“Ponemos en alerta al pueblo y al Estado para que nos acompañen ante estos empresarios salvajes”

“Ponemos en alerta al pueblo y al Estado para que nos acompañen ante estos empresarios salvajes”

El titular de la CGT Regional Lomas de Zamora, Cristian Oliva, se solidarizó con los trabajadores de la multinacional autopartista Lear, que fueron reprimidos por Gendarmería durante una protesta en la Autopista Panamericana. Aseguró que en La Serenísima de Longchamps se vive una situación similar, por lo que pidió al Estado y al pueblo “defender las conquistas de los últimos diez años”. Además, alertó: “Si nos toca afrontar un conflicto de esta magnitud, también estaremos en la calle”.

Luego de la represión de Gendarmería Nacional a los trabajadores de la autopartista norteamericana Lear llevada a cabo en la Autopista Panamericana, el secretario general de la CGT Regional Lomas de Zamora, Cristian Oliva, se solidarizó con los empleados suspendidos y encendió las señales de alerta hacia toda la sociedad y las autoridades estatales ante la posibilidad de que se haga extensiva esta situación en distintos establecimientos empresariales de la región.

 

“Hago extensivo el saludo solidario a los trabajadores que están defendiendo su puesto de trabajo, que es lo que hace digno a un hombre de bien”, comenzó Oliva su diálogo con Política del Sur. Luego, llamó la atención sobre la situación del mundo laboral: “Es grave lo que está sucediendo con las suspensiones sin goces de haberes, los despidos en las comisiones internas, las cuales siempre fueron una bandera histórica que hemos defendido, porque las comisiones internas son nuestra primera voz de reclamo, la primera línea de choque. Ante esto tenemos que poner el primer alerta”.

El segundo alerta que señaló el secretario general de la CGT Regional fue que la situación del sector automotriz se está repitiendo en otras ramas: “Ojo con lo que vienen  a hacer estas empresas con los trabajadores argentinos. Tenemos que estar Estado, dirigentes sindicales, trabajadores y pueblo, defendiendo lo que tanto nos costó conquistar en los últimos diez años, que son las fuentes genuinas de trabajo”.

“Estamos pasando una situación igual en La Serenísima. La empresa francesa Danone, socia de La Serenísima, quiere cerrar un depósito de 137 trabajadores”, denunció Oliva y recordó que “esto es de conocimiento público desde hace seis meses”. “Ellos (los empresarios) se excusan en que han perdido el mercado interno, que no tienen ventas, que los sueldos de los trabajadores son muy altos. Dicen que sobran trabajadores. Empezaron con los despidos voluntarios y quieren seguir con las suspensiones y despidos”, indicó.

Asimismo, reconoció que los trabajadores de Atilra (trabajadores de la industria láctea) fueron recibidos “muy bien” en el Ministerio de Trabajo bonaerense por el titular de la cartera Oscar Cuartango y su vice Carlos Molina. “Tuvimos una primera audiencia con la empresa, en la cual ellos negaron todos. A través de nuestros delegados vivimos el silencio empresarial. Hace 4 meses que el gremio y la comisión interna no tienen diálogo formal con la conducción empresaria sobre la situación de La Serenísima y no sabemos cuál va a ser el destino de las 137 familias”, sostuvo.

Oliva denunció que los empresarios “se creen impunes ante las leyes argentinas y ante el Ministerio”, y adelantó: “Si nos toca afrontar un conflicto de esta magnitud, también estaremos en la calle. Haremos parte a la sociedad y al Estado de lo que nos está pasando”. En esta línea pidió: “Al pueblo y al Estado que nos acompañen en los reclamos de los trabajadores para defender lo que conquistamos juntos durante diez años. No dejemos que estas empresas multinacionales sigan haciendo pagar las pérdidas de sus ganancias a los trabajadores”.

Con respecto a la represión, el dirigente gremial indicó que no se debe perder de vista “el tema de fondo en esta cuestión: que las empresas multinacionales ante la menor pérdida en sus ganancias le terminan haciendo pagar los platos rotos al trabajador”. Y explicó: “Estamos dejando en manos de empresarios salvajes que se llenan de plata con rentas extraordinarias y ante el primer sacudón que tienen en sus ganancias, toman estas medidas. Estipulan ganar diez pesos, y si ganan ocho, esos dos pesos menos en sus ganancias los cargan al trabajador con suspensiones y despidos”.

Comentá la nota