La polarización llegó a Mar del Plata

La polarización llegó a Mar del Plata

Las multitudinarias marchas en contra de la política que lleva adelante el gobierno nacional y la respuesta que se vio el sábado por la noche en distintos puntos del país, con gente que se unió para “defender la democracia”, en una convocatoria que sorprendió a propios y extraños, alimenta una idea que se está instalando cada vez más: la polarización.

 

 

El kirchnerismo exhibe de todas las maneras posibles los perjuicios que la política económica que lleva adelante el macrismo perjudica a la clase trabajadora y a los más vulnerables. Y desde el macrismo decidieron aceptar la lucha mano a mano y volver a profundizar el espíritu “anti”. No es tanto el apoyo que tenemos nosotros, sino el rechazo que tienen ellos, repiten. Así, la ancha avenida del medio que pretende transitar Sergio Massa se vuelve cada vez más angosta.

Ese escenario comenzó, también, a instalarse en Mar del Plata: kirchnerismo vs Cambiemos; gestión actual contra gestión anterior.

Desde hace cuatro días, la escena política de la ciudad está centrada en la pelea que mantiene Acción Marplatense y la gestión de Carlos Arroyo, por la judicialización del último aumento del boleto. Hasta este martes, el intendente y su equipo habían sido cautos, luego del revés judicial que suspendió por seis meses la última suba al entender que la votación que se realizó en el Concejo Deliberante no cumplió lo establecido en la Ley Orgánica de las Municipalidades.

Sin embargo, este miércoles cambió la estrategia. A través de un comunicado oficial, Arroyo salió con los tapones de punta contra el amparo presentado por Marcelo Artime y Leandro Laserna. Pero no lo hizo con argumentos técnicos, eso quedó para la apelación presentada en la Cámara Contencioso Administrativo. El jefe comunal, en términos nacionales, les disparó por la pesada herencia.

Arroyo sacó a relucir que se encontró con una deuda que no figuraba en ningún papel que supera los 300 millones de pesos, de distintos proveedores. Recordó, según su parecer, que fue Laserna, el secretario de Cultura de la gestión anterior y uno de los impulsores del amparo, el que condicionó a la actual gestión por avanzar con programas sin tener la plata para pagarlos. El intendente inició así su propia polarización.

La marcha del sábado le dio un impulso a la gestión de Cambiemos que necesitaba. Lo mismo sintieron en Mar del Plata. “No vuelven más”, repitió el jefe comunal y todo indica que así será la tónica de la campaña.  

¿Cuál es la consecuencia de esa estrategia? Lo primero que surge es que apostar a esa táctica busca instalar en el electorado que en octubre habrá dos opciones reales, más allá de la cantidad de listas que haya en el cuarto oscuro. En ese sentido, el más perjudicado será el massismo, que hoy exhibe a Ariel Ciano. Si esa tendencia se instala la gente optará por respaldar a la actual gestión o recuperar los derechos que se consiguieron en los últimos 12 años. No quedará demasiado margen para opciones intermedias, y el expresidente del Concejo Deliberante podría quedar lejos.

Pero de profundizarse esta tendencia también desatará feroces batallas internas, dentro de Cambiemos y dentro del kirchnerismo. Todas las encuestas que salen a la luz muestran a Vilma Baragiola, cómoda, como la candidata más sólida del oficialismo. Pero eso no significa que la cuestión ya esté resuelta y, mucho menos, que los demás aspirantes ya se den por vencidos.

Los radicales enfrentados con la secretaria de Desarrollo Social y disconformes con la gestión de Arroyo seguirán trabajando para tener su lugar, con la amenaza de presentar una lista propia para las Paso de agosto. A ellos se le suma Lucas Fiorini, que si bien no anunció formalmente su paso a Cambiemos, está trabajando codo a codo con el ministro de Gobierno Joaquín De la Torre, hombre de confianza de la gobernadora María Eugenia Vidal y con influencia concreta en la gestión de Mar del Plata.

El último sábado, cuando el jefe comunal abrió las sesiones ordinarias del Concejo Deliberante, Fiorini y Alejandro Carrancio (Bloque Crear), decidieron no estar presentes. Estaban en contra de la continuidad de Guillermo Sáenz Saralegui como presidente del cuerpo, pero también estaban (están) en contra de la falta de diálogo de Arroyo y su gente. Así, esos dos votos que el oficialismo contaba casi como propios -y eran un modo de recuperar la mayoría que ya no le garantizan Eduardo Abud y José Reinaldo Cano- no serán tan fáciles de obtener.

La estrategia de los exintegrantes del Frente Renovador será solidificar aún más su relación con De la Torre y llegar así a la gobernadora Vidal. Pero también marcar distancia de la gestión local. Habrá que ver hasta dónde llegan por ese camino.

En la vereda de enfrente la situación también es compleja. En el imaginario colectivo Acción Marplatense es el kirchnerismo, aunque en la realidad no sea tan así. Lo concreto es que hoy Artime y Laserna pujan por convertirse en el candidato del partido vecinal para la concejalía. Ninguno de los dos brilla en las encuestas, por el contrario. Y están muy lejos del exintendente Gustavo Pulti, con casi un 100% de nivel de conocimiento. “¿Y si Gustavo es candidato”?, dicen algunos en Acción Marplatense. Y aunque el exjefe comunal por ahora mantiene un perfil muy bajo ya son varios los que hablan de la voluntad de Pulti de “jugar” en las próximas elecciones.

Pero la situación del kirchnerismo, claro está, no se resuelve solo con dilucidar la interna de Acción Marplatense. Pulti, como ya hizo en otras oportunidades, apuesta a consolidar un frente que reúna a distintos sectores afines a la anterior gestión, con su partido a la cabeza. Esa fue la estrategia que se utilizó en 2015, cuando el entonces jefe comunal se sentó con Wado de Pedro y definieron que compita solo la lista del Frente Marplatense.

Sin embargo, hoy la realidad es otra. Y no parece haber nadie que pueda tener la lapicera como ocurría antes. Y ya hay varios que dieron muestras claras de su voluntad de competir: la diputada nacional Fernanda Raverta, el exembajador en Venezuela Carlos Cheppi, el dirigente de Nuevo Encuentro José Luis Zerillo. Incluso los actuales concejales Daniel Rodríguez y Marcos Gutiérrez tienen aspiraciones de conservar su banca.

Pese a sus ocho años como intendente, hoy parece difícil que Pulti convenza a todos ellos de que lo mejor es armar una lista de unidad. Especialmente, porque las veces anteriores las listas eran armadas con toda gente de su confianza en los lugares principales.

Acción Marplatense no estaría dispuesto a incorporarse al Frente para la Victoria como un partido más. ¿Entonces? La idea de ir con una boleta corta es una posibilidad. “Lo hicimos muchas veces”, recuerdan en el entorno del jefe comunal. Pero, aunque no lo digan, saben que si la polarización se profundiza ir con una boleta corta es dar una ventaja imposible de remontar.  

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