Camino a la red, Juan Martín del Potro levanta la vista y agradece al cielo. Roger Federer, en cambio, tiene la mirada perdida en el suelo, mientras se quita con bronca la vincha. Parece la imagen de la final de 2012 en esta ciudad, pero no: hoy se volvió a repetir el mismo desenlace.
El ex número uno del mundo, que necesitaba ganar para asegurarse el boleto al Masters de Londres, disputó (sólo) su tercera final en el año, después de Roma -cayó ante Nadal- y de lograr el título sobre el césped de Halle.
El partido
El primer set fue cerrado, aunque Del Potro manejó el ritmo de las emociones. Con un break a favor, la torre de Tandil pudo definir el parcial con su saque, pero Federer reaccionó y llevó la definición al tie-break. Allí, el argentino se impuso por 7-3.
Federer mostró su mejor juego en el segundo set. Obligado a ganar para extender la definición hasta el tercer set, el suizo se catapultó con el aliento local y desdibujó a Delpo para igualar la final con un claro 6-2.
En el tercer set, Del Potro comenzó de la mejor manera: quiebre y triunfo con su saque. Con el 0-2, el suizo corrió el partido desde atrás, con un dejo de bronca en su rostro. Ese inicio le alcanzó al tandilense para cerrar el partido, el torneo y el título con un 6-4.
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