“Podemos faenar algunos animales, pero no la totalidad, pese a la voluntad y predisposición del matadero de la meseta, porque su capacidad es reducida y está abarrotada. Hasta que cerraron en marzo el matadero de Plottier, las 60 familias productoras faenaban 40 animales por semana y ahora lograron faenar 8”, explicó Schrul.

Indicó que esos 32 animales que quedan sin poder ser faenados se pasan de los 80 o 100 kilos, que es el límite para destinarlos a las carnicerías, y luego tienen que venderlos a menos precio para chacinados. Schrul explicó que eso ocasiona perjuicio porque el animal vendido para las carnicerías lo pagan a 35 pesos el kilo y el que queda para chacinados, unos 22 pesos el kilo.

“A algunos productores no les quedó opción más que rifar su producción porque no pueden sostenerla; con lo que vendían semanalmente pagaban los impuestos, los servicios y el alimento para seguir con la cadena productiva”, sostuvo el titular de la cooperativa, al tiempo que agregó: “Estamos en una situación que no es terminal, pero al borde del colapso”.

Dijo que también hay riesgo para la salud de la población, porque aquellos que no sean responsables pueden vender los animales sin análisis para chacinados y no detectar si es una carne con triquina. “Es un riesgo grande, por eso nosotros estamos reclamando por el matadero que teníamos. Había un convenio tripartito entre la cooperativa, el dueño del predio y la Provincia; en diciembre de cada año el gobierno renovaba el acta de alquiler del predio pero el año pasado no lo hizo. El dueño esperó hasta marzo, no pasó nada; puso un candado y cerró”, agregó.

AMPLIACIÓN

El matadero de la meseta espera

El referente de los Productores de Nueva Esperanza, Rubén Alegría, dijo que en 3 o 4 meses terminarían las obras de ampliación del matadero y contarían con la nueva maquinaria que les permitirá duplicar o triplicar la faena.