"No podemos hacer nada"

Natalia Bazterrica se comunicó con La Voz del Pueblo con el fin de dar a conocer una situación comprometida para la salud, el medio ambiente y la seguridad de los vecinos de la calle Dorrego al 216 y de Hipólito Yrigoyen, en cercanías de la mencionada dirección. 

La vecina manifestó que su marido asistió dos veces personalmente a Obras Públicas y a Bromatología en los últimos años y que ella se comunicó hace diez días telefónicamente y nuevamente ayer. Ante la falta de respuestas satisfactorias decidió -no sin antes advertirle a la empleada municipal que la atendió ayer en la Secretaría de la calle Castelli- acudir a la prensa para que se conociera el problema. 

Hay una casa abandonada al lado de la Clínica Hispano Argentina, Natalia tiene su vivienda lindera a ésta y su patio da a ese terreno. El lunes autores ignorados intentaron ingresar por ahí para llegar al domicilio de Natalia. “Exigimos con suma urgencia una solución por parte de las autoridades municipales, ya que abonamos como ciudadanos en tiempo y forma los impuestos”, dijo. 

Sostuvo que hace cerca de seis años que la situación no cambia, yuyos que sobrepasan las paredes, ratas que caminan por los paredones llevando y trayendo residuos, palomas y otros transmisores de enfermedades. “Ya hemos hecho la denuncia a la Municipalidad -destacó Natalia- y en ese momento vinieron a hacer la limpieza, además de poner un candado en el portón de la casa abandonada”. 

La vecina relató otro hecho ocurrido hace aproximadamente cuatro años cuando la Policía tocó timbre en su casa e informó que delincuentes ingresaron en su propiedad a través de las ventanas de la vivienda abandonada. “A partir de eso, no sé si el dueño o la Municipalidad taparon las ventanas con ladrillos e hicieron dos hileras, también de ladrillos arriba del portón. Es un portón que está salido del nivel por lo que supongo han querido entrar de nuevo”, contó. 

En el mismo sentido, explicó que la vereda es un verdadero basurero porque además de yuyos se acumula mugre y hay ramas y hasta una planta caída. Luego de dos años de una primera limpieza que realizó la Municipalidad -tras un episodio en el que delincuentes quisieron ingresar a su domicilio a través de la casa abandonada, “mi marido volvió a llamar para que la Municipalidad venga o intime al dueño a limpiar el lugar. Vinieron y realizaron el mismo procedimiento que la vez anterior”. 

Otra vez Actualmente la vivienda sigue en estado de descuido y suciedad, los yuyos avanzan por la vereda hasta la calle en Dorrego al 216 al lado de la Clínica Hispano. “Volví a llamar hoy (por ayer) y me atendió una mujer que se identificó como Claudia, me dijo es la responsable o inspectora de los terrenos, que hace menos de un año que está y que no se puede hacer nada porque es una propiedad privada”, relató. 

Ante esta respuesta, Natalia le explicó a la empleada con la que habló que se podía intimar al dueño y hacer limpieza del predio como ocurrió años anteriores, “entonces le mencioné que iba a ir a los medios cuando me dijo que sabía el nombre del dueño, pero que no tenía otros datos. Ante esto le reiteré que el municipio podía intimar a los dueños para que lo limpie y de no hacerlo, cobrarle la tarea de limpieza. Me volvió a responder que no podía hacer nada”. 

Bromatología La vecina también se comunicó al área de Bromatología por el tema del hantavirus y las ratas. “Me dijeron que no podían hacer nada entones les dije: No me carguen. Les conté que hace años desde la Municipalidad me tocaron timbre para darme veneno para las ratas, a lo que respondieron que seguramente esa habrá sido una atención pero que no es lo corriente porque hay una ordenanza que lo prohíbe. 

Sin embargo, me llevaron el veneno a casa. Entonces noto que me toman el pelo”, consideró. Seguridad Señaló que las ramas y la suciedad hacen un combo junto a la falta de iluminación y generan una zona muy complicada, especialmente para la seguridad. “Hace dos noches escuché ruido y cuando salgo vi en la vereda seis ladrillos rotos de la hilera que hay sobre el portón, entonces llamé a la Policía que me dijo que seguramente quisieron ingresar y que llame al municipio –relató-. Pero Claudia de la Municipalidad me dijo ‘No sé por qué no intiman al dueño de la propiedad’”. 

Hizo pública su gran preocupación y malestar, además de insistir en que necesita una respuesta para poder vivir en mejores condiciones.    

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