La poda de invierno es necesaria, pero hay que saber hacerla bien

La poda de invierno es necesaria, pero hay que saber hacerla bien

Usar herramientas bien afiladas y elegir las ramas con cuidado. Algunas veces, con limpieza basta. Otras hacen falta cortes más radicales

 

En su mayoría, las plantas hibernan hasta primavera, así que estamos viviendo tiempo de poda. En la selva o en los bosques se encarga de eso la naturaleza. En los jardines, la operación queda en nuestras manos, y es necesaria porque da vigor al tronco y a las ramas, fomenta un crecimiento armónico y se quitan partes dañadas o enfermas. Un ejemplo típico son los rosales. 

Pero, ¡ojo! No es cosa de agarrar una tijera (o peor, un serrucho) y cortar sin ton ni son; hay que saber qué ramas podar. 

“Una planta sin podar se desarrolla normalmente hasta que el suelo no aporta la cantidad suficiente de nutrientes; entonces disminuye el follaje y al cabo de un tiempo tendrá ramas secas y entrecruzadas. Eso hará que reciba poca luz y poco aire, lo que dejará campo fértil para organismos patógenos (hongos, bacterias e insectos)”, explica, tijera en mano, Viviana Moinelo, una enamorada de las plantas, durante mucho tiempo miembro del Garden Club Tucumán.

Qué pasa cuando se poda 

“La savia suele ser atraída hacia las yemas y las hojas de los extremos de las ramas, con mayor fuerza que a las situadas en la base. Cuando cortamos una rama quitamos una yema terminal de crecimiento. Inmediatamente, las yemas laterales empiezan a crecer más de lo normal haciendo que la planta se ramifique”, añade. “Por ejemplo -señala-, si cortamos un arbusto y le dejamos pocas ramas, toda la energía será usada por estas para crecer más fuertes, con mejores flores o frutos”.

Explica también que, con la técnica adecuada, se puede dar forma a las plantas: “eligiendo dónde cortamos, estas crecerán en la dirección en la que crece la última yema que dejamos en la rama. Esta estrategia se usa para abrir un arbusto o para cerrarlo, o darle formas determinadas”.

Por qué y con qué

“Un buen criterio indica que, por de pronto, hay que podar tallos débiles y finos o desnutridos, para concentrar la savia en pocas yemas y así producir tallos vigorosos”, señala Viviana. 

Podar ramas muertas es simple: se corta por fuera del tejido de cicatriz que se forma entre el tallo sano y la rama muerta. “Luego de cortar todo lo seco o enfermo (poda de limpieza), hay que buscar las yemas que vamos a dejar, que nos darán el crecimiento deseado. Conviene que el centro del arbusto quede abierto, para que sus ramas reciban sol y aire, salvo, claro, que se busque crear una barrera con él. Entonces debemos dejarlo bien tupido”, aclara. 

Las herramientas se eligen según el tamaño de la rama, no según el de la planta. Para las chicas alcanzará con tijeras; las ramas gruesas necesitarán una sierra y que las sujetes con firmeza mientras hacés el corte. Si la rama es demasiado grande y no se puede mantener firme, cortá en varios pasos; lo importante es no desgarrar la corteza. 

“La herramienta elegida debe estar afilada y muy limpia, para no enfermar la planta. El corte se hace de forma transversal por sobre la yema y cerca de ella, para evitar que la parte que queda se enferme. Este corte debe ser en bisel y opuesto a la yema, entre 4 y 6 mm por encima de ella; así cicatrizará y dará lugar a una rama fuerte. Además, la pendiente del corte debe ir hacia el suelo, para que no almacene agua de lluvia o riego; de lo contrario hay riesgo de que se pudra”.

 

tipos de poda 1 DE FORMACIÓN: se realiza en la etapa de crecimiento (2 ó 3 primeros años de vida). Se extraen ramas bajas, torcidas o entrecruzadas. 2 DE MANTENIMIENTO: es leve. Las plantas muy lentas casi no se podan. El despunte es muy conveniente en arbustos de floración continuada y que  pierden ramaje en la base. 3 DE LIMPIEZA: se utiliza para quitar ramas secas o enfermas. 4 DE RENOVACIÓN: es drástica y se practica en plantas vigorosas, de raíces y tallos gruesos, que han almacenado gran cantidad de sustancias de reserva que utilizarán los nuevos brotes. Se realiza normalmente sobre ramas estructurales o basales.

Tipos de poda 

1- DE FORMACIÓN: se realiza en la etapa de crecimiento (2 ó 3 primeros años de vida). Se extraen ramas bajas, torcidas o entrecruzadas. 

2 - DE MANTENIMIENTO: es leve. Las plantas muy lentas casi no se podan. El despunte es muy conveniente en arbustos de floración continuada y que  pierden ramaje en la base.

3 - DE LIMPIEZA: se utiliza para quitar ramas secas o enfermas. 

4 - DE RENOVACIÓN: es drástica y se practica en plantas vigorosas, de raíces y tallos gruesos, que han almacenado gran cantidad de sustancias de reserva que utilizarán los nuevos brotes. Se realiza normalmente sobre ramas estructurales o basales.

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