La política está clavada en el centro de la escena

La política está clavada en el centro de la escena
El ministro Berni reiteró el pedido de jugar sin hinchas visitantes; se contrapone con el desde del gobierno nacional, que presiona para que se juegue con todo el público
Una vez más, la violencia en el fútbol y con una estrecha relación con la política nacional. Lo curioso es que esta vez no se trata de dos corrientes políticas disímiles, sino que las diferencias aparecen en el mismo sector. Sí, como si fuese una interna de una barra brava luchando por el poder de una tribuna.

A las pocas horas de conocido el choque de la hinchada de Boca por tomar su poder, el secretario de Seguridad de la Nación, Sergio Berni, dijo: "Voy a seguir de manera implacable con mi postura de que se debería jugar sin público visitante". Su declaración no es casual. Ni él ni la Aprevide, la agencia que maneja la seguridad deportiva en la provincia de Buenos Aires, quieren las dos tribunas llenas; al menos por un tiempo, hasta que aparezcan nuevas medidas para combatir este flagelo. Ambas partes manifestaron en reiteradas situaciones su deseo de restringir el acceso de los visitantes. "No se pueden distraer recursos usando cinco, seis, siete mil policías para andar cuidando la compostura de un grupo de inadaptados", se quejó Berni.

Pero las intenciones de los organismos de seguridad chocaron con los deseos del gobierno nacional. En un año electoral, y con el Fútbol para Todos como un fuerte canal de comunicación, tener las canchas con huecos muy visibles es considerado improductivo. Por eso, 10 días atrás el jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina, se comunicó con el gobernador bonaerense, Daniel Scioli, con un pedido concreto: que volvieran los visitantes el domingo pasado, en el partido Estudiantes vs. Boca, por la Copa de Invierno. Sí, justamente en el estadio Ciudad de La Plata, donde murió el hincha de Lanús Pablo Gerez el 10 de junio pasado. Ese crimen provocó que las autoridades de seguridad decidiesen prohibir el ingreso de los visitantes en las dos últimas fechas del torneo Final, pero la medida fue rápidamente levantada por órdenes superiores.

"Denegar el ingreso de los visitantes no servirá como solución definitiva para erradicar el problema. Todos los actores tienen que empezar a desenredar el nudo que hicieron con negocios paralelos a un partido de fútbol", agregó ayer Berni en Radio Mitre. Y agregó: "Esto es difícil y hasta tanto no terminemos con los negocios por fuera de los partidos no se va a finalizar con este flagelo. Es una disputa por intereses económicos". Paradójicamente, la Aprevide se encuentra sin cabeza visible, ya que Luis Morales pasó a ser el jefe de gabinete de Ricardo Casal, el ministro de Seguridad bonaerense.

Lo curioso fue que Berni aseguró que espera que los dirigentes de los clubes y los distintos organismos de seguridad "tomen conciencia de que se tiene que jugar sin público visitante", cuando esta vez la decisión corresponde exclusivamente a la esfera política.

La AFA nunca tuvo decisiones trascendentes y de fondo en la lucha contra la violencia en el fútbol. Su intención es jugar con las dos hinchadas, pero desde que es socio del Estado en la televisación de los partidos su palabra se encolumna detrás de lo que opinen las autoridades nacionales. Se supo que la AFA esperaba que las dos fechas de veda de visitantes tras la muerte de Gerez, más el receso de invierno, sirviesen para aplacar ánimos y así poder abrir el próximo torneo Inicial con gente en las dos tribunas.

Alejandro Macció, intendente de San Lorenzo, adelantó que el partido que ayer se suspendió se jugará pasado mañana. Desde las autoridades no se hizo ningún comentario al respecto. No se sabe ni el horario ni si definitivamente se prohibirá el ingreso de los visitantes para este cotejo y para el torneo Inicial, que comenzará dentro de 11 días.

Es más: no hubo respuestas a la presunción de una zona liberada por la policía, que no quiere cubrir los partidos de fútbol porque los agentes se consideran mal pagos para una tarea demasiado tensionante. Incluso, una nota publicada ayer por el diario Clarín alertaba sobre posibles choques entre las dos facciones de la barra brava de Boca y no se tomó ninguna medida extraordinaria.

La pelota rueda manchada de sangre. Y la política, una vez más, está metida en el medio.ß.

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