El porcentaje de ablaciones en Catamarca alcanzó solamente el 1,5 por ciento anual

El porcentaje de ablaciones en Catamarca alcanzó solamente el 1,5 por ciento anual
Los índices de ablaciones en Catamarca se mantuvieron estáticos durante los últimos años y solo logran concretarse 3 procedimientos anuales. Gabriel Correa, titular del Caica, aseguró que la provincia registra uno de los promedios más bajos en el país.
Las ablaciones y trasplantes en Catamarca constituyeron una de las tantas áreas de la salud que actualmente se encuentran en la nómina de índices situados por debajo de la media nacional. En los últimos años, la provincia ha venido registrando números bajos en materia de ablaciones, con un total de 3 ablaciones anuales y sin ningún tipo de modificación en las estadísticas.

En diálogo con LA UNION, el director del Centro de Ablación e Implante (Caica), Gabriel Correa, explicó que en el último tiempo los procedimientos de ablaciones se vinieron sosteniendo en una meseta al igual que en años anteriores, ya que anualmente logran realizarse entre dos o tres ablaciones.

Sobre una media nacional promediada en un 9 %, Catamarca solo logró alcanzar entre el 1,5 % o 2 % con respecto a otras provincias, donde el índice de ablaciones suele ser casi equivalente al promedio en el nivel país.

A esto, Correa sostuvo que gran parte de las falencias se debe a la negativa por parte de los familiares de quienes fallecieron y se convierten en donantes potenciales, a dar autorización para que se efectúe la ablación sin ningún inconveniente.

En algunos casos, los parientes niegan el procedimiento a tal punto que no toman conciencia de lo que la donación de órganos implica en la vida de otra persona, que aún cuenta con la posibilidad de salvarla.

El profesional señaló que la falta de donantes no solo recae en la autorización de los familiares sino también del sistema médico, que muchas veces suele ser casi carente de información en este tipo de cuestiones.

“Este es un trabajo en conjunto que nos compete a todos, hay gente que espera un órgano desde hace meses y necesita de la ayuda de todos”, indicó el directivo al señalar que la promoción y formación acerca de las ablaciones son tarea tanto de la comunidad en general como del sistema de salud, ya que deben realizarse mayores campañas de promoción para que la gente pierda el miedo a manifestar en vida su voluntad de ser donante.

También hay que posibilitar que en caso de que un familiar fallezca, pueda ser un posible donante.

“Es una ley nacional”

Correa dejó en claro los procedimientos que deben aplicarse ante la ablación de un posible donante, y sostuvo que en caso de que el donante haya expresado en su documento de identidad el deseo de ser donante de órganos, la familia deberá acatar la voluntad del fallecido, ya que fue expresada través de una ley nacional por la cual ningún familiar podrá oponerse, salvo si en casos extremos se presentara un recurso de amparo ante la Justicia.

Sin embargo, ese trámite demoraría tiempo.

“Este es un trabajo en conjunto que nos compete a todos, hay gente que espera un órgano desde hace meses y necesita de la ayuda de todos”. Gabriel Correa. Director CAICA

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