Una frenada repentina se confunde entre los bocinazos del lunes al mediodía, en plena hora pico. El bullicio proviene de calle 51 e ingresa por la ventana abierta del despacho que el concejal de Cambiemos, Julio Irurueta, tiene en el primer piso del Palacio Municipal. “Control Urbano va a tener que controlar todo esto”, dice al diario Hoy, señalando hacia afuera, mientras su voz baja y pausada casi que se pierde con el sonido exterior: “Ahora van a tener las herramientas”, afirma.

Ayer, el edil ultimaba los detalles de su proyecto de modificación del Código Contravencional platense, que prevé nuevas y severas multas a quienes pasen el sémaforo en rojo, excedan los límites de velocidad o conduzcan a contramano.

“Se trata de normas de tránsito establecidas en la Ley Provincial 13.927, pero que no están contempladas a nivel municipal”, explica Irurueta, y añade que “hoy, si alguien no respetaba estas reglas, se le cobraba solo lo regulado por la Provincia. No existía un plus municipal y lo creemos necesario, tanto para evitar accidentes como para concientizar con campañas permanentes que se harán a partir de esta recaudación”.

En este sentido, las sanciones máximas serán para quienes pasen el semáforo en rojo, no respeten las barreras bajas en un paso a nivel o conduzcan a contramano, donde los “nuevos extras municipales” previstos van de $4.302 a $14.340, los que, sumados a las multas reglamentadas por la Provincia, dan un total de $8.604 a $28.680. Teniendo en cuenta esto, la medida también busca fuertes cargos para los casos de exceso de velocidad: de $6.453 a $28.680 (valores provinciales más extras platenses)

También se agregarían en el plano local castigos por no respetar la señalización y reglas en giros de rotondas, por conducir en moto sin casco, por manejar hablando por teléfono o por no respetar la senda peatonal, con tributos totales de entre $2.151 y $5.736 por infracción.

Más sanciones

Según precisó el presidente de la Comisión de Presupuesto y Hacienda del Deliberativo local, los montos variarán según el contexto: “No es lo mismo circular por la esquina de un colegio, en rojo, a las 13, que a la madrugada. Es decir, es grave, pero a las 13 mucho más, porque es el horario de salida o ingreso de los chicos”.

“Algo similar ocurre con la música excesivamente alta en los vehículos. No es lo mismo pasar por un hospital a las 12 de la noche, cuando están todos los pacientes durmiendo, que un sábado a las 11 de la mañana”, comparó Irurueta. En este caso, los montos propuestos van de $2.868 a $14.340, y las mismas penas regirán para los dueños de automóviles con “escapes que perturben el sonido ambiente”.

Las sanciones también alcanzarán al transporte público. Para el caso de los taxis que se nieguen a prestar servicio, los valores pasarían de entre $465 y $1.860 a $1.860 y $4.650, igual variación con la que serán multados los choferes de micros que no se detengan en las paradas.

Por otra parte, aparece como una rareza justificada la pena para quienes arrojen residuos por la ventanilla de un vehículo, donde las multas irán de los $717 a $7.170. “Es una forma de contribuir al ordenamiento vehicular y de proteger el medio ambiente”, argumentó el concejal.