Precios que no cierran

Precios que no cierran

La Auditoría General de la Ciudad publicó un informe sobre la construcción de las redes Sur y 9 de Julio del Metrobus. En el documento se denunciaron varias irregularidades, sobre todo vinculadas a sobreprecios en las obras y la falta de controles durante los trabajos

Desde mediados de 2010 se convirtió en el caballito de batalla del PRO. Fue una de las principales herramientas de seducción durante la última campaña electoral en las localidades limítrofes a la Ciudad. El Metrobús, que se pensó como una medida para contrarrestar la imposibilidad de financiamiento para la expansión de la red de subterráneos, se transformó en la principal política de transporte del ex jefe de gobierno, y ahora presidente, Mauricio Macri.

Tamaña construcción, en tiempo récord, no estuvo exenta de irregularidades. Según un informe de la Auditoría General de la Ciudad, que analizó la construcción de las líneas 9 de Julio y Sur. Si hay una palabra que se repite poco en las auditorías es “imprevisión”, lo que en este caso, es frecuente, según denunció el cuerpo de auditores.

La falta de control sobre las obras fue algo también recurrente para los auditores, que estipularon que hubo una serie de “debilidades de control y seguimiento que se refleja en la falta de información relevante en los Libros de Obra, particularmente en cambios o modificaciones en los trabajos ejecutados”.

El documento estuvo lleno de polémica desde sus inicios. Es que en pleno proceso de confección, desde la UTE que se encargó de la construcción del Metrobús Sur, la UTE conformada por Bricons y Miavasa, presentaron un nuevo certificado de liquidación final en el que estipulaban que habían recibido más dinero del que costó la obra de la construcción del Metrobús Sur.

Según la copia oficial de la liquidación final que data del 24 de abril de 2015, la subsecretaría de Transporte, cuyo titular era el ac-tual ministro de similar cartera pero nacional, Guillermo Dietrich, el Ejecutivo admite el sobreprecio de $ 1.200.422,55, que se le descontaría de la próxima licitación que ganase.

Pero esas no fueron las únicas irregularidades encontradas por la Auditoría General de la Ciudad (AGCBA). Según el informe al que tuvo acceso Qué en toda la obra hubo falta de controles en los certificados de obras. Los auditores tampoco encontraron el motivo por el cual el tiempo de construcción se cortó en 1/4 parte. “No surge de la documentación analizada las razones por las cuales se redujo una cuarta parte el tiempo planificado para el desarrollo de las obras, ni cuál fue la urgencia mani-fiesta para ello”, sostuvieron en sus conclusiones.

Otro de los puntos que destacaron los auditores fue la falta de transparencia en la identificación de las obras. “El objeto de las licitaciones para ambos corredores fue la instalación de paradores para espera del Metrobús, es decir, las estaciones. Por lo tanto, ambas licitaciones constituyeron una parte del Metrobús, quedando otros trabajos esenciales fuera de estas licitaciones”, explicaron en el documento.

A lo que apuntan los auditores es al menos a nueve puntos en los que no se proveyó el material que se había presupuestado. En total se trató de $ 18.000.000 aproximadamente, de los cuales se extendió el crédito pero no se utilizó para lo que se dispuso. Pero ahí no se terminaron las irregularidades que detectó la AGCBA en los paradores; además se aprobó la construcción de dos más (las estaciones Mariano Acosta) con posterioridad a la proyección.

Para la construcción de las dos líneas mencionadas, el gobierno de la Ciudad, además de financiamiento externo, realizó una serie de reasignaciones de partidas presupuestarias, de las cuales, según indica el documento, no hay rastro alguno de su procedencia. “No ha quedado registro de cuáles programas han sido desfinanciados para aplicar sus fondos al Metrobús. Cabe señalar que el gasto de Jurisdicciones aplicado al Metrobús asciende a $ 291.439.116, 34”, de acuerdo a las conclusiones. La cifra representa poco más de 1/3 del costo total de la obra.

