La luz podría subir hasta un 800% en Capital y GBA

La luz podría subir hasta un 800% en Capital y GBA
Ése sería el aumento si equiparan tarifas con las de Córdoba y Santa Fe
Ya son 17 las provincias que acordaron con el Gobierno mantener sin modificaciones las tarifas eléctricas por 365 días a cambio de aportes del Estado nacional para obras de transporte y distribución. Siguen faltando dos de mucho peso: Buenos Aires y Santa Fe, y Tierra del Fuego, Chubut, Salta y San Luis. Se entiende que cuando el Gobierno haya terminado estos convenios, que negocia el ministro Julio De Vido, estará en condiciones de anunciar la baja de subsidios, que afectará sólo a Capital Federal y Gran Buenos Aires.

La incógnita es si la reducción de subsidios, que será como en el gas un aumento de tarifas, será retroactiva al 1 de abril para quedar en línea con las subas aplicadas en las facturas gasíferas y en AySA, o si primarán razones políticas para postergarlo para más adelante.

La relación entre los convenios con las provincias y la quita de subsidios en el área metropolitana se da porque el Gobierno busca una equiparación de las tarifas eléctricas en todo el país y evitar que la quita de subsidios golpee a los usuarios del interior que ya pagan facturas muy caras.

Los subsidios del Estado nacional se aplican sobre el precio del kilovatio y rigen en todo el país. Sin embargo, las tarifas son mucho más altas en el interior porque los gobiernos provinciales autorizaron aumentos para las distribuidoras, mientras en las áreas de Edenor y Edesur hay en la práctica un congelamiento, salvo un aumento autorizado en 2006 y un cargo para obras que se introdujo en diciembre de 2012.

El mayor problema que suscita el esquema de equiparación de las tarifas eléctricas es que si no se instrumenta gradualmente, los aumentos de tarifas pueden ser demasiado elevados, mucho más que los aplicados en el gas. En Capital Federal, un usuario de clase media con dos aparatos de aire acondicionado consumió entre diciembre y enero 943 kilovatios, y pagó $ 105. Tal como se puede ver en la misma factura, por el mismo consumo, hubiera pagado $ 820 en Córdoba y $ 719 en Santa Fe . Lo que significa que una factura puede multiplicarse por 7 u 8 veces si no se aplica un esquema gradual.

Por otra parte, en las áreas de Edenor y Edesur el Gobierno nacional sigue aplicando un régimen de penalizaciones si el consumo supera el del año base (2005), y las multas por consumir de más se calculan según el valor del kilovatio, de modo que un ajuste de éste impactará fuerte también en el castigo por sobrepasar el del punto de referencia.

La fecha en que subirán las facturas de luz y el gradualismo con que se lo hará tienen relevancia política. Los intendentes del GBA saben que en muchos hogares de menores recursos, los usuarios tienen gas por lo cual no pueden excluirse de las subas en la electricidad. Pero al mismo tiempo, se siguen calefaccionado con electricidad, porque la instalación interna de gas la hicieron sólo hasta la cocina y a veces ni siquiera eso.

Para la clase media, el impacto de bolsillo en invierno puede ser mayor aún que el de verano en el caso de los departamentos nuevos, donde la calefacción es por aire acondicionado. Se calcula que el consumo de kilovatios en calor es casi el doble del consumo en frío.

Por último, subsiste una duda todavía no resuelta que se refiere tanto a las facturas de gas como de electricidad. Desde 2008, el Gobierno aplica bonificaciones de invierno en los consumos de gas y luz. La decisión la renueva año tras año a mediados de mayo, por lo cual todavía no se sabe qué pasará esta vez.

En el gas, el costo del gas importado (que quedó igual con las nuevas tarifas) se eximía en un 100% para los hogares con consumos de 1.001 a 1.500 metros cúbicos anuales (por menos de 1.000 no se paga este cargo en todo el año) entre mayo y septiembre, y se bonificaba un 100% en junio y julio, y un 70% en agosto y septiembre para 1.501 metros cúbicos anuales en adelante.

En la luz, la bonificación se aplicaba sobre el valor del kilovatio y equivalía al 100% en junio y julio, y un 70% en agosto y septiembre. Con las subas ya aplicadas en gas y con las que se aplicarán en luz, si no se ratifican las bonificaciones, para muchos usuarios las facturas pueden volverse impagables.

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