenta con recolección y habrá que ver cómo cubrir esa nueva demanda. Y lo otro es que el costo del servicio, cada vez cuesta más al Municipio llegar a pagarlo. Asumimos con una gran deuda que dejó la administración anterior con la Empresa Ashira. Nuestra gestión en estos meses trata de ir pagando regularmente el servicio, pero está claro que lo que recaudamos por Barrido y Limpieza no alcanza a cubrir los costos del contrato. Estamos armando el Pliego de Licitación y necesariamente contendrá distintas variantes para que los oferentes coticen y entonces veremos qué combinación y qué costo se pueden elegir. Lo que es seguro es que vamos a ser muy prudentes y responsables en esto: no vamos a contratar algo que no podamos pagar, porque es fácil acumular deuda para que la pague el que sigue, pero no es nuestro modo de ver la gestión pública.

Comentá la nota