Policía municipal: un plebiscito que divide las aguas en Mar del Plata

Policía municipal: un plebiscito que divide las aguas en Mar del Plata
El próximo 9 de junio se abrirán las urnas para que la población de esta ciudad se expida sobre la posibilidad de crear una fuerza policial propia, en un plebiscito o consulta popular que habilitó el intendente vecinalista Gustavo Pulti con el objetivo de combatir la inseguridad.
La opción es de hierro: sí o no; y en ese marco los habilitados para emitir el voto son aquellos empadronados que figuran en los cartapacios que se abrieron en las últimas elecciones generales de 2011, aunque la emisión no será obligatoria.

Pulti, contador público nacional, se ha estado moviendo estos días de manera casi frenética, defendiendo su proyecto en cualquier foro o debate, pero la cosecha no ha resultado todo lo favorable que -suponen algunos lugareños- esperó cuando lanzó la esta iniciativa, durante la inauguración de las sesiones del Concejo Deliberante de General Pueyrredón.

Podría decirse que la idea del intendente intenta golpear a dos puntas: En el caso que ganara el sí, transformar a Mar del Plata en la primera ciudad de la provincia con policía propia y, así, provocar un efecto cascada sobre otras administraciones locales que pretenden conseguir lo mismo y que se han visto paralizadas al no existir una ley provincial que permita financiar el proyecto.

Pulti, hasta que hizo pública esta idea, mantenía una excelente relación con el gobernador Daniel Scioli.

Dirigentes políticos locales han repetido a Télam que esa relación no está quebrada pero sí afectada o morigerada porque se está llamando a un plebiscito.

El discurso que la presidenta Cristina Fernández de Kirchner brindó días atrás en Lomas de Zamora pareció dar aire a la iniciativa de municipalizar las policías, aunque no se definió al respecto y quizá los impulsores locales de la medida hayan leído entrelíneas con un optimismo algo exagerado.

Los marplatenses, en líneas generales, desconfían del efecto de la medida y muchos directamente la rechazan cuando conocen la fuente de financiación para ese supuesto aparato de represión u orden: sus bolsillos, mediante un aumento de impuestos generalizado.

La ciudad está empapelada y en cada una de las esquinas del centro hay militantes por el sí o por el no tratando de atrapar la voluntad de los indecisos que al parecer no son muchos. Son muchos más los indiferentes o los cultores del menefreguismo.

Pulti sabe que de perder el plebiscito su gobierno puede entrar en una lenta decadencia hasta terminar mandato, pero así y todo jugó una carta grande y obligó al resto del arco político local a tomar posición.

¿Se trata de una cuestión de convicciones? Al decir de Fernando Maraude, concejal del Frente de la Victoria (FpV), “no sólo se trata de eso sino también de un serio problema presupuestario que con la eventual creación de una sobretasa de seguridad más otros aumentos impositivos que tuvieron lugar este año, permitiría disimular ese agujero negro”, dice.

Y recalca que el sector del FpV que responde al embajador en Venezuela, Carlos Cheppi, al cual adhire, votará “decididamente por el No a la creación de una policía municipal, de incierto funcionamiento a corto plazo, tocando el bolsillo de los contribuyentes”.

En el año “se acumularían (en el caso de un triunfo del Sí) un 16 por ciento más otro 23 por ciento previo”, lo que se trata de “una cifra muy alta para una ciudad con altos índices de desocupación, a la que se le pretenderá cobrar de inmediato por un servicio que no existirá de inmediato”.

Cheppi, por su parte, fue explícito: “La idea para financiar la policía y para financiar muchas cosas de Mar del Plata, es gestionar bien. Empecemos a gestionar bien lo que tenemos. No sabemos ni cuántos empleados hay en la Comuna.

Nuestros concejales han hecho este trabajo, hicieron pedidos de informes, no se han contestado. ¿De dónde podemos sacar financiamiento? Revisemos las cuentas municipales y no sigamos pidiendo aumento de tasas”, dijo.

En un brete están los dirigentes locales de Nuevo Encuentro, con el abogado y ex candidato a intendente José Luis Zerrillo, porque la idea originaria de Marcelo Saín, readaptada por Pulti, siempre pensó una municipalización de la policía con ley provincial incluida.

“Nosotros decimos sí a la municipalización de la policía y no al aumento de tasas. ¿Por qué? Porque esto mismo se podría haber hecho gravando a los grandes contribuyentes, a los dueños de los medios, de los grandes hoteles y de los balnearios”, explica frente a esta agencia.

“Pulti no pensó en eso sino en hacer las cosas lo más rápido posible y de una manera onerosa, porque ¿cuánto cuesta armar el plebiscito (del domingo 9) si cada fiscal, por ejemplo, cobrará 250 pesos? Ese no es el espíritu de la reforma Saín”.

Y aclara: “Pero sí es el de la municipalización. Porque es una manera de quebrar los negocios de la policía bonaerense, y su connivencia con políticos y empresarios”.

Zerrillo, especialista en derechos humanos, cree que esta “es una oportunidad para desbancar poderes instituidos, arraigados” y que la sobretasa “es un error” aunque por algún lado había que empezar “sobre todo para que se sumen otros municipios y cambiar la relación de fuerzas en el parlamento provincial”.

En esta disputa también ha terciado la Unión Cívica Radical (UCR), que por medio de su jefe de bancada, Mario Rodríguez, dijo a Télam que su partido “se opone definitivamente a avalar la maniobra de Pulti para sanear su desastrosa gestión”, calificando por la negativa a la iniciativa.

“Por supuesto que Mar del Plata vive un muy serio problema de inseguridad. Pero no se puede improvisar en esa materia, casi chantajeando a los ciudadanos con un aumento de tasas. Además, en caso de ganar el Sí, ¿de dónde saldrán los primeros policías”, se preguntó. La UCR votará por el No.

El grupo de kirchneristas más cercano al intendente, comandados por el periodista Juan Manuel Rapacioli (padre) ya se expidió por el Sí, que será refrendado el próximo lunes.

Su principal referente dice que “se quejan los radicales, los socialistas y el Pro. Algunos compañeros (del PJ) tienen actitudes que no entiendo. La excusa que el procedimiento será largo implica ignorar el carácter disuasorio que tiene esta medida. Estamos hablando de cinco o seis pesos más de aumento. Tampoco es para exagerar”, concluye.

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