Polémica por el servicio de recolección de residuos

En el Concejo Municipal dijeron que la licitación es "impagable". El gremio señaló que los ediles "no leyeron el pliego".

En las últimas semanas hubo dificultades en la recolección de residuos y la situación disparó un cruce de explicaciones. Los recolectores dijeron que el servicio es de cinco puntos y que los ediles votaron sin mirar el pliego. En el Palacio Vasallo respondieron que mienten y que el servicio es deficiente y el contrato con LimpAr es impagable. El Ejecutivo terció en la polémica y atribuyó la falta de higiene a un conflicto abierto con el gremio.

"No puede ser que cualquier evento que haya en el país represente una dificultad para nuestra ciudad", dijo la intendenta Mónica Fein. "Hemos tenido muchos conflictos en esta última semana para que hicieran la recolección normal, así que el debate es poder brindar el servicio con las nuevas licitaciones que ya están en marcha en la zona norte y poniéndose en marcha en el sur de la ciudad", explicó. Pero la aclaración puso el dedo en la llaga.

"El servicio es deficiente y el contrato con la empresa LimpAr es impagable", tronó el concejal Héctor Cavallero del Partido del Progreso Social. Además dijo que el secretario del Sindicato de Recolectores de Residuos, Marcelo Andrada, falta a la verdad cuando señala que el Concejo avaló ese pliego sin leerlo y atribuye el mal cumplimiento a esa omisión originaria.

"Hay diferencias porque las expectativas que teníamos con el pliego de bases y condiciones que se vendió tendría que estar funcionando hoy activamente y sólo está en un 25 o 30 por ciento", dijo Andrada. Y fue por el detalle.

"En la zona sur faltan los camiones cero kilómetro que se habían prometido y la empresa brasileña todavía no firmó el contrato, no trajo la totalidad de los camiones, sino una parte y alquilados. Cuando uno reclama lo putean, pero no soy el culpable de todo", remarcó Andrada para deslindar el gremio de la mala prestación del servicio.

Mentira. Cavallero sostuvo por su parte que no sólo leyó y resumió las tres propuestas a la licitación del servicio de recolección, sino que además, pidió y tuvo una reunión con Fein para advertirle el resultado de sus análisis. El actual pliego de residuos se aprobó en diciembre de 2010 y recién en marzo de 2012 se conocieron las ofertas económicas. El 27 de mayo de 2013, LimpAr, que ganó la compulsa, tomó servicio en la zona norte. El segundo lugar fue para Industrias Metalúrgica Pescarmona (Impsa), que continuó en el área sur.

"Justamente porque conocíamos plenamente los pliegos estuvimos en contra de la LimpAr, la UTE integrada por Vega (firma brasileña) y Nicolás Caputo y denunciamos públicamente que era inconveniente para la Municipalidad, ya que no se podía pagar ese servicio", sostuvo Cavallero.

Según el Tigre, la realidad le dio la razón. En diciembre de 2013, apenas seis meses después de que LimpAr había comenzado con la recolección, cuando el Ejecutivo envió el presupuesto al Concejo, algo llamó la atención de los ediles: la relación con Vega-Caputo ya había generado un convenio de pago por una deuda de 120 millones de pesos. "Esto prueba que era imposible pagar y que la intendenta debió escucharme cuando le pedí que declara desierta la licitación y no la adjudique a LimpAr porque estaba fuera de las posibilidades económicas por más que ofreciera un servicio de primer mundo", explicó Cavallero.

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