El precio de la carne, al rojo vivo

El precio de la carne, al rojo vivo
El efecto dólar llegó a la carne: aumentó un 10 por ciento en una semana. Los cortes de mayor calidad están en ascenso, pero todavía se consiguen ofertas.

Entender -o tratar de hacerlo- los motivos de los aumentos del precio de la carne en nuestro país es una tarea compleja. Argumentos más o menos, lo cierto es que la balanza termina siempre castigando al bolsillo del comprador.

La cadena de costos desde que el animal nace, entre alimentos, transporte y mantención de los establos está intimamente sujeto a la moneda extranjera. Si los "verdes" aumentan, los costos también.

Para sustentar esos incrementos, los productores van remarcando el valor del kilo, desde que un ternero se cría hasta que termina adentro de un freezer colgando de un gancho.

En esta sucesión de ajustes de precios, el que termina absorbiendo el costo final es el consumidor en el mostrador de la carnicería.

Este jueves, a menos de una semana de la disparada del precio de dólar a $ 8, el Mercado Norte (un referente local en ventas de mercadería mayorista y minorista) mostraba una imagen algo confusa: ventas mesuradas en algunos puestos y amontonamiento y colas en otros. Todo tiene que ver con los cortes que allí se venden. Y con su precios, por supuesto.

Pasando en limpio, el aumento del valor del dólar se ve reflejado en los carteles: de una semana a la otra, los cortes que le rinden al vendedor aumentaron más de un 10 por ciento.

Decimos "le rinde" porque de allí sacan ganancias. En cambio, otros cortes -los de menor calidad- los venden prácticamente al costo. Esos son, hoy, los más buscados.

Carne "salada". Un kilo de matambre valía hace siete días $ 70. Hoy cuesta $ 78. Siempre refiriéndonos a carne de ternera. Pero, se puede conseguir un kilo de caracú de buena calidad a $ 31, casi lo mismo que cuesta el kilo del ternero faenado apenas baja del camión. O ir por la costeleta, a $ 45.

En esa clase de mercadería que no es del tipo "premium" los aumentos no se notan tanto. Por ello las colas y la demanda.

En cambio, para comerse un clásico asadazo hay que preparar la billetera: el kilo de costilla está entre $ 65 y $ 73 y el vacío anda alrededor de 70. Saladito.

Un cliente que decidió hacer el sacrificio gastó ayer $ 425 en una linda bolsa de carne de 5 kilos. "Está más cara. Pero el asado de soja todavía no existe", tiró para justificar su compra.

Para los comerciantes, la clave de este enigma es la oferta y la demanda. Si la gente se desespera por comprar, no queda otra que prepararse para más aumentos; si se mantiene tranquilo el mercado, tal vez la balanza se apiade.

Demasiadas explicaciones para un único y aún insolucionable problema: la carne está al rojo vivo.

“Los precios se están retrotrayendo”

Sobre el cierre de la semana y tras los anuncios de nuevos acuerdos entre el Gobierno nacional y fabricantes de distintos rubros, el desbarajuste que se armó por la devaluación parece, pese a los aumentos, encaminarse.

Este jueves, desde la Cámara de Comercio de Córdoba (CCC) se mostraron optimista respecto de que se traslade a las góndolas la promesa de retrotraer valores hasta antes de la depreciación del peso.

“Las medidas que el Gobierno anuncia de retrotraer precios, hay alguna verdad en eso, los supermercados están comprando a precios autorizados por la Secretaría de Comercio, si no, no le compran a los proveedores”, precisó Horacio Busso, titular de la CCC.

Además, contó que hubo listas de precios con aumentos el viernes y, el martes o miércoles los proveedores han dejado sin efecto anunciando que volvían a la lista anterior. “Los precios se están retrotrayendo”, afirmó.

“En casos puntuales como la Cámara de Ferreterías, uno de los insumos que había aumentado era el hierro y ayer (por el miércoles) se recibieron informes de que quedaban sin efecto los aumentos de precios, al igual que una de las fábricas de golosinas más importante del país”, puntualizó.

Los autos aceleraron. Donde los valores no retroceden es en las concesionarias de autos. Los cero kilómetro registraron un aumento del 20 por ciento en Córdoba.

Tras una semana de inactividad en las operaciones “hoy (por ayer) volvieron a ser normales”, dijo el vicepresidente de la Cámara del Comercio Automotor de Córdoba, Sebastián Parra.

“El jueves pasado se había cortado la facturación de las fábricas a las concesionarias pero desde ayer casi todas las fábricas mandaron la listas de precios así que podemos volver a hacerles propuestas a los clientes”, explicó Parra.

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