Ponen en marcha el acueducto de Añelo

Ponen en marcha el acueducto de Añelo

Será de 68 kilómetros desde una toma ubicada en el río Neuquén. La inversión total se estima en 50 millones de dólares. El emprendimiento está a cargo de la empresa SIMA Ingeniería, fundada en Neuquén.

 

El primer acueducto troncal en Vaca Muerta a cargo de una compañía neuquina de servicios petroleros está en marcha. El proyecto implica una cobertura lineal de 68 kilómetros desde el río de Neuquén, en las afueras del ejido municipal de Añelo, hasta el bloque Parva Negra, propiedad de la empresa estatal provincial GyP.

La red de agua distribuida, tal como se denominó el proyecto, tendrá una capacidad de conducción de 30 mil metros cúbicos diarios. El emprendimiento está a cargo de la empresa SIMA Ingeniería, fundada en 1979 en Neuquén. Contempla una inversión de casi 50 millones de dólares. La principal traba para la puesta en marcha se generó en las dificultades para obtener financiamiento en el marco de la crisis argentina, que se profundizó desde el segundo trimestre del año pasado.

El comienzo de producción en el bloque La Calera, a cargo de la petrolera de capitales nacionales Pluspetrol, le terminó de dar el empujón que le faltaba al acueducto. La Calera es el primer yacimiento en el tránsito del agua por el acueducto. Por ahora recibe el elemento a través de mangueras. En el futuro el sistema será reemplazado por el caño troncal.

La inversión para el inicio de las obras correrá por cuenta propia de la compañía neuquina, que tiene presencia en varias provincias y actividades, que van desde la construcción con fines inmobiliarios hasta los servicios a la incipiente industria de la minería del litio en el norte del país, pasando, incluso, por una participación en Invap Ingeniería en sociedad con el Invap.

El desembolso inicial contempla aproximadamente el 20 por ciento de la inversión total estimada para el proyecto. Sin vías externas de financiamiento y con la plaza local alterada por tasas de interés astronómicas, la empresa decidió avanzar con sus propios recursos, soltó Manfio, heredero del fundador de la compañía, en una entrevista con este medio.

Los números de respaldo

El proyecto del acueducto surgió a partir del canto de las estadísticas que giran en torno al agua requerida para la producción hidrocarburífera no convencional, que se basa en la fractura hidráulica.

Cada etapa de fractura requiere uno 1500 metros cúbicos de agua. Para la producción de cada pozo se estiman 25 etapas, con lo cual el consumo de agua asciende a 37.500 metros cúbicos. SIMA equiparó el requerimiento de cada pozo al volumen necesario para llenar 15 piletas olímpicas.

En la zona de influencia del acueducto proyectado, la provisión de agua para las fracturas se hace a través de camiones cisterna. El requerimiento de un pozo implica 1070 viajes con tanques rodantes con capacidad para 35 metros cúbicos.

Para cubrir un radio de 50 kilómetros, los camiones cisterna recorren 110 mil kilómetros mientras cubren las necesidades de las fracturas de un pozo. En los viajes de referencia, los camiones consumen unos 36 neumáticos y 55 mil litros de gasoil, de acuerdo a los cálculos previstos en el proyecto de distribución de agua mediante un acueducto. El tránsito de camiones exige 2750 horas de conducción y provoca la emisión de 120 toneladas de dióxido de carbono.

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