La Policía Municipal de Ritondo: parecidos y diferencias con el proyecto del sabbatellista Saín

La Policía Municipal de Ritondo: parecidos y diferencias con el proyecto del sabbatellista Saín

Infocielo accedió al borrador de la norma. Emula el elaborado por Nuevo en Encuentro en 2012, aunque con variaciones sensibles, como la eliminación de los límites por “prontuario” a los aspirantes de la nueva fuerza. Y reflota, la posibilidad de otorgar el control “funcional”, además del operativo, a los intendentes. Los puntos clave.

El ministro de Seguridad bonaerense, Cristian Ritondo, estudia por estas horas una alternativa para, de manera salomónica, darle fuerza de ley a la creación de las policías locales, que actualmente deben su existencia a un precario decreto de Daniel Scioli, que le abra, a la vez, un conflicto con los intendentes y un marco de previsibilidad a la joven fuerza de seguridad.

Se trata de una versión aggiornada de la normativa que en 2012 impulsóNuevo Encuentro, de la mano del entonces diputado Marcelo Saín. Los parecidos, incluso, sobresalen en el simple contraste entre un proyecto y el otro, aunque también algunas notables diferencias: la iniciativa formato Vidal, es mucho más laxa en algunos puntos sensibles que anticipan polémica. Algunos límites que, taxativo, establecía el proyecto sabbatellista fijando barreras en el momento de la integración de la nueva fuerza según el "prontuario" de los aspirantes, desaparecieron de un plumazo en la redacción actual.

En ese contexto, INFOCIELO tuvo acceso a al borrador que por estas horas circula por los ministerios y que tuvo origen en el despacho de Ritondo. Se trata del escrito que más temprano que tarde se transformará en un proyecto de Ley, para darle forma y marco a la creación de las Policías Municipales versión 2016. Un cuerpo de seguridad que, según prevé la norma, englobará a Policías Locales y Comunales bajo el control funcional y operativo de los intendentes. Esta última facultad, ya la tienen los alcaldes que adhirieron a la vigente policía Local, la anterior, fue el nudo de la discusión del proyecto que terminó naufragando finalmente el año pasado.

Lo sorprendente del borrador que circula en los despachos de gobernación donde se cuece a fuego lento la creación de la nueva fuerza, es que es prácticamente idéntico, con algunas notorias salvedades, sobre todo en lo que hace al posicionamiento respecto de los Derechos Humanos y de las restricciones y controles que cabe colocarle a una policía, sobre todo con el objetivo tácito de no repetir los viejos y conocidos errores de la “maldita policía”, la tristemente célebre bonaerense.

La nueva ley elimina los capítulos que hablan de cupo femenino y la prohibición de integrar en las fuerzas locales a quienes hayan atentado contra el orden constitucional o quienes registren antecedentes de violaciones a los derechos humanos. El llano: mientras que el anterior proyecto le ponía un cepo explícito a los aspirantes en función de su pasado, el actual elimina esas restricciones, con lo que se anticipa polémica. ¿Podrá un acusado de genocida formar parte de la nueva fuerza?. Dependerá de lo que alumbre la discusión parlamentaria en ese sentido. Por lo pronto, esa restricción del proyecto anterior directamente se eliminó.

LETRA CHICA

Se trata efectivamente de un “copypaste” con pasajes censurados, que establece la “dependencia orgánica, funcional y operativa del Departamento Ejecutivo Municipal”, a través del intendente, que, afirma, “establece sus políticas de gestión y sus directivas generales y particulares de funcionamiento” e informa anualmente al HCD sobre el funcionamiento de la fuerza. El intendente designará, según la normativa, a un Jefe de Policía Municipal, que puede ser removido por decreto o por decisión de las dos terceras partes del Concejo.

Como se concibió en principio, la fuerza funcionará en distritos de más de 70 mil habitantes, aunque se pueden incorporar excepcionalmente y por pedidos ciudades con menor densidad demográfica. Sigue enmarcada en un carácter preventiva, con limitaciones tales como la imposibilidad de realizar tareas de inteligencia.

La nueva fuerza no tendría horas extras, ni tareas administrativas y tienen una relación contractual por un período de tres años con la comuna, lo cual lo diferencia de plano con la bonaerense, al punto que las municipales tienen un régimen exceptuado de las normas que rigen a los trabajadores municipales y a la policía bonaerense, como por ejemplo un escalafón único.

La creación de las policías municipales viene acompañada de una serie de entes y organismos paralelos, como el Comité Municipal de Evaluación del Personal policial (integrante del DE, Jefe de la policía, dos concejales, uno por mayoría y uno por minoría, representante del Foro Municipal de Seguridad), encargado de controlar la concreción de las proyecciones planteadas. La capacitación seguirá centralizada y a cargo de un Instituto Provincial de Seguridad Pública Superior, dependiente al Ministerio de Seguridad bonaerense.

Además, se planea crear el Consejo Provincial de Coordinación de las policías municipales, con función reglamentaria y consultiva para coordinar entre las policías. Estaría presidido por el ministro de Seguridad.

Respecto de las actuales policías locales, el proyecto que estudia Ritondoprevé que, en aquellos municipios que firmen el convenio, habrá un traspaso del personal, que conservará nivel escalafonario, remuneración, antigüedad, derechos previsionales y obra social, para lo cual la Provincia transferirá la partida presupuestaria correspondiente a la comuna.

DIFERENCIAS

Las diferencias más importantes entre el proyecto de Saín y el de Ritondopasan por la laxitud de los controles y, fundamentalmente, en el uso del arma. La vieja ley de Saín obligaba al oficial a dejar su arma reglamanteria al terminar la jornada, un ítem que no se ve replicado en la nueva normativa.

También se eliminaron los capítulos de la ley que daban precisiones en torno a cuestiones de género, artículos que hablaban del “cupo femenino”, la prohibición de realizar tareas de seguridad vial, la prohibición de intervenir ante situaciones de desorden público.

Las reformas más fuertes al proeyecto de Nuevo Encuentro son la eliminación de un articulo que indicaba que el intendente responde funcional y administrativamente por los ilicitos que pudieran cometer sus dependientes, y la prohibición de ingreso a “quienes hayan incurrido en actos de fuerza contra el orden institucional y el sistema democrático” y a quienes “registren antecedentes por violación a los derechos humanos”.

Por último, en torno a las diferencias, Ritondo estudia eliminar de la ley Saín todo el capítulo de supervisión y control, donde la ley original establecía la creación de una Auditoría general y de un Tribunal de Disciplina, así como también la Auditoría de Asuntos Internos, que dependía de las comunas, además del control parlamentario a través de una comisión bicameral.

El resumen de nuevo proyecto

  • Le da el control operativo y funcional de las Policías Locales y Comunales a los intendentes, que designarán a un Jefe de Policía y les transfiere las partidas presupuestarias necesarias.
  • Elimina la “corresponsabilidad” del Intendente ante irregularidades y habilita a que el HCD remueva al Jefe Policial, con mayoría especial.
  • Los agentes tendrán contratos por tres años. No podrán hacer horas extras, ni tareas administrativas, aunque podrán abocarse a la seguridad vial.
  • Se creará un comité municipal de evaluación del personal Policial, un Consejo Provincial de coordinación, pero no una auditoría de asuntos internos.
  • Elimina la “proscripción” para quienes se hayan alzado contra el régimen democrático o quienes tengan causas pendientes por violaciones a los DD.HH.
  • Elimina contenidos en torno al manejo de la violencia intrafamiliar, cuestiones de género y el “cupo femenino”.

Comentá la nota