Por el precio, caen las ventas en las panaderías

Por el precio, caen las ventas en las panaderías
El pan se está por convertir en un artículo de lujo para la mesa de los argentinos en general y los formoseños en particular.
El alimento esencial ya está comenzando a costar no menos de $20 el kilo en las tradicionales panaderías de la ciudad, contagiando la tendencia a las panaderías que están más retiradas del centro y que históricamente ofrecieron precios más bajos y sin tanta variedad apuntando al segmento menos pudiente.

Una recorrida ayer de El Comercial por las panaderías que mantenían abierta sus puertas permitió coincidir en el diagnóstico por parte de los vendedores (ante la ausencia de los dueños por tratarse de un día de descanso): “cada vez se vende menos”, aseguraron nuestros interlocutores.

La caída en las ventas impacta más fuertemente en las denominadas “especialidades”, como las facturas y masas finas. “El panfrancés o el miñón mermó la venta pero no se siente tanto como las masas secas o las facturas. Antes, el cliente que siempre nos eligió llevaba la factura para el desayuno y volvía por la tarde para el mate. Ahora eligen a la mañana o la tarde. Y los que antes pedían dos docenas ahora llevan una. Se nota mucho la baja”, confiaba la amable vendedora de una panadería ubicada sobre la Av. Gutnisky.

En el microcentro el panorama es similar. “Hacemos menos cantidad de especialidades porque se vende menos. Yo creo que incide el precio, porque nosotros no podemos sostenerlo mucho tiempo porque la harina que usamos es de primerísima calidad y los precios están por las nubes”, cuenta otra vendedora de una de las panificadoras más tradicionales de la provincia.

La situación preocupa, y demasiado, ya que el factor clave está en la cadena de producción, distribución y venta de la materia prima en un contexto de faltante y concentración. En los últimos quince días los que tomaron la cadena productiva del pan que consumen en su canasta alimentaria, aprendieron mucho, en forma práctica, lo que es la inflación.

Según los analistas económicos del sector “la materia prima de un molino es el trigo que hoy vale más que la soja. En un cuadro comparativo, el trigo cuesta por arriba del poroto. Los precios son tan relativos, pero la inflación no. En las tostadas de la mañana, las pastas del mediodía o las galletitas de la tarde, el trigo siempre presente y hoy, con valor oro”.

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