La potabilidad del agua está siendo puesta en duda

La potabilidad del agua está siendo puesta en duda

El aumento de casos de gastroenteritis disparó la alarma en la ciudad cabecera del departamento San Martín.

Si el agua de red que beben los tartagalenses es o no apta para el consumo humano es la gran duda. Y es que hasta el momento los responsables de la salubridad del vital elemento -la empresa Aguas del Norte- no han informado si puede garantizar que tomar agua de red no pone en riesgo a la población de contraer enfermedades gastrointestinales.

Ante la duda y según aconsejan las autoridades locales de salud, es imprescindible hacerla hervir antes de consumirla en todos los casos y sin excepción. Aunque aún los días de calor intenso no llegaron, ya se registró un notable aumento de enfermos con patologías intestinales como vómitos y diarreas y son los adultos mayores y los niños de corta edad los más afectados.

La confirmación acerca de la dudosa calidad del agua, que no admite que se la utilice sin ser hervida previamente, la dio el director de Bromatología de la Municipalidad de Tartagal, el médico César Aguilera, quien recomendó especial cuidado cuando se la utilice para darle a los bebés, a niños de corta edad y a ancianos.

"Desde esta Dirección se le pidió a la empresa responsable del servicio que nos remita el resultado de los análisis realizados al agua de red y los que nos enviaron son los referidos a la condición física, química y bacteriológica. Estos resultados son óptimos y están dentro de los valores normales; pero no nos presentaron el examen parasitológico, que fue lo que más requerimos, ya que el año pasado, como fue de conocimiento público, se detectó la presencia de crystosporidium un parásito que causó una gran cantidad de inconvenientes", señaló el profesional.

Y explicó: "La inquietud de esta Dirección surgió luego de que desde el hospital Juan Domingo Perón de Tartagal, los colegas nos expresaran su preocupación dentro del nosocomio por el notable aumento de patologías gastrointestinales".

La voz del hospital Perón

La subgerente sanitaria del hospital Perón, Gladys Paredes, explicó: "Desde hace dos semanas, dado el aumento en los casos de pacientes con problemas intestinales, hemos lanzado un alerta público, a través de los medios de comunicación, como también mediante los agentes sanitarios".

"De cuarenta casos que se registraban por semana, hemos tenido un pico de 200, por los tanto, apenas comenzamos a notar ese incremento y mediante los estudios de laboratorio que se hicieron a los pacientes, hemos detectado la presencia del mismo parásito que se había presentado el año pasado. Estamos a la espera de los resultados que se le requirieron a la prestataria del servicio de agua, pero mientras tanto, las recomendaciones a la población son las de hervir el agua con lo que no solo se elimina el agente que se detectó el año pasado sino cualquier otro que pueda causan este tipo de enfermedades", dijo Paredes. 

Presencia de un parásito

El año pasado y luego de un aumento significativo de pacientes que presentaban diarreas, vómitos y dolores abdominales, surgió la alerta que terminó por confirmarse: en el agua se encontraba la presencia del parásito cryptosporidium que fue detectado en los análisis realizados a los pacientes que asistían al hospital Juan Domingo Perón.

Si bien la confirmación de la presencia de este agente patógeno se produjo en octubre de 2015, hacía por lo menos dos meses que estaba provocando el aumento significativo de enfermos.

Dada la alarma generalizada en la población, desde el municipio local se pidieron los estudios de laboratorio que confirmaron la presencia del cryptosporidium.

Pero el director de la empresa prestataria del servicio, Roque Mascarello, si bien reconoció la presencia de este patógeno, desmintió que el aumento de enfermos con patologías intestinales tuviera que ver en forma directa con la presencia del parásito.

Como todo indica que la presencia de este tipo de agentes está otra vez presente en el agua, la recomendación más eficaz es la de hervir el agua antes de consumirla, aún para lavar las frutas y las verduras cuyo consumo aumenta notoriamente en los meses de intenso calor, que ya se aproximan.

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