La “política de industrialización” de Kicillof para entrar en Vaca Muerta

La “política de industrialización” de Kicillof para entrar en Vaca Muerta

En diálogo con Letra P, el titular de Energía, Gastón Ghioni, ahondó en la visión del gobernador para el sector. Potencialidad bonaerense para agregar valor a la joya patagónica. Gestión y objetivos. 

Por DAMIÁN BELASTEGUI.

Excavar el perfil petrolero de la provincia de Buenos Aires. Sobre ese objetivo hizo hincapié el gobernador Axel Kicillof en su discurso ante la asamblea legislativa, para lo cual adelantó la solicitud realizada a las provincias productoras para que “consideren la posibilidad de convertir a Buenos Aires también en una provincia petrolera”. Adujo que el 80% de la producción se destila en suelo bonaerense. Sobre esos conceptos profundizó el subsecretario de Energía, Gastón Ghioni, en diálogo con Letra P: “La provincia de Buenos Aires tiene mucho que aportar a la discusión sobre el futuro petrolero del país, no solo desde el lugar que tenemos como consumidores sino también desde el lugar que tenemos en el procesamiento, me refiero a la industria petroquímica, a la refinería”, sostuvo.

El funcionario bonaerense recalcó que, en un escenario de debate sobre el futuro de Vaca Muerta, la discusión pasa por pensar “no en una industria primarizada, netamente extractivista, sino con valor agregado, con generación de empleo. Hay que discutir una política que apunte al desarrollo económico, al crecimiento industrial, a la acumulación de conocimiento”.  

Así, Ghioni enfatizó en la potencialidad bonaerense para dotar de valor agregado a Vaca Muerta: “La provincia de Buenos Aires puede aportar el puerto exportador de Bahía Blanca, pero después tenemos las refinerías de La Plata, Campana, Dock Sud; se hace el tratamiento de gas en Cerri, tenemos el Polo Petroquímico en Bahía Blanca, el de La Plata, el de Zárate-Campana; los puertos desde los cuales se comercializa: Bahía Blanca, Dock Sud, Rosales, el puerto de Escobar que es desde donde se importa”, enumeró.

Desde esa posición, el subsecretario de Energía bonaerense cuestionó la “política de primarización de la economía del proyecto anterior (en alusión al gobierno de Cambiemos)” y apostó a “una política de industrialización, donde las empresas de Buenos Aires generen valor, sean proveedoras de servicios para la industria petrolera, poder hacerlo desde acá y no importando”.

Uno de los ámbitos donde se discute la política petrolera argentina es la Organización Federal de Estados Productores de Hidrocarburos (Ofephi), entidad que engloba a las diez provincias productoras (Chubut, Formosa, Jujuy, La Pampa, Mendoza, Neuquén, Rio Negro, Salta, Santa Cruz y Tierra del Fuego). El interés de Kicillof por ingresar a este club va de la mano con la intención bonaerense de tener mayor injerencia en la definición de las políticas que definan el perfil productivo del sector en el país.

“Es uno de los tantos ámbitos donde hay que dar la discusión”, consideró Ghioni, quien admitió que la reunión de Kicillof con su par neuquino, Omar Gutiérrez, “va de la mano de eso”.

Sin embargo, el titular de Energía puso énfasis en marcar que “es un espacio más”. “Es con Ofephi, pero también es con el Gobierno Nacional, con el resto de las provincias, con las cámaras, con las organizaciones del sector, con YPF. Es con todos”, subrayó. Así, en un contexto donde el presidente Alberto Fernández anunció el envío al Congreso de un proyecto de Ley de hidrocarburos, la articulación entre la Provincia y la Nación por el desarrollo del perfil petrolero bonaerense es otro de los pilares: “Estamos en coordinación permanente con la Nación”, recalcó Ghioni.

Por lo pronto, para el cometido de ingresar a la Ofephi, Kicillof ya cuenta con apoyo neuquino: “Hablé con Axel antes de que se discutiera el tema. Estamos en contacto y me pareció una idea brillante porque la Ofephi es una organización política, no tiene ni estatuto. Debe tener peso político para la toma de decisiones porque si Buenos Aires destila el 90% del petróleo, debe estar presente”, aseveró a Letra P el exgobernador de Neuquén Jorge Sapag.

Con la explotación de Vaca Muerta en la mira, varias provincias productoras volvieron a canalizar peticiones de audiencias con la Nación a través de la Ofephi, organismo que empezó a gestarse en la década del 80 y que había tenido un fuerte impulso hasta 2015, cuando el entonces gobernador bonaerense y candidato presidencial del FpV, Daniel Scioli, había prometido “estabilidad” y “certezas” para la industria petrolera, en compañía de quien era por aquellos días el ministro de Economía nacional, Kicillof. “Puedo decir que en materia de energía Axel era muy sólido y solvente”, recuerda Sapag.

Pero también hay resistencias en torno al ingreso de Buenos Aires como provincia petrolera: “Buenos Aires elabora productos a base de petroleo, pero para considerarse una ‘provincia petrolera’ debería tener esa materia prima en su territorio”, apuntó este martes en declaraciones a Radio Rivadavia el ex secretario de Energía Emilio Apud.

Ante planteos de ese tipo, el subsecretario de Energía del gobierno de Kicillof, replicó: “Es discutir la producción en sí, como una producción primaria y no como un proyecto más amplio y ambicioso. ¿Para qué queremos extraer el petróleo en sí? Esa es la discusión que sigue. Estoy hablando de cuál va a ser la perspectiva que le vamos a dar a todo eso y mirarlo de manera integral para el conjunto de la cadena, no solamente lo que sacaste del pozo, sino qué valor genera, hacia dónde apunta la industria de complementos y servicios, dónde generamos empleo y cómo. Si no, la idea es vetar la discusión desde el hecho de decir ‘ustedes no producen’, pero no estoy hablando solamente de la producción, sino de cuál va a ser el proyecto. Y no darle un rol de preponderancia a la refinería, por ejemplo; es acotar la discusión”.

Más allá de esto, el funcionario bonaerense manifestó que no cuentan con una estimación del grado de crecimiento del sector en la provincia de avanzarse en la profundización de este perfil productivo. “Hay muchas variables previas. Hay que tener muchas definiciones sobre qué va a pasar con Vaca Muerta, con los convencionales”, argumentó.

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