Daniel Scioli recibe a Clarín en su oficina de la sede porteña del Banco Provincia. Está de buen humor pero apurado por lo único inamovible de su agenda: lo espera su equipo de Villa La Ñata para jugar al fútbol. Por eso, sus respuestas son más cortas que lo habitual. No faltan sus clásicas evasivas para evitar incomodar al kirchnerismo duro. En lo que no dice y sugiere entrelíneas están los matices de su eventual gobierno.

Cuéntenos de esa charla con la Presidenta en la que se definió su fórmula

Lo importante son los resultados. Una demostración contundente de la confianza personal y política que nos une, que incluye entender todas las etapas de este proyecto y que ahora entramos en la del gran desarrollo de Argentina, con énfasis en la producción, inversión, industria nacional, trabajo, competitividad, logística ...

¿Zannini fue una propuesta suya o un pedido de la Presidenta?

Carlos Zannini es mi candidato a vice y eso, como fue siempre, son cosas que se conversan con la Presidenta, en la confianza que se viene construyendo en todos estos años.

Hace un tiempo usted había definido su proyecto como “continuidad con cambios”. Después fue corriendo su discurso y hoy parece básicamente de “continuidad”. ¿Es así?

Este proyecto es un cambio constante. ¿O Cristina no fue cambiando después de Néstor, incorporando temas como la recuperación de YPF, de la ANSeS, la asignación por hijo? Y ahora, con el país desendeudado e industrializado, se puede pensar en los próximos desafíos: alcanzar la soberanía energética, desarrollar el complejo agroindustrial, la tecnología, el turismo ...

¿Por qué hay tanta gente, según las encuestas, que desea un cambio?

Es un porcentaje de la gente que hay que respetar y yo me esfuerzo por interpretar las nuevas demandas. Vamos a trabajar para persuadir de que, sobre estos cimientos, podemos construir un país mejor sin volver a empezar y tirar todo este esfuerzo por la borda. Y haciéndolo con mis formas y mi personalidad.

Para saber qué va a hacer en Economía, ¿hay que escuchar a Miguel Bein o a Axel Kicillof?

Me tienen que escuchar a mí.

Pero usted no dice mucho.

¡Cómo que no! Vean lo que hice en la Provincia. Grabé a los sectores más concentrados, revalué el impuesto inmobiliario rural ... Decían que con la Ley de fertilidad asistida iba a desfinanciar el IOMA y no ocurrió nada de eso. Escucho a todos y después decido yo. Mis principios rectores son descentralización, federalismo y gradualidad.

Es cómo dijo Kicillof, entonces. Si gana usted se seguirá haciendo “más o menos lo mismo”.

¿Cuál es el significado de sus palabras? Fuerte mercado interno, profundizar la reindustrialización, sostener el desendeudamiento. Esos son los ejes centrales de la política económica.

A muchos empresarios les preocupa ese “más de lo mismo”.

Que se queden tranquilos, que hoy el país está en condiciones de seguir avanzando para la normalización definitiva de distintos aspectos, como se hizo con Repsol, el Club de París y el CIADI.

Quedó pendiente el acuerdo con los holdouts.

Bueno, es que la posición de la otra parte ha sido repudiada por todo el mundo, desde el Papa para abajo. Fíjense lo que pasó en Grecia. Argentina estuvo a la vanguardia, para ponerse a salvo de las consecuencias de este tipo de comportamiento especulativo.

O sea que usted no se va a mover un milímetro de la estrategia actual del Gobierno.

Soy respetuoso y respaldo la posición que viene manteniendo el gobierno con los fondos buitres.

Hay una ley que fijó que las cosas son así y lo aceptó el 93 por ciento de los bonistas.

¿Cómo se sale del cepo cambiario?

Las políticas monetarias tienen que estar integradas a la economía real y se han fijado prioridades en la utilización de las divisas. Sabemos las necesidades de la energía, que se está revirtiendo con la mayor inversión en exploración y explotación en el país. Cada vez son necesarios menos dólares para importar energía y hay más para el flujo productivo. Esto se va a ir acentuando.

