Poli dijo que le gustaría "mirar a la cara y tomar mate" con los alumnos que atacaron la iglesia de San Ignacio

Poli dijo que le gustaría "mirar a la cara y tomar mate" con los alumnos que atacaron la iglesia de San Ignacio
El arzobispo porteño se pronunció a favor de una "cultura del encuentro", aunque lamentó el "particular ensañamiento" que tuvieron los agresores con el altar. Estuvo el rector del Nacional Buenos Aires, pero no asistieron estudiantes.

El arzobispo de Buenos Aires, Mario Poli, encabezó esta noche una misa de desagravio en la iglesia de San Ignacio de Loyola, en la que lamentó los actos de profanación realizados por cinco alumnos del Colegio Nacional de Buenos Aires y llamó a "apostar por una cultura del encuentro, como nos pide el papa Francisco".

"Estamos aquí para desagraviar este triste y deshonroso hecho de la profanación, producto de una vieja gramática de la intolerancia", afirmó Poli ante un templo colmado. En esa línea, consideró que los atacantes cometieron "una grave ofensa a Dios e hirieron a la comunidad" al violentar el edificio.

Poli prefirió hablar de un hecho motivado por el "desconocimiento" de la importancia cultural y religiosa del templo, para no atribuirles "mayores responsabilidades" a los atacantes. Y dijo estar dispuesto a dialogar con los alumnos que lo hicieron: "Me encantaría encontrarme amicalmente con ellos, mirarlos a la cara, dialogar y hasta tomar un mate si da, para invitarlos a apostar por la cultura del encuentro, como nos pide el papa Francisco", dijo.

Antes de iniciar la misa, Poli realizó el ritual de aspersión de agua bendita en los lugares que habían sido profanados, a modo de reparación de lo que "todos ya conocemos", dijo. El primado argentino lamentó el "particular ensañamiento" que los autores tuvieron con el altar, donde los alumnos orinaron y pintaron leyendas ofensivas a la Iglesia.

El rector del Colegio Nacional de Buenos Aires, Gustavo Zorzoli, participó de la ceremonia junto al vicerrector de la Universidad de Buenos Aires (UBA), Alberto Barbieri, y el secretario de Culto, Guillermo Oliveri, en representación del gobierno nacional.

En las primeras filas del templo también pudo verse al ministro de Educación de la Ciudad, Esteban Bullrich; al jefe de Gabinete porteño, Horacio Rodríguez Larreta, y al director de Cultos porteño, Alfredo Abriani, además de otras autoridades y representantes de diversos credos.

Al ser consultado por la prensa por la ausencia de alumnos del Nacional Buenos Aires, Zorzoli respondió: "Los invitamos a venir libremente, pero no los podíamos arrastrar".

La eucaristía fue concelebrada por el párroco del templo, Francisco Baigorria, quien apenas se produjo el hecho advirtió que los perpetradores "profanaron" el altar, al confirmar que orinaron en ese lugar sagrado. El ataque mereció un amplio repudio de diversos sectores, mientras Zorzoli ratificó que pedirán la expulsión de los responsables de los daños, con cuyos padres estuvo reunido ayer.

Zorzoli aportó un correo electrónico con "algunos nombres" de alumnos a quienes se les atribuye el ataque al templo más antiguo de la Ciudad, al declarar el martes ante la fiscal Lorena San Marco, quien inició una causa por daños y violación de domicilio.

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