El intendente alterno de la capital pampeana, Santa Rosa, efectuó hace pocas semanas, declaraciones en las cuales afirmó que las mujeres prostitutas lo hacen "porque les gusta", diciendo que protagonizó en determinado momento un casamiento legal efectuado en un cabaret. 

Relató que una prostituta brasileña debía irse del país, pero que si se casaba podría quedarse. Una amiga le "prestó" el novio para la ceremonia y así eludió la deportación. La Justicia intervino para determinar si ese funcionario sabía algo más de la trata de blancas y lo había ocultado.

Beatriz Rojkes de Alperovich, esposa del gobernador tucumano y a su vez senadora nacional (llegó a ejercer la presidencia provisoria del Senado), afirmó hace 18 meses que "la prostitución existe y va a seguir existiendo", lo que originó una crítica generalizada. En ese momento la prensa nacional llegó a titular "Prostitución, negocio sin freno en Tucumán". Aunque existía una ley provincial que prohibía (como se proyecta implantar en Tres Arroyos) el funcionamiento de cabarets, clubes nocturnos, whiskerías, boites, saunas y establecimientos de alterne que facilitaran actos de prostitución, inicialmente las "chicas" fueron trasladadas o vendidas a otras provincias, aunque al poco tiempo comenzaron a reinstalarse bajo otras características e inclusive difundiendo el mecanismo de "fiestas privadas". Abrieron departamentos dedicados al tema y funcionaron agencias de acompañamiento femenino. El colmo fue un local que rezaba en su frente el letrero de "estudio jurídico", pero en el interior encontraron cinco mujeres.

Era la época en que la Justicia absolvió a los 13 acusados de secuestrar a una joven, Marita Verón, que nunca pudo ser localizada. Mientras funcionaba el tribunal, los seguidores de la Cámpora y del Socialismo de los Trabajadores, cantaban "Los jueces son clientes, los jueces son clientes". Aun hoy, el caso Marita Verón es un símbolo de la lucha contra la trata de mujeres para obligarlas a ejercer la prostitución. No olvidemos que hubo gente que dice haberla visto en La Rioja, Tucumán y Córdoba.

Estas prohibiciones de "esclavitud sexual cero" fueron acompañada de la creación de organismos que permitieran la recuperación de las víctimas de explotación sexual; no olvidemos cuando tiempo atrás allanamientos realizados en Tres Arroyos permitieron liberar a ocho mujeres en un lugar nocturno sobre la ruta tres, la casi totalidad de las cuales aceptó ingresar a un establecimiento como los mencionados.

* "Registro de prostitutas"

En una reciente audición vinculada a la trata de personas, un conocido periodista radial de nuestro medio comentó la existencia de un "Registro de prostitutas", que se labraba en la Municipalidad y contenía los detalles de cada una de las mujeres que llegaban a la ciudad a ejercer lo que se ha dado en llamar "el más viejo oficio del mundo", es decir la prostitución. 

Burdeles o prostíbulos, cabarets, night clubs, formaban un grupo de negocios que no se encontraban  fuera de la ley, ya que el propio municipio debía controlar. Por muchos años, el mismo órgano de gobierno exigía que cada prostituta mantuviese al día una libreta sanitaria, con controles periódicos obligatorios en el hospital local, como una forma de "asegurar" que quienes concurrían a esos lugares no corrían peligro de ser afectados por enfermedades venéreas o transmisibles a través del sexo.

En el listado de muchas páginas se van detallando los nombres (el real y el utilizado para ejercer esta actividad), de dónde provenía, día de llegada y de salida, lugar donde trabajaría, etc. Se trataba en consecuencia -no sabemos si era muy estricto el control- de un fichero actualizado que hasta contenía el sitio al cual se trasladaba, ya que es visible que la rotación de las mujeres era permanente y a veces no llegaban a permanecer en la ciudad dos semanas.

No sabemos si existía algún otro registro, más de medio siglo atrás, que contuviese algunos detalles adicionales recogidos en el mismo negocio dedicado a ofrecer sexo a quien pagara las tarifas respectivas.