¿Es decir que habría una liberación gradual del cepo?

(Ríe) Ustedes quieren un título y no es así. Se le venden dólares a los ahorristas, a los turistas, a los que lo pueden justificar.

Pero muchos importadores no los consiguen

Que yo sepa la industria no está parada, en Tierra del Fuego están trabajando. Se van fijando las prioridades y lo necesario.

También hay quejas por el retraso cambiario.

La competitividad hay que buscarla por la logística, los costos financieros, las estructuras fiscales. El tipo de cambio se va readecuando gradualmente, pero cuando se busca por el atajo de la devaluación, los que más sufren son los trabajadores.

¿En un gobierno suyo, el INDEC tendría un índice confiable?

Hoy lo auditan técnicos del FMI.

Sí, pero nadie cree en ese índice.

Lo importante es trabajar para seguir bajando la inflación, pero no con ajustes sino en base a un vigoroso mercado interno y distribución del ingreso.

Hay causas abiertas contra el vicepresidente y la familia presidencial. Y se sospecha que estas investigaciones no avanzarían en un gobierno suyo.

Yo siempre he dado todo el respeto institucional para que los tres poderes y la prensa funcionen con normalidad y de acuerdo a sus facultades.

¿Van a poder avanzar las investigaciones judiciales por corrupción?

No me busquen títulos. Yo no hago política sobreactuando estas cuestiones, porque me ajusto a derecho y las instituciones.

Usted sabe que muchos funcionarios se enriquecieron en estos años y es casi imposible lograr una condena judicial en esos casos.

Están en funcionamiento las instituciones de los tres poderes del Estado. Yo busco lo justo. No ando haciendo política con estas cosas. La gente sabe mi conducta. Tendría que hablar con la Justicia, no conmigo.

Pero el Ejecutivo puede colaborar o trabar las investigaciones.

Las denuncias que hay, están en la Justicia ...

Y ahí se las duerme.

(Exhala aire con fastidio) ¡¿Y quién quiere que las investigue?! ¿El Ejecutivo? Cada instancia de poder del Estado, en una democracia madura, funciona con los pasos institucionales previstos.

El Gobierno restringió el acceso a la información pública. ¿Va a cambiar algo?

No voy a comentar cuestiones que hasta el 10 de diciembre le corresponden a la Presidenta.

En su caso, es imposible acceder a su declaración jurada de bienes.

Está presentada de acuerdo a la ley de la provincia de Buenos Aires, en la Escribanía general de Gobierno. Y cuando se oficialicen las candidaturas, tras las PASO, se hará pública como todas las demás, como indica la ley.

Si gana, ¿cómo imagina la relación con su vice, Zannini?

Tenemos experiencia. Somos hombres de Estado. Yo fui vicepresidente. Vamos a trabajar muy bien y complementándonos.

“Ni judicializar la política ni politizar la Justicia”

El oficialismo desplazó a un juez que estaba a punto de fallar contra el acuerdo con Irán y a otro que investigaba a Lázaro Báez. ¿Qué opina sobre esto?

Creo que no hay que judicializar la política ni politizar la Justicia y que deben funcionar los mecanismos constitucionales previstos para nombramientos y subrogancias. Mi responsabilidad hoy es ser gobernador y candidato en unas PASO y la Presidenta ejerce su mandato hasta el 10 de diciembre.

¿Cree que la Justicia pudo investigar con tranquilidad a los funcionarios denunciados?

No comento nunca cuestiones de la Justicia. Soy respetuoso de la independencia de los tres poderes del Estado. He buscado siempre en la Provincia una relación madura entre los poderes.

El Gobierno impulsa una reforma judicial amplia y mantiene una puja con el Poder Judicial.

Yo no interfiero en estas cuestiones. Mi énfasis está puesto en producir cada vez más y que la gente viva cada vez mejor, en traer inversiones: ese es mi eje central. Y después, el funcionamiento normal del Estado.

¿Qué va a pasar con la Corte?

Sería importante que recupere su funcionamiento en plenitud, con sus cinco miembros.