La Policía Comunitaria llegará en abril a una decena de barrios

La Policía Comunitaria llegará en abril a una decena de barrios

Unos 50 agentes de la nueva fuerza preparan su desembarco en Ludueña en las próximas semanas. En marzo se sumarán 450.

En tres meses, la Policía Comunitaria llegará a una decena de barrios de la ciudad. La fuerza que debutó a mediados del año pasado en barrio Las Flores sumará 450 agentes. Todos formados para restablecer lazos de confianza con los vecinos y mejorar la convivencia en zonas con altos niveles de delitos y criminalidad. El ministro de Seguridad de la provincia, Raúl Lamberto, destacó ayer la experiencia de ocho meses de trabajo en la zona sur, donde, dijo, "contribuyó a bajar los niveles de violencia".

Los nuevos efectivos serán parte de la camada de 1.200 suboficiales que egresarán en marzo del Instituto de Seguridad Pública de la provincia (Isep). Pero antes de eso, los agentes comunitarios desembarcarán en barrio Ludueña para completar la primera etapa de la puesta en marcha de esa fuerza.

Los 50 agentes que recorrerán ese barrio de la zona noroeste de la ciudad se graduaron en diciembre y desde hace una semana ya están acompañando a sus pares Las Flores para conocer de cerca su nueva tarea (ver aparte). Si bien todavía falta ajustar algunos detalles, se estima que en los próximos 15 días se presentará la nueva fuerza en el vecindario.

Luego, entre fines de marzo o principios de abril, la experiencia se extenderá a una decena de nuevos barrios a seleccionar en conjunto con las autoridades del municipio.

La experiencia de la policía de proximidad comenzó en Rosario a mediados de mayo pasado, cuando unos 40 agentes empezaron recorrer las manzanas de Las Flores, La Granada y 17 de Agosto, en una zona circunscripta entre la calle Moreno y las avenidas Batlle y Ordóñez, San Martín y Circunvalación 25 de Mayo.

Cada uniformado tiene una manzana a su cargo, recorre a pie sus calles y mantiene contacto directo con los vecinos, que ya lo conocen. Tienen su tarjeta de identificación personal con todos los datos de contacto: foto, nombre y apellido, número de identificación policial, número de celular y correo electrónico.

Además, en el barrio se levantaron tres construcciones, se las llama "casas del policía comunitario", donde planifican acciones en conjunto con referentes zonales. El equipamiento se completa con un móvil y seis motos.

Balance. La puesta en marcha de la segunda etapa de la Policía Comunitaria se anunció durante la misma jornada en que el secretario de Seguridad de la Nación, Sergio Berni, ponía fin al operativo de especial de las fuerzas federales iniciado en abril y se iniciaba el retiro de gendarmes. Justamente, tanto Las Flores como Ludueña fueron los primeros escenarios de esa intervención.

Lamberto destacó que la iniciativa forma parte de las tareas que vienen desarrollando desde la cartera. "Estamos trabajando con planificación, capacitación para los agentes policiales y concientización hacia la población. Y vamos a seguir profundizando esas líneas", sostuvo.

Luego resaltó que los 1.200 agentes que se graduarán en marzo se incorporarán a la Policía Comunitaria. Un grupo de 450 serán asignados a Rosario, otros 200 tendrán como destino la ciudad de Santa Fe y el resto se distribuirá en 16 localidades, proporcionalmente a su cantidad de habitantes. El balance de la actuación de esa fuerza en la zona sur rosarina fue "muy positivo, porque hay un buen reconocimiento ciudadano hacia los agentes, se mejoró la convivencia y bajaron los índices de violencia y de delitos", concluyó.

Aprestos para salir a la calle

Los 50 agentes de la Policía Comunitaria que en unas semanas llegarán a barrio Ludueña ya están recorriendo las calles de Las Flores. Desde la semana pasada, los suboficiales graduados en diciembre van siguiendo los pasos de los policías que ya conocen los nombres de cada familia de esa barriada de la zona sur, donde, según destacan los mismos vecinos, ahora se puede matear en la vereda. De todos modos, la falta de patrullajes durante la noche sigue siendo un problema.

Los policías con charreteras color naranja llegaron a Las Flores a mediados de mayo. Su primera tarea fue presentarse en cada uno de los "microbarrios" que tienen asignados, una zona donde ya todos los saludan con el nombre.

La misma experiencia se replicará en unas semanas en Ludueña. Ayer, en la casa del Policía Comunitario montada a espaldas del casino City Center, una decena de flamantes agentes recorría las calles de zona sur recibiendo saludos y bromas cordiales.

"Al principio no fue tan fácil", reconoció uno de los primeros uniformados en llegar al barrio. Con abuelo, padre y tíos policías, en septiembre pasado se graduó y en mayo empezó a trabajar en Las Flores. "Fue una experiencia positiva. Acá vive mucha gente mayor que nació en el barrio y, ni bien llegamos, manifestaron un rechazo. Pero, a medida que nos fuimos presentado y nos vieron todos los días en la calle, cambió todo. Ahora nos saludan por el nombre", destacó.

Los mismos vecinos que, a media tarde, se refrescaban en la vereda a la sombra de los árboles reconocieron que la presencia de los agentes ayudó a reducir robos y arrebatos. Sin embargo, el balance no fue completamente positivo.

"Después de las 21, acá no hay nadie. Y cuando tenés un problema, el comando sigue tardando horas en llegar", se quejó un hombre que se acercó a denunciar una riña desatada la noche anterior.

Un récord de graduaciones

Del Instituto de Seguridad Pública (Isep) egresaron en diciembre 880 policías. Y a fin de marzo se sumarán 1.200. Dos cifras que el director del establecimiento, Aniceto Morán, consideró récord. “Fueron las graduaciones más grandes que tuvimos en los últimos 30 años de la institución”, sostuvo.

La formación de nuevos efectivos es uno de los puntos de la ley de emergencia en materia de seguridad pública. La norma autoriza que los cadetes puedan incorporarse a la fuerza al finalizar el primer año de cursado como suboficiales en comisión, hasta tanto aprueben el segundo año de la carrera.

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