Un preso de la U11 fue trasladado hasta una chacra de Plottier para visitar a su abuela y mientras compartía la mesa con sus familiares se levantó y huyó a toda carrera.

Sin reflejos, los cuatro penitenciarios a cargo de la custodia no lograron darle alcance.

El fugitivo es Jorge Perdiguera, quien cumple en la cárcel más segura, supuestamente, de la provincia una condena unificada por un homicidio en Bahía Blanca y una serie de robos calificados en Neuquén.

Al hombre la Justicia le autorizó una visita a su abuela, quien vive en el sector de chacras de Plottier a unos 300 metros del acceso al Centro Recreativo Empleados de Comercios, ubicado sobre la margen sur de la ruta a escasos metros del río Limay.

El permiso para la visita domiciliaria se concretó ayer al mediodía, cuando el interno fue retirado de la U11 a bordo de un carrozado con cuatro penitenciarios a cargo de su custodia, tres hombres y una mujer, según confiaron fuentes policiales.

En la chacra, el hombre se encontró con su madre y su abuela, con quienes estuvo compartiendo el almuerzo mientras los penitenciarios cuidaban las inmediaciones. “Se levantó de la mesa y tras empujar a uno de los guardias comenzó a correr en dirección al río”, confió una de las fuentes del caso. Faltos de reflejos y de condición física, los penitenciarios perdieron de vista a Perdiguera.

“Es un papelón. Ahora estimamos que estos penitenciarios serán investigados y probablemente sancionados”, explicó otra de las fuentes policiales consultadas.