La explicación que dieron desde el Ejecutivo es que se trató de un proyecto que involucró no sólo a la Jefatura de Gabinete, y como consecuencia a la subsecretaría de Transporte, sino también a los ministerios de Desarrollo Urbano y Ambiente y Espacio Público.

“De lo expuesto hasta aquí puede concluirse que la Administración licitó la ejecución de una obra (construcción de refugios), que formaría parte de un proyecto integral denominado Metrobús (Corredor Sur y Corredor 9 de Julio) y, en lugar de licitar las demás obras complementarias, incluso con la excepción que habilita el Artículo 9° de la ley N° 13064, interpretó que lo podría ir completando a través de una suma de adicionales, a los efectos de alcanzar la ejecución del referido proyecto integral. Para ello recurrió a modificaciones del proyecto original con el que se llamó a Licitación y la aprobación de Adicionales de Obra que, sumados para ambos Corredores, arrojan un importe de

$114.487.373,93 que representa un 49% del monto total adjudicado”, concluyeron los auditores en su informe.

Pero las críticas no terminaron allí. “Finalmente, puede sostenerse que pese a que la obra fue ejecutada en la cuarta parte del tiempo prevista en el Presupuesto no resultó eficaz, eficiente ni económica. No resultó eficaz porque si bien se ejecutó la obra, ésta no fue la planificada. No resultó eficiente porque en la relación de insumo/producto no se incluyeron en la ecuación todos los gastos necesarios para el funcionamiento del Metrobús. No resultó económica porque no hay certeza de que se haya utilizado la mejor relación costo/beneficio toda vez que no se cotejaron precios a través del proceso licitatorio”, concluyeron los auditores.

Sin publicación oficial

El pliego de licitación para la construcción de las dos líneas de Metrobus mencionadas, Sur y 9 de Julio, según consignaron los miembros de la Auditoría General de la Ciudad no fueron publicados en el Boletín Oficial, como indica la ley de Contratacio-nes. “No se publicó en el Boletín Oficial de la CABA la Resolución N°940-MJGGC-12 mediante la cual se le adjudicó a Brincons SA – Miavasa SA UTE la Licitación Pública, incumpliendo el Artículo 2° del Decreto N° 964/08”, según consignaron los auditores en su informe.

La misma situación sucedió con el ex candidato a diputado nacional por la provincia de Buenos Aires, el comentarista deportivo Fernando Niembro, quien resultó contratado en más de 20 ocasiones por el gobierno sin ser publicadas en el Boletín Oficial.

 

Transbordo sin habilitación

Durante la construcción del Metrobus 9 de Julio, el gobierno estipuló la creación de una estación de transbordo para las combis, que provienen de diferentes puntos de la provincia de Buenos Aires, y que históricamente estacionaban en Diagonal Norte y la mencionada avenida.

Sin embargo, según el informe de la Auditoría General de la Ciudad, nunca aparecieron los papeles de habilitación de dicha central, aún cuando se informó que se había realizado antes de la terminación de la obra del Metrobus. “El Centro de Transferencia de Combis fue habilitado con anterioridad a la conclusión de los trabajos de adecuación de las instalaciones. No consta que las instalaciones hayan sido habilitadas por acto administrativo emitido por autoridad competente”, consignó el documento.

 

Plan de financiación en bonos

La construcción de las líneas Metrobús Sur y 9 de Julio fueron las dos primeras obras que financió el gobierno de la Ciudad bajo el plan denominado “Programa de Financiamiento en el Mercado Local”. En esa emisión, que fue la primera, se colocaron

U$S 100.000.000. Como publicó Qué esa cifra aumentó en un 1.300% como consecuencia de su ampliación. En Hacienda, ante la consulta de este medio, explicaron que el motivo se debió a las dificultades de crear un nuevo plan cada vez que se buscaba financiamiento.

 

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