La posibilidad de que el kirchnerismo intente una reforma constitucional para habilitar un tercer mandato consecutivo de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner se convirtió en el primer gran tema de la incipiente campaña electoral. Dado que el Gobierno necesita los dos tercios del Congreso para lanzarse a esa aventura, los candidatos legislativos quedaron en la mira por sus eventuales posturas frente a un proyecto oficial en ese sentido. El intendente de Tigre, Sergio Massa, fue el primero que intentó desmarcarse, aunque no fue el único.

Entre las pocas definiciones tajantes que dio el flamante candidato a diputado nacional, aseguró que se opone a un nuevo mandato presidencial y que incluso rechaza la posibilidad de que los gobernadores sean reelectos. “Estoy contra la re-reelección de Cristina Kirchner”, aseguró Massa.

En la vereda de enfrente, su rival en la provincia Francisco De Narváez advirtió: “El proyecto de re-reelección sigue intacto. No vaya a ser que Massa sea el Caballo de Troya de Cristina”. Y completó el camionero Hugo Moyano: “La Presidenta no va a ser reelecta. La gente no la va a votar. Está agotada y la gente está cansada, y esto se va a ver en las elecciones. Se va a ver la realidad que el Gobierno quiere ocultar”.

Para los legisladores oficialistas la puerta a la re-re de Cristina nunca termina de cerrarse del todo. “Hay un límite concreto”, reconoció ayer la jefa del bloque de diputados kirchneristas y segunda candidata bonaerense, Juliana Di Tullio, y observó: “La Constitución no lo permite”. Sin embargo, enfatizó que “eso no indica que no haya deseo de una mayoría de votar en esa dirección”. Es decir, a favor de un tercer mandato de la Presidenta.

El senador Marcelo Fuentes, por su parte, respaldó la posibilidad de que el nuevo Congreso discuta una reforma de la Carta Magna. “No veo ningún inconveniente para que se discuta una reforma en la Constitución que permita la re-reelección de un presidente. Esas limitaciones son producto de momentos históricos y hoy, con la capacidad de comunicación de los medios, pretender que es posible perpetuarse es una estupidez”, evaluó.

El tema, sin dudas, será el trasfondo de los comicios de octubre, cuando se elegirán la mitad de los diputados y un tercio de los senadores nacionales.

El oficialismo confía en que la renovación en la Cámara baja solo puede traer buenas noticias. Y es que pone en juego su peor elección (la de 2009, cuando obtuvo en la provincia de Buenos Aires el segundo puesto, con el 32,18% de los votos) y las principales espadas K esperan superar ese piso mínimo sin mayores problemas. El panorama que muestran las encuestas, sin embargo, no es sencillo. En la mayoría de los principales distritos electorales la oposición aparece dominando la escena con fuerza.

En el Senado, en tanto, aun repitiendo la elección de 2011 se quedaría a mitad de camino. Hoy al Frente para la Victoria le faltan 10 senadores para alcanzar los dos tercios.