El propio intendente Carlos Arroyo anunció en su momento que el balneario 5 de La Perla sería convertido en una playa pública. “Por una decisión personal mía, decidí terminar con la licitación que estaba en trámite porque creo que a Mar del Plata le estaban haciendo falta playas públicas”, indicó el jefe comunal.

Respecto a los servicios que tendría el balneario, Arroyo especificó que contaría con baños, bajada y hasta la posibilidad de alquilar sombrillas.

Sin embargo esa determinación del jefe comunal fue rechazada por el secretario de Hacienda, Hernán Mourelle. Ocurre que el funcionario elaboró un informe unilateral que generó la caída del proceso licitatorio. Por ende no hubo inversión y comenzó la temporada de verano con el lugar sin servicios y en malas condiciones.

El desacierto de Mourelle dejó nuevamente mal parado al intendente Carlos Arroyo que había anunciado una inversión, playas públicas y mejores servicios en ese sector, cuestión que finalmente no ocurrió. Su decisión impidió la llegada de inversiones –necesarias para la ciudad- y que haya mejores servicios e infraestructura para los turistas.

En ese marco el secretario de Hacienda tuvo la semana pasada un reto público del jefe comunal por el retraso en el pago de sueldos a empleados del Concejo Deliberante. Además sus últimas declaraciones ante la prensa y ciertas decisiones políticas dejaron en una posición incómoda al intendente. Eso le generó quedar apartado de la negociación con los municipales y con un perfil bajo en la gestión. Sus detractores aprovecharon esos errores del funcionario y convencieron a Arroyo de apartarlo y bajarle el perfil. El Balneario 5 de La Perla fue otro desacierto….y van…