La legisladora Liliana Montero (Frente Cívico) calificó como un “espanto” el estado en que se encuentre el Complejo Nueva Esperanza de Campo de Bouwer, donde se encuentran alojados jóvenes en conflicto con la ley penal.

En una visita que realizó a dos de los seis edificios que posee el complejo, ubicado a 12 kilómetros al sur de la Capital, tomó fotos y detectó humedad en paredes y techos; baños precarios, sin canillas, con letrinas tapadas y agua y humedad por todos lados.

Desde el Ministerio de Desarrollo Social de la Provincia, del cual depende el complejo, negaron el contenido de la denuncia y aseguraron que tiene “fines políticos”.

A su vez, aseguraron que las fotografías fueron tomadas en sectores que están fuera de uso, como los espacios de letrinas y la cocina. En contraste, la dependencia envió imágenes propias para desacreditar los cuestionamientos.

En su denuncia, Montero precisó: “La humedad hace que se rompan las bisagras de las puertas de metal, las cuales se vencen y no cierran o direc­tamente se rompen y se desprenden”. Y agregó que hay ventanas sin vidrios, tapados con cartones o bidones.

También indicó que las conexiones eléctricas son muy precarias y que por la humedad hay tomacorrientes que no funcionan y tubos atados con alambre.

Precisó que en invierno los chicos pasan frío porque si funciona la calefacción no hay agua caliente y viceversa.

El estado de las cloacas también es precario, según Mon­tero. “Se tapan o desbordan cerca de los invernaderos. En las aguas servidas pululan los mosquitos”, comentó.

En tanto, desde el Ministerio relativizaron la denuncia de la legisladora de que no haya controles en el ingreso al complejo, cuando en realidad no se trata de una cárcel.

También cuestionaron a la legisladora por haber tomado fotografías, cuando en realidad no está permitido por razones judiciales, según dijo un vocero a este diario.