Polémica y denuncias por falta de agua en barrios altos

En El Calafate hay gran polémica con los problemas del sistema de distribución de agua.

Como todos los veranos, los barrios más alejados sufren la falta de agua, algo que habitualmente se le atribuye al aumento del consumo, tanto por la hotelería y la mayor presencia de habitantes, como también por efecto del riego y lavado.

Pero la villa turística no debería tener problemas, teniendo en cuenta que el acueducto fue construido con una capacidad para una ciudad de 50 mil habitantes, según explicaban los funcionarios de entonces.

Así lo entiende también el presidente de Servicios Públicos Sociedad del Estado, ingeniero Lucio Tamburo, quien días atrás mientras estaba en El Calafate, afirmó que no había razón para que existiera falta de agua en los barrios, aún con el consumo per cápita más alto de la provincia.

En las últimas horas, el mismo funcionario provincial, sorprendió al comunicar la firma de una denuncia por supuestas maniobras de sabotajes, las que hacen que los barrios altos se queden sin el servicio, según informó mediante un comunicado oficial.

En realidad, se trata de una exposición policial firmada por Pablo Zuvich, quien se encuentra a cargo de la gerencia local de esa empresa estatal.

“Encontramos un par de válvulas cerradas, que no fueron cerradas por nosotros, por lo que creemos que fue de manera intencional”, comentó Zuvich a La Opinión Austral.

Semanas antes, los barrios altos se quedaron sin agua, pero las cisternas que los abastecen tenían suficiente nivel como para que el servicio sea normal. Zuvich dijo que luego se dieron cuenta que las válvulas, con las que se regula la presión de las cañerías que lleva el agua a esos sectores, estaban cerradas.

La situación no pasó a mayores y aunque con sospechas, las máximas autoridades de la empresa lo tomaron como una cuestión de “impericia” de algún empleado.

Son llaves que se encuentran sobre la línea municipal, en diferentes puntos de la ciudad, y a pocos centímetros bajo tierra.

“La mayoría de los vecinos no sabe qué son y dónde están esas válvulas”, comentó el gerente a cargo, dejando la sospecha que podría tratarse de personas que conocen perfectamente el funcionamiento del sistema de distribución de agua.

El fin de semana, se repitió la falta de agua en barrios como “90 Viviendas” y “Cañadón”. Zuvich explicó que también fue porque las válvulas fueron cerradas, lo que les dejó en claro que existe alguna intencionalidad por parte de personas no identificadas.

A última hora del martes, las autoridades de la empresa resolvieron que el tema quedara asentado en la policía. Pablo Zuvich firmó una exposición policial en la comisaría 1ra de la ciudad, relatando los hechos.

Ayer, miércoles, dijo que las cisternas se mantienen llenas y que no debe faltar agua en ninguno de los barrios.

Pero al mismo tiempo, habitantes de la zona Cañadón y barrios “90 Viviendas”, dicen que el servicio no se ha normalizado y que tienen baja presión o directamente falta de agua.

Sus familias le pidieron a la Defensoría Oficial que intervenga en el tema con un recurso de amparo, aunque la oficina judicial primero envió una nota formal a la empresa SPSE para que normalice el servicio a esos vecinos, resguardándose la posibilidad de presentar un amparo en el Juzgado Civil de la ciudad.

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