“No me podía conformar con ser el gordito simpático”

“No me podía conformar con ser el gordito simpático”

El más taquillero en la historia del teatro tandilense cuenta la evolución del “gordito tierno” de los Prepu al actor, director y locutor mordaz del presente.

-“Birdman”, la película que ganó el Oscar este año, gira sobre ese actor que no encuentra la forma de quitarse de encima el gran éxito que tuvo de joven. Algo así debe haber vivido con Los Prepu, ¿no?

-Y sí, había que superar esa etapa, pero yo decidí volverme porque estaba podrido de Buenos Aires. Y la verdad es que no tengo el problema ése del pasado: yo aprendí a vivir con los fracasos. Hasta pienso que me fui en el momento justo, antes de que nos peleáramos.

-Un marplatense que no puede vivir lejos de Tandil y que acá se convierte en el más taquillero.

-Sí, ja, ja, una paradoja total. Y no es por agrandarme pero soy el que hizo más trabajos. Marcos (Casanova) y yo somos lo que más laburamos en Tandil.

-¿Por qué cree que pegó tanto?

-Porque siempre estoy tratando de proponer cosas distintas, fluctúo entre espectáculos muy diversos. Si hacés siempre lo mismo la gente se agota. Pero sobre todo por caradura: yo hice stand up hace 15 años en Tandil y ahora todos están (pone voz bien cool) “vamos a ver stand up, bolu…”.

-La vida da sorpresas.

-Sí, ¡lo que son las cosas! sin ir más lejos yo siempre me reconocí como el peor de los Prepu, el más cho…

-Pero era muy gracioso.

-Era gracioso, sí, pero tenía que buscar más recursos. No me podía quedar con que era el gordo simpático. Me lo dijo un día Catalano (Carlos) y me mató. Estábamos  en una clase y me dice “al gordito tierno ya lo conocemos, buscame otra cosa”. ¡Cómo me dolió! Me volví a casa llorando. Y me sacudió tanto que dije “bueno, vamos a buscar otra cosa”.

-Por lo visto la encontró.

Sí, totalmente.

-La dosis de maldad, digo.

-¡Sí! Y la culpa la tiene Elías (El Hage) ja, ja, ja, él me sacó esa maldad que no tenía. Hablo en joda, en realidad en Los Prepu teníamos un humor más naif, ingenuo, y con Elías empecé a jugar con un humor que me encanta.

-A Elías le gusta quemar las naves: con él se juega para bien o para mal, para amar u odiar, sin marcha atrás. ¿No tiene miedo de pagar un precio alto por una personalidad que en definitiva no es la suya?

-Sí, pero me hago cargo porque me divierto mucho. Lo mío incluso es una guachada porque muchas veces me autoexorcizo y digo “el que habla es el personaje, no yo” cuando sé que es una mentira. La verdad es que se me abrió una puertita…

-Y usted la estaba esperando desesperadamente.

-Sí, yo no me animaba a hacer esas cosas.

-¿Es verdad que le resbala que lo consideren un actor con un perfil no muy intelectual?

-Totalmente. Me chu.. un hue.. la intelectualidad, pese a que vivo rodeado de intelectuales, que doy clases en la Facultad y trabajo con Mauricio Kartun.

-¿Siempre pensó así?

-Nooo, antes me importaba mucho. Tenía pavor por lo que  dijeran mis compañeros de una actuación mía o que Los Prepu fueran considerados teatro fácil. Pero todo eso se terminó cuando decidí que quería dedicarme, vivir y ser esto. Usufructuar el teatro comercial que me gusta y también el culto y vernáculo. Aunque le voy a confesar algo…

-A ver.

-Esas obras que se tienen que ensayar seis meses para hacer cinco funciones yo las odio. Yo quiero trabajar,  a mí gusta el escenario, la verdadera formación está ahí arriba.

-Pasar de gordito tierno de Los Prepu a actor corrosivo debe tener un costo social, ¿no?

-Sí, pero me la banco. Porque no tengo mala leche ni soy del tipo que dice “no me arrepiento de nada”. ¡Yo me arrepiento de tantas cosas! Y sé que hay gente que dice “qué gordo pelot…” pero no me hago problemas, porque tengo una chapa, mucha o poca, buena o mala, pero es mía, por algo llegué donde llegué. Que no me paguen con chapa, ya la tengo, y en ella está incluida la gente que no me soporta y dirá “uh, otra vez este gordo pesado”, y por otro lado contiene  las cosas que me llenan de orgullo y placer.

-Como el amor que siente por su vocación.

-Exacto. Tengo compañeros que les dicen a los alumnos “si quieren dedicarse al teatro, sépanlo: tienen que hacer otra cosa más para vivir” y yo en cambio les digo “si quieren dedicarse al teatro, trabajen, trabajen ocho horas por día y van a lograr vivir del teatro”. Yo vivo de lo que hago y sé que  no hay nada más lindo que estar arriba del escenario. Ahí está la felicidad.

Ficha Personal

 

Pedro Martín Sanzano.

-Nació en Mar del Plata el 29/12/1963

-Dos hijos: Martín y Sofía.

-Llegó a Tandil en 1983 a estudiar Veterinarias. Abandonó en tercer año.

-Estudió en la Escuela Superior de Teatro.

-Formó parte de Los Prepu (1986/2001)

-Docente en Práctica Integrada I (ayudante de Mauricio Kartun)

-Participa en el Club de Teatro desde el inicio (“Es  mi segundo hogar”)

-Dicta clases de stand up en La Ñata Roja

-Ha protagonizado y dirigido más de 50 obras en Tandil.

-Recibió decenas de premios pero destaca uno en especial: La Nariz de Oro.

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