Los jueces Mariano Nicosia, Jorge Odorisio y José Rago integrarán el tribunal colegiado que tendrá a su cargo la evaluación de la prueba que ofrecerá la fiscal general, Cecilia Codina, quien busca condenar a Alexis Darío Saldivia porque está convencida que él fue el autor de los disparos que terminaron con la vida de Martín Vidal.

El joven fue asesinado en la calle el 27 de julio del año pasado. Con su madre se movilizaba en el auto con el que ambos llegaron hasta Alvear, casi Huergo. En esa esquina él bajó a un kiosco a comprar y lo atendieron por la ventanilla. Eran apenas las 20. Su madre se quedó en el coche y en un momento dado alcanzó a escuchar a su hijo decir “no tires, no tires”.

El asesino no tuvo piedad y efectuó tres disparos que dieron en distintas partes del cuerpo de la víctima, quien aún con vida pidió “por favor, ya está”. A las dos horas murió en el Hospital Regional.

La causa tuvo como juez natural a Gladys Olavarría y como probable autor la fiscal Cecilia Codina imputó a Alexis Darío Saldivia, calificando el hecho como homicidio simple, agravado por el uso de arma de fuego. El joven quedó detenido con prisión preventiva.

Una de las medidas de prueba solicitadas en el marco de la investigación fue el reconocimiento en rueda de personas del sospechoso y la testigo presencial fue la propia madre de la víctima, pero la mujer no reconoció a Saldivia como la persona que el 27 de julio acribilló a su hijo.

A esa confusión se sumó que en agosto del año pasado se presentó Leandro Serrano y se puso a disposición de la justicia. El joven pidió declarar y allí confesó que fue él quien mató a Vidal, para lo cual se ofreció como prueba un mensaje de texto que llegó al teléfono celular de Saldivia.

En ese mensaje se le informó de la agresión recibida por la víctima. “Se la di a Martín Vidal”, reza el texto proveniente del contacto Leandro Serrano y el cual tiene el horario 20:38 del domingo 27 de julio de 2014, cuando por entonces sólo se conocía que la víctima estaba herida de bala.

La abogada adjunta de la Defensa Pública, Lilian Bórquez, fue quien asistió a lo largo del proceso a Saldivia y en reiteradas oportunidades pidió el sobreseimiento, algo que reiteró en la audiencia preliminar y reclamó que el caso no sea llevado a juicio, asegurándole a la juez que su pupilo no fue el autor del hecho.