Polémica por el voto electrónico

Polémica por el voto electrónico

El llamado a licitación para aplicar la Boleta Única en los comicios a intendente coincide con la oferta que hace una empresa especializada. Sin embargo, también hay otras firmas interesadas en participar e incluso hasta la UNCuyo.

Mendoza tendrá voto electrónico. Así lo decidió el Gobierno de Alfredo Cornejo. Pero también así lo dice la ley 8.619, que ordena implementar progresivamente el sistema, y la obligatoriedad para al menos la mitad de las mesas en 2017. Aunque, como está escrito en el llamado a licitación para las elecciones de Santa Rosa de diciembre (PASO) y febrero (general), lo que habrá será un sistema de “Boleta Única de Voto Electrónico”.

Lo notable es que esa licitación parece estar hecha a la medida de una empresa que presta ese servicio, el Grupo MSA, pool de firmas dedicado a varias actividades, entre la que se destaca “Vot.Ar, sistema de Boleta Única Electrónica (BUE)”.

MSA ya aplicó su método en provincias como Salta, San Luis, Neuquén, la Ciudad de Buenos Aires y Chaco. De esta última se copió el pliego licitatorio local (incluyendo el nombre de esa provincia en lugar del de Mendoza).

La eficiencia de MSA parece ser tal, que los propios gobiernos lo divulgan. De hecho, el salteño Juan Manuel Urtubey vino dos veces a Mendoza con ese fin. En 2015, cuando todavía gobernaba Francisco Pérez, en plena campaña electoral. Y el mes pasado, cuando lo recibió Alfredo Cornejo para, juntos, mostrar el sistema.

También en CABA se encargaron de difundir las virtudes de la BUE. Incluso el mecanismo, que implica una terminal informática en la que el elector arma su voto y lo imprime para insertarlo en un sobre con un chip, en la urna, es el que impulsa el Gobierno de Mauricio Macri en la Nación. Así se observa en el proyecto de reforma electoral que hoy se discute en el Congreso. (Ver aparte)

La licitación para Santa Rosa ha sido llamada por la Junta electoral, aunque con el lógico aval del Gobierno de Cornejo, que destinó $ 2,5 millones a ese fin. Ambos organismos aseguran que “puede presentarse cualquier empresa que esté en condiciones” de prestar ese servicio.

“Se lanzó una licitación para que esté todo el que quiera”, dijo el secretario electoral, Luis Alfredo Puebla. “El llamado lo hace la Junta Electoral, garantiza transparencia”, dijo el ministro de Gobierno, Dalmiro Garay.

Sin embargo no será fácil superar algunas vallas. Como el caso de los “subcriterios” que figuran en la página 7 del pliego. Uno exige un mínimo “de 8 años” de experiencia en el desarrollo de “software implementado en procesos electorales y voto electrónico”. Otro pide “3 proyectos” al menos, de mecanismos electrónicos para aplicar en elecciones públicas del país.

En Mendoza difícilmente haya organizaciones que cumplan con esos requisitos. Las únicas experiencias que hay son las del Departamento de Irrigación de hace dos años (ver aparte) y el software que presentó meses atrás la Universidad de Cuyo, con un sistema parecido al de MSA, aunque usando código de barras.

Esta institución educativa intentará usar su software en Santa Rosa. Fuentes comentaron que hay negociaciones con la empresa Altec, de Río Negro, para comprar el pliego. Altec es una firma especializada en sistemas que en 2006, a pedido del Gobierno rionegrino, diseñó “la primera urna electrónica del país”. La idea de la UNCuyo es reunir su software con la máquina de Altec. Además, esa firma “cumple con el mínimo de 8 años”, dicen.

Otra empresa que podría estar también es la internacional Indra, con varios de diseños autómatas de votación, aunque también distintos del que plantea MSA.

 

Especificaciones técnicas

Los sistemas usados en las provincias que contrataron a MSA, el que se discute en la Nación, y el que los funcionarios pretenden usar en Santa Rosa, son prácticamente los mismos. Todos implican el uso de la BUE y desechan la urna electrónica.

Así lo explicaron en la propia empresa. “El sistema no usa urna electrónica, sino la urna común”, contaron a Los Andes. En realidad, lo que es electrónico es la terminal en la que se define el contenido de la boleta única. “La máquina sólo sirve para definir esa boleta y para imprimirla, no guarda información”, dijeron voceros de MSA.

Además, explicaron que “cada sobre tiene un chip” que es el que lleva la información. Así, hay un “reaseguro” de lo que el elector votó. “Una vez usado el sobre, el chip se quema”, añadieron.

La empresa defiende su invención. “El sistema fue creado y desarrollado por MSA. Las otras firmas, que son muy pocas, en general tienen tecnología para urnas electrónicas, y cada una puede adaptar la máquina a un sistema similar”, indicaron.

 

Decisiones políticas

Más allá de que es la Junta Electoral la que llama a licitación, está claro que la decisión de avanzar hacia el sistema BUE es del Gobierno provincial y el santarrosino.

La intendenta interina, Norma Trigo, que pone en juego su corta gestión en reemplazo del ex cacique Sergio Salgado, ensayó una explicación. “Estamos en un proceso de modernización. Uno de esos puntos es la aplicación del voto electrónico”, dijo.

Desde la Justicia, Puebla apostó a la legalidad. “La decisión es auspiciada por la Ley 8.619, y permitirá testear un sistema que en el futuro será obligatorio”, dijo. En el Ejecutivo, Garay fue más concreto. “No se busca un boleta cualquiera, sino una boleta única electrónica”, destacó. Así, todo apunta a aplicar, como en otras provincias, el sistema que ideó y comercializa MSA.

 

La justificación de los costos en dólares

La aplicación de la BUE en Santa Rosa implicará un costo de 6 dólares por voto. Teniendo en cuenta que son 13.400 votantes, cada elección, esto es, la PASO de diciembre y la general de febrero, le costarán al Estado, al menos 81.000 dólares o lo que es lo mismo casi $ 1.225.000 en cada caso.

Las autoridades entienden que no hay tantas diferencias con el sistema tradicional, de boletas. Sobre todo porque al momento de justificar los montos, señalan que “se solían imprimir muchas boletas más de las que realmente se usaban en la elección”.

Casualmente ese es el mismo justificativo utilizado en otras provincias. “Antes, para un millón de votos, se imprimían de 3 a 5 millones de boletas por partido. Con esto eso se termina”, destacó Martín Ávila, subsecretario de Reforma Política de Salta, el funcionario que acompaña a Urtubey por todo el país difundiendo el sistema BUE.

 

El ejemplo de Irrigación

En octubre de 2014, el Departamento General de Irrigación aplicó un método propio en la elección de inspectores de cauce. Su sistema tiene similitudes con el que ideó la UNCuyo, esto es, un software para armar el voto, implicando un código de barras.

Pero también tiene parecidos con el de MSA. “Es un software con código de fuente abierto, a disposición del que lo pidiera. El sistema no guarda información”, señaló el jefe de Gabinete del DGI, Juan Pablo Yapura. “Uno entra a una máquina ‘all in one’ táctil, se habilita la opción, se elige al candidato, sale la ratificación del voto, se le da el ‘ok’ y hasta tiene la posibilidad de imprimir” añadió el funcionario.

Santa Rosa tiene una masa de 13.400 electores, distribuidos en 40 mesas. El sistema de Irrigación se aplicó en 5 inspecciones, con unos 9 mil votantes. “Podría ser usado sin problemas en ese departamento”, indicó Yapura, recordando que en aquel momento les dijeron que su sistema era “artesanal”.

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