Continúan ejecutándose los trabajos de reparación del pluvial subterráneo de avenida Jorge Romero, en cercanías a la costanera Sur. Tras varias semanas de intervención, los operarios municipales detectaron nuevas falencias en el ducto subterráneo en una zona alejada a unos 20 metros de distancia del arreglo principal. 

De esta manera, la obra demandará al menos una semana más de tiempo para terminar de sellar el sector que está afectado. 

En contacto con El Litoral, el secretario de Infraestructura, Daniel Flores comentó que “detectamos desperfectos que no estaban en los planes en una parte del pluvial yendo hacia el río”. 

En este sentido, el funcionario explicó también que “son algunos problemas que aparecieron y que no son tan graves pero decidimos intervenir”. De esta manera, luego de analizar la situación, los obreros emprendieron el arreglo de una nueva zona del ducto de chapa galvanizada. Aunque aclararon que se tratan de desperfectos que podrían traer problemas a mediano plazo, Flores aseguró que “preferimos hacerlo ya y no tener que abrir otra vez en uno o dos años”.

Con respecto a los trabajos específicos que se realizan en la nueva zona, son muy similares a los que ya se llevaron adelante en la parte más dañada del pluvial debajo de donde se abrió el pavimento. En este sentido, Flores comentó que “lo más delicado ya está solucionado y ahora vamos a hacer un procedimiento de hormigonado igual al anterior pero en un tramo más corto”.

Más allá de los nuevos desperfectos detectados en el desagüe en una nueva zona del ducto, desde Infraestructura indicaron que no se romperá más el asfalto. Los operarios que se encuentran trabajando en el lugar se desplazan por dentro del tubo principal que tiene unos tres metros de diámetro para evitar levantar aún más pavimento de la avenida Jorge Romero.

De esta manera, dentro de una semana aproximadamente podrían comenzar a rellenar la zona donde se realizaron las excavaciones para llegar al desagüe de gran tamaño. En este sentido, el secretario de Infraestructura dijo que “ahí vamos a tener que hacer un muy buen relleno de suelo y compactación para después poder reasfaltar la arteria que hoy está inhabilitada”, explicó Flores y agregó: “Las pocas lluvias caídas en este último tiempo ayudaron a poder avanzar rápido con la obra y no retrasarnos”.

Complicaciones

La situación de este desagüe que es uno de los más grandes de la ciudad no es la ideal. Más allá de los problemas estructurales a los que el Municipio se encuentra abocado a resolver, existen otras complicaciones. 

Aunque se trata de una cañería que debe evacuar sólo el agua de lluvia, se advierten residuos cloacales y malos olores en el ducto principal. Según contaron desde el Municipio, esto genera en algunas ocasiones ciertos malestares de los operarios que trabajan allí.

La situación se da por las conexiones ilegales de los vecinos que conectan la red cloacal a la pluvial, acción que no está permitida. 

Este desagüe evacúa el agua de lluvia de varios barrios capitalinos como el Sur, San Benito, San Martín, Arazaty, Galván y varios otros. Para tomar dimensión del caudal que recorre el tubo principal, Daniel Flores contó que “encontramos residuos en la parte superior del ducto, esto quiere decir que ante las fuertes lluvias el desagüe de tres metros de diámetro funciona a pleno”.