Poca lluvia para tanta sequía

Llovió, los diques aumentaron su nivel, pero el agua caída no alcanza para paliar la crisis hídrica del Gran Córdoba.

En las Sierras Chicas no lo niegan: cualquier lluvia que suceda, por mínima que sea, significa algo de alivio para la crisis hídrica. Pero sólo queda en eso, un mínimo alivio, ante la prolongada sequía y la penosa situación de las cuencas y los niveles de los diques.

Río Ceballos viene manteniendo un sistema de cortes rotativos de agua para preservar el recurso que escasea, sobre todo por el bajo nivel que registra el embalse de La Quebrada. En esa localidad del departamento Colón, todos los martes y jueves se corta el suministro de 18 a 6 para disminuir el consumo, y pese a que durante el fin de semana llovieron 39 milímetros en la zona las restricciones no se van a levantar.

“El dique creció unos 10 centímetros. No lo vamos a negar, cualquier precipitación colabora ante la situación que tenemos, pero seguimos en crisis hídrica, en una emergencia total para cuidar al máximo los recursos. La marca histórica de la bajante de La Quebrada es de 12,37 metros y hoy estamos a 13,09 por debajo del nivel del vertedero”, explicó Oscar Suárez, presidente de la cooperativa de agua de Río Ceballos.

Para Suárez, ya no hay medidas que alcancen a paliar la situación. Por eso espera que se concrete la obra de “trasvasamiento de cuencas” que implica abastecer a parte de Río Ceballos con la toma de la estación de bombeo de La Calera, lo que significará un alivio sobre la demanda que hoy tiene La Quebrada. Esperan que esta obra esté finalizada dentro de 180 días.

Las lluvias también sirvieron para darle un pequeño respiro a la “seca” Salsipuedes. Desde la Municipalidad local dijeron que hace dos semanas la localidad estaba en “agonía”, pero que ahora están en “terapia intensiva”. “La lluvia alivió bastante a nuestra localidad, teníamos hasta el río seco y una bajante en nuestro sistema de pozos que llegaba al 60 por ciento en algunos casos. Esta agua caída es realmente un elixir para nosotros, nos dieron un descanso, lo que no significa que salgamos de esta crisis”, explicó Amalia Papurello, Secretaria de Coordinación de Salsipuedes.

Así, en esta ciudad de las Sierras Chicas continúa el esquema de provisión de agua cada 48 y 72 horas dependiendo el barrio, y con la ayuda de camiones cisterna en los sectores más críticos.

Por otro lado, en Unquillo, localidad que ya se abastece desde la planta potabilizadora de La Calera, aseguran que si bien la situación no es tan alarmante el sistema de napas está muy exigido y que se encuentran en estado de “alerta naranja”.

Cortes, la situación sigue igual. La lluvia que cae no alcanza para modificar los esquemas de provisión de agua en Salsipuedes y Río Ceballos.

Villa Carlos Paz aliviada por apenas 72 horas

Las lluvias del finde también fueron un aliciente para la cuenca del río San Antonio, de donde se abastece de agua la ciudad de Villa Carlos Paz, pero advierten que si durante noviembre las precipitaciones no se repiten la situación volverá a ser preocupante.

“Por las lluvias, el agua del río está 15 centímetros por encima de la toma que abastece a la ciudad. En los próximos días esa creciente va a bajar. Ahora estamos en alerta amarilla pero en 72 horas, cuando baje el nivel del río, vamos a volver al naranja”, explicó Jorge Boido, presidente de la Coopi.

Según Boido, noviembre es uno de los meses críticos del año por las altas temperaturas y las escasas precipitaciones: “Con dos lluvias más no habría problemas; además, baja el consumo. Pero esta situación no se soluciona con agua sino con inversiones que hacen falta”.

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