Precarizados mandaderos, venas cerrando y un chiste urbano

El problema de los mensajeros accidentados y la visión de “Tránsito Entre Todos”. Las gracias a Eduardo Galeano y vías para la autonomía. El bar del Club San Martín a un mes de la muerte de Pablo Martínez.

Dentro de los accidentes viales, un problema particular es el de los mandaderos. Durante los últimos años varios de ellos fallecieron y muchos otros resultaron heridos. El martes, por caso, una chica de 22 años chocó contra una Kangoo en Las Heras y San Lorenzo. Tres días antes, la Mondial de otro joven quedó debajo de las ruedas de un camión en Buzón y Falucho. En ambos hechos, por fortuna, no hubo heridos de gravedad. Sin embargo, resulta oportuno referirse a la problemática.

En la conciencia colectiva de la ciudad aún permanece el recuerdo de Emilio Herrería, quien perdió la vida cuando intentó cruzar, por Paz, con semáforo en verde, la avenida España el 3 de febrero pasado. Ese dolor, por supuesto, no se compara con lo que le ocurrió al mandadero Jorge Miguel Irastorza en enero de 2014, cuando después de un accidente en Marconi y Saavedra tuvieron que amputarle una pierna. De esa forma, el hombre, ya grande (tenía 64 años), quedó con una discapacidad complicada de sobrellevar. Asimismo, si nos remontamos a 2013, podemos recordar a Juan Domingo Lista: murió en julio, horas después de que un auto lo chocara a plena luz del día en Duffau y Ameghino. Tenía 40 años.

El titular de “Tránsito Entre Todos”, considera que en Tandil la gran mayoría de los mandaderos está precarizado. “Sin dudas, una mejor actividad laboral, regulada, controlada, ayudaría a poder disminuir la cantidad de accidentes”, respondió Juan Larraburu ante la consulta de “Abchoy”. El referente explicó que las motos están involucradas en el 60% de los accidentes y que quienes las conducen sufren las consecuencias más graves. Dentro de ese universo, comenta, los mandaderos son un punto más que vulnerable.

“Las largas jornadas de trabajo, sin importar las condiciones climáticas, son otro factor que los deja más expuestos”, dijo. Y advirtió: “Los mandaderos, en su necesidad diaria del sustento de sus familias, cometen infracciones en post de ganar tiempo en la llegada a destino, suben por la vereda y en ocasiones suelen ir manteniendo conversaciones al manejar, lo que resulta peligroso”.

Ante esta realidad, las autoridades de deben preocuparse y ocuparse si la tarea de los mandaderos está registrada, si les respetan sus derechos, si se les exige demasiada rapidez, si se les paga como corresponde, si son explotados. El tema, complejo, no exime los errores que los mandaderos tengan en las calles. Pero resulta central focalizar la mirada en las condiciones de trabajo, situación que compromete tanto a dirigentes locales, provinciales como nacionales. Y a los patrones.

***

Galeano no hubiera sido Galeano sin “Las venas abiertas de América latina”. Y Da Silva Lula, Mujica Pepe y Kirchner Néstor.

Sembraste de utopía los corazones.

Gracias.

***

La rueda sigue girando y la historia no detiene su curso. Nunca lo hará. Por eso, da cierta tranquilidad la afirmación que realizó días atrás Ricardo Lorenzetti: “Los juicios de lesa humanidad forman parte del contrato social de los argentinos y no es posible ningún retroceso ni ninguna amnistía, por más que cambie el Gobierno o las ideas. Eso lo ha dicho la Corte y lo sostendremos mientras estemos aquí”.

Es evidente que para el Presidente de la Corte Suprema de Justicia de la Nación los derechos humanos están lejos de ser un curro. Son, más bien, un punto de partida necesariamente irreversible.

***

Con avances y retrocesos, las fuerzas que pugnan por un país que camine con sus propias piernas siguen luchando. El jueves se cumplieron tres años de la recuperación del legado de Hipólito Yrigoyen, YPF. Un país, con las características geográficas del nuestro, no será autónomo en este nuevo siglo sin sus Yacimientos Petrolíferos Fiscales. Tampoco sin un sistema de ferrocarriles que nos una a todos en comercio y traslado de pasajeros. De allí la relevancia de la recuperación de la administración de los ferrocarriles, que sancionó el Senado el miércoles, tres años y medio después de la ruptura del camionero Moyano con el Gobierno. Más vale tarde que nunca.

***

Detalles a mejorar. El viernes, una mujer acomodó sus horarios, fue hasta el primer piso de la Terminal e hizo la cola correspondiente. Su intención era sacar turno para renovar el carnet de conducir. El empleado que la atendió (buena persona que llegó a ese puesto por un acuerdo político), no sabía bien qué responder y consultó a su compañero. La respuesta fue que no podían darle turno porque solamente daban a quienes la licencia se les vencía el 30 mayo. ¿Tomada de pelo?, se preguntó la mujer hacia sus adentros. Minutos antes había remarcado que su carnet se vencía el 31 de mayo.

A propósito del trabajo que se desarrolla en ese primer piso, el jueves se levantó la clausura del bar del Club San Martín. Las puertas se abrieron al mes del asesinato de Pablo Martínez, que fue ultimado frente a su madre luego de visitar la esquina de Uriburu y Montiel. Allí, según testigos, ante la ausencia o conveniencia del Estado, solía perder y ganar dinero. La vida no es un juego. Sino preguntar a familiares y amigos de la víctima.

***

Volviendo a las vías, la Asamblea de Pequeños y Medianos Empresarios (Apyme) celebró la ley que declara de interés público la recuperación de los ferrocarriles. Digna actitud que contrasta con, por ejemplo, posturas egoístas de la Cámara Argentina de la Mediana Empresa.

Cualquiera, con dos dedos en la frente, se da cuenta de lo que significaría que en estos momentos el peso valga todavía menos. La historia cercana nos recuerda cuánto le costó a las mayorías la devaluación de 2014: aumento brusco de los productos de primera necesidad, después suba generalizada de precios y la consiguiente pérdida del poder adquisitivo.

Así y todo, Came pidió esta semana, a través de su Comisión de Economías Regionales, “aplicar medidas contra el atraso cambiario” y las “excesivas cargas tributarias”. En fin, pujan por devaluar y pagar menos impuestos. Aun a costa de los trabajadores.

***

Para culminar, un chiste. La cláusula primera del Convenio para lotear y urbanizar varias hectáreas aledañas a la avenida Don Bosco dice: “Las partes se comprometen a respetar el espíritu que guía las políticas urbanas del sector, establecidas por el Plan de Ordenamiento Territorial”.

Comentá la nota