Polémica por el destino de la Casa de San Luis en Buenos Aires

Polémica por el destino de la Casa de San Luis en Buenos Aires

Convocaron a la ministra de Cultura y Turismo, Celeste Sosa para que explique en persona por qué el Gobierno quiere deshacerse de ese inmueble.

 

Todo estaba listo para que el miércoles la Cámara de Diputados aprobara la venta de la Casa de San Luis en Buenos Aires. Pero parece que los legisladores escucharon la multiplicidad de voces que se alzaron en los últimos días  para criticar la posibilidad de que esa idea se concrete. Por eso, el martes convocaron a la ministra de Cultura y Turismo, Celeste Sosa para que explique en persona por qué el Gobierno quiere deshacerse de ese inmueble ubicado en Azcuénaga 1083, que desde hace 30 años tiene la provincia. Al coro de opiniones que surgió en los cafés, los corrillos políticos y ciudadanos en general, se sumó la presentación de un proyecto del diputado del PRO (aliado al oficialismo) Bartolomé Abdala, que pide que el destino de ese edificio lo decidan los propios puntanos en una Consulta Popular que acompañe las elecciones de 2015.

Abdala reconoce que su proyecto surgió como consecuencia de haber detectado "la reprobación expresada por numerosos ciudadanos de la provincia" a vender la Casa de San Luis. Y destaca que si bien el inmueble no integra el patrimonio cultural de la provincia (por estar en otra jurisdicción), sí forma parte del patrimonio simbólico y espiritual. "La Casa de San Luis en Buenos Aires -dice el proyecto- es la embajada de los puntanos en Buenos Aires. Esta Casa referencia las realizaciones de la Provincia y la biografía personal de muchos dirigentes, funcionarios que trabajaron para hacer de San Luis una provincia destacada y reconocida".

Lo cierto es que las voces críticas, más el freno de mano que puso Diputados, abre un paréntesis sobre cuál será el destino final del inmueble.

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