La UCR post Salvador: los sub 50 van por “una renovación” del Comité bonaerense

La UCR post Salvador: los sub 50 van por “una renovación” del Comité bonaerense

Núcleo de intendentes. Plantean un “recambio generacional”. No buscan romper con el PRO pero sí “una relación de igualdad”. Vidal, referente con bloque compacto. La decisión del vice que molestó.

 

Mirar más allá de la frontera electoral. Con ese posicionamiento, varios dirigentes del radicalismo bonaerense comenzaron a trazar algunos esbozos de las acciones políticas sobre las que buscarán avanzar internamente después del 27 de octubre, ya con el nuevo escenario político sobre la mesa. Por eso, en algunos de ellos, presentes en el último encuentro de María Eugenia Vidal con la tropa radical, molestó el clima que primaba en el Comité Provincia: “El cachetazo fue tan fuerte en agosto que nadie hablaba de futuro”, deslizó a Letra P con fastidio un dirigente que puso de manifiesto intenciones de disputar en 2020 lugares de toma de decisión dentro de la UCR bonaerense.

Desde diferentes rincones, coinciden en destacar la intención de un grupo de dirigentes radicales menores de 50 años de ir por la conducción del partido centenario en el orden provincial y, para eso, las conversaciones –informales- no solo ya comenzaron sino que el propio vicegobernador Daniel Salvador –actual presidente del radicalismo bonaerense- ya está al tanto de los planteos que reclaman “una renovación” en la cúpula partidaria.

Dentro de este grupo que buscará un “recambio generacional”, el núcleo se posa sobre algunos intendentes que se encaminan a la reelección en sus distritos. Con las cucardas del poder territorial renovado, muchos de esos jefes comunales, cuyas edades oscilan entre 40 y 50 años, plantearán una reestructuración del partido.

 Imaginan “una relación de mayor igualdad” con el socio PRO si es que se consuma el próximo domingo la derrota de Vidal. Algunos jefes comunales remarcan que “no se pagó” debidamente al radicalismo con lugares de privilegio en las nóminas legislativas. Revertir eso es uno de los objetivos que se fijan para el Comité que viene.

De todas formas, se desprende la intención de este grupo de sostener la alianza Cambiemos –“en la provincia funcionó bien”, coinciden diversas voces consultadas- pero en un plano de paridad a la hora de diseñar las estrategias a encarar en la relación con el Ejecutivo provincial. Para esto, consideran “importante” no fragmentarse en distintos bloques dentro de la Legislatura y mantener a Cambiemos “compacto” en ese ámbito. “Eso nos va a dar cierto poder de negociación con el próximo gobierno”, enfatizó en reserva uno de los intendentes consultados que ya hace cálculos: “Un mínimo de 42 distritos y mayoría en el Senado para Cambiemos”.

 Sin un liderazgo emergente a la vista para la disputa bonaerense, consideran que Vidal es una de las dirigentes mejor posicionada, por lo que la reconocen como la referente que seguirá manejando “el ritmo” de los planteos de la coalición. Esto, a pesar de que algunos hacen mención a las aspiraciones de larga data a la Gobernación del intendente de San Isidro, Gustavo Posse, al cual imaginan con el respaldo del mendocino Alfredo Cornejo, quien busca proyectarse en la discusión nacional. 

Puertas adentro del Comité, el cuadro de situación marca a un Salvador imposibilitado para ir en busca de una “re-re” al frente del radicalismo bonaerense. Por lo tanto, este grupo de intendentes y legisladores sub 50 buscará que el vice de Vidal respalde a futuro esta cruzada por la renovación. Pero la bendición salvadorista no parece ser condicionante para que este armado prospere.

Según deslizaron las fuentes consultadas por este medio, hubo intendentes que propusieron a un dirigente para los lugares expectantes de la lista a la Cámara baja nacional. La intención era que el acceso al Congreso fuera un impulso para que ese dirigente propuesto sea el candidato a la presidencia del Comité Provincia en 2020. Pero Salvador puso en ese lugar a su hijo Sebastián. “Eso molestó”, enfatizaron sin dejar de consignar que, por decisiones de ese tipo, Salvador tendrá “el margen de acción acotado” en el futuro próximo.

 ¿Por qué tendría Salvador que respaldar esa renovación si existen rispideces? La respuesta que dan algunos es que esa opción sería la salida más ordenada –y con los pies en el plato de Cambiemos- ante un escenario que, prevén, será convulsionado internamente, con el ala más díscola pidiendo por la ruptura con el PRO. “Cuando perdamos la elección hay que estar preparados, porque todos los que estaban en contra van a venir con más impulso”, definen.

En esa línea, esbozan una postura más cercana a la salvadorista: “No puede estar (Juan Manuel) Casella dictando los lineamientos del Comité Provincia. Nos tenemos que hacer cargo, ahora el poder territorial lo tenemos nosotros”, subrayaron para puntualizar: “Es necesaria una renovación en el partido”.

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