¡Epa! Los políticos dejaron de mentir

Por Carlos M. Reymundo Roberts

Sorprendente y refrescante. No es una nueva gaseosa. Es, créase o no, la política argentina, que por estos días vive un proceso de sinceramiento brutal. Una transparencia que no se le conocía. De buenas a primeras, todos los actores se han decidido a decir la verdad o buena parte de la verdad. Según mi registro, el que inauguró la moda fue Macri al afirmar, en la entrevista con Majul, que lo que hacía su padre (hablaba de los famosos "retornos") "era un delito". Tremenda declaración, sobre todo porque Franco acaba de morir. Máximo y Florencia nunca juntaron fuerzas para decir lo mismo de Néstor, aunque también cabe la posibilidad de que pensaran que los hoteles de la familia lavaban ropa de cama y no plata, y que los bolsos que se acumulaban en su casa estaban llenos de papel picado.

En otra entrevista, Lilita le dijo a Pablo Sirvén que Garavano "es un imbécil". Nada de eufemismos, nada de medias tintas. Imbécil. Wow. Garavano me contó lo que piensa de Lilita, pero fue off the record, que obviamente no voy a violar aunque me muero de ganas. Simplemente diré que muchos coincidirían con él. Llevado por esta ola de sinceramientos, Guillermo Moreno le abrió su corazón a la mujer de De Vido con un pedido desesperado: "¡Que los compañeros [presos] no hablen!". Que no buchoneen. Que se lleven a la tumba lo que saben. Es obvio que el miedo de Moreno es que hable De Vido. Si hablara don Julio, se pudre todo; todo lo que falta por pudrirse, que tampoco es tanto después de la declaración del contador de los Kirchner, Manzanares, ante la Justicia. Anteanoche me quedé leyendo eso hasta las 2 de la mañana. Realmente no tiene desperdicio. El esquema de saqueo contado con lujo de detalles, y con revelaciones increíbles, como que apenas muerto Néstor sus principales colaboradores se peleaban no por hablar en el entierro, sino por las llaves de los lugares donde estaba escondida la plata. Pobre Cristina, haber tenido que lidiar con esa manga de corruptos.

Para no ser menos, el presidente de la Corte, Carlos Rosenkrantz, admitió el martes que la Justicia sufre "una crisis de legitimidad". Marche otro wow. Que la Justicia no sea legítima es un problema, claro. Que una agrupación judicial surgida para defender al kirchnerismo se llame Justicia Legítima es otro problema. Una contradictio in adjecto(podría decir oxímoron, pero el gran profesor Pedro Barcia recomienda el uso del latín para darse lustre). Los analistas interpretaron que Rosenkrantz se refería especialmente a los jueces federales de Comodoro Py. De hecho, habló de la necesidad de tomar distancia del poder. Un ejemplo podría ser Oyarbide, que supo tomar distancia del poder. Del Poder Judicial. Solo renunció cuando terminó el gobierno de los Kirchner, a los que sirvió hasta el último día. Otra de las cosas que contó Manzanares fue que, en 2009, Oyarbide lo citó en el edificio de la SIDE para que lo ayudara a armar el sobreseimiento de los Kirchner en la causa por enriquecimiento ilícito. Y que después se reunieron varias veces. Para mí, lo importante de esta historia no son las reuniones ni el sobreseimiento, sino que Oyarbide lo haya citado en la SIDE. ¿No es una preciosura que Oyarbide atendiera en la SIDE? ¿Tendría un despacho permanente o Larcher, mandamás de la casa, le habrá facilitado el suyo? ¿No quedará alguna copia de audio o video (los espías graban todo) de aquel encuentro histórico? Pagaría lo que no tengo por ver cuando el juez le pide al contador: "Por favor, dígame qué tengo que poner". Con Cambiemos, todo eso cambió. Siguen las reuniones, pero nunca más en la ahora ex-SIDE.

A propósito, cuando Macri ordenó esta semana que se impulsara en el Consejo de la Magistratura el juicio político de Ramos Padilla, el juez del edificante caso D'Alessio, también fue una forma de sincerarse. Blanqueó cuánto le preocupa que alguien inmanejable -inmanejable para el Gobierno, no para el kirchnerismo- esté metiendo sus narices en un área tan sensible como los vínculos entre la AFI y Comodoro Py. ¿Saben cómo termina esto? Macri está asqueado y va a cortar por lo sano: cerrará la AFI. Y reabrirá la SIDE.

El aporte de Hugo Moyano a la verdad fue pedirle ayer al Presidente que no busque la reelección. Es una admisión de que cree que va a ganar, porque si pensara que va a perder le pediría que no deje de presentarse. Y no hablo más sobre Moyano porque tengo miedo de que los pocos que habrán llegado hasta acá me hagan zapping.

Por último, ahora también sabemos en qué consisten los padecimientos de Florencia Kirchner: un panorama más complejo que el que se había informado la semana pasada. El parte médico difundido ayer por su madre habla de seis patologías y de que por el momento no puede volver al país. Cristina destacó la excelencia del centro médico en el que está siendo atendida; tan excelente que está reservado a los jerarcas del régimen y a las Fuerzas Armadas. Que el pueblo se busque otro. Según confió la señora a sus más allegados, en la Argentina no hay ningún hospital de ese nivel. "Y en Santa Cruz, mucho menos".

En fin, podemos estar felices: los políticos ya no nos mienten.

En realidad, no sé qué prefiero.

 

Comentá la